José Agustín Castellanos
Julio César Martínez, catedrático de la Facultad de Artes Plásticas, ofreció la charla “El despertar del arte social” en el marco de la exposición Carteles por Ayotzinapa, de artistas oaxaqueños, referente a la desaparición de 43 alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”.
Durante la plática realizada en la Galería AP de la entidad universitaria, el académico realizó un breve recorrido por el estridentismo, el muralismo, la literatura y demás corrientes artísticas que han tenido una fuerte presencia en la capital veracruzana.
Respecto al título de la charla aclaró: “Todo el arte es social, a pesar de la realidad consumista y mercantilista donde actualmente predomina el individualismo”.
Abundó que lo importante es volver a ese entorno que configura y nutre al estudiante, haciendo a un lado la visión romántica de cambio y transformación, únicamente para dejar testimonio de lo que somos ahora y de lo que nos está ocurriendo, y de ese modo contribuir a enriquecer nuestra Universidad.
Esta vertiente surge del romanticismo, donde se empiezan a incorporar las figuras del pueblo y los ideales dentro de las artes, implicando una ruptura con lo académico.
Es una constante que como catedráticos no puede dejarse de lado, se deben analizar los pros y contras de toda tendencia.
La Universidad tiene como base sustantiva la retribución de los conocimientos al pueblo, no sólo a la empresa o a un grupo sino a la sociedad en su conjunto, ahí es donde surge lo social, afirmó.
“Lo social ha estado presente en mí desde hace 30 años, es una constante que permanece anteriormente a mi ingreso a la Universidad hace 29 años”, donde imparte las experiencias educativas Análisis de las Vanguardias y Análisis del Arte Mexicano; paradójicamente a su autonombramiento como maestro de Historia y Filosofía del Arte, no sólo trata de provocar la reflexión cronológica de las imágenes sino también de sus contenidos cognitivos, lo cual le resulta más importante.
Julio César Martínez agradeció a la Dirección de la Facultad de Artes Plásticas y a Francisco Toledo por enviar la exposición producida en Oaxaca, que evidencia una forma más lúdica de que la protesta puede ser divertimento, logrando despertar en los estudiantes el interés hacia la posibilidad de otras formas de expresión artística.