Autoridades de la institución con el gobernador, Karime Macías y Antonio Gómez Pelegrín
Sara Ladrón de Guevara y Javier Duarte de Ochoa se reunieron en las oficinas de la Rectoría
La nueva agenda estableció como plazo diciembre próximo para solventar lo necesario
Edgar Onofre
La rectora de la Universidad Veracruzana (UV), Sara Ladrón de Guevara, recibió el 30 de septiembre al gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, en la sede de la Rectoría universitaria para celebrar una reunión de trabajo en la que, sobre todo, se fijaron dos claras posturas: No existe disputa alguna entre el Ejecutivo estatal y la máxima casa de estudios de Veracruz y, además, las áreas financieras de ambas instituciones iniciarán a la brevedad un plan de trabajo que permitirá reorganizar el tema financiero de la Universidad en un plazo que se fijó para el próximo diciembre.
La reunión se llevó con la participación de la presidenta del DIF estatal, Karime Macías; el secretario de Finanzas y Planeación del estado, Antonio Gómez Pelegrín, y los secretarios universitarios Leticia Rodríguez Audirac, Clementina Guerrero García y Octavio Ochoa Contreras.
Después del encuentro, las autoridades universitarias atendieron a la prensa local y, ahí, la Rectora rechazó que el tema de los pendientes financieros que afectan a la Universidad sean un tema político, mediático o personal; además dio a conocer que el gobernador Javier Duarte de Ochoa garantizó que no se dejará de apoyar a la máxima casa de estudios de Veracruz.
A pregunta expresa de los representantes de los medios de información, la Rectora lamentó las versiones que pretendieron politizar y mediatizar el tema financiero de la Universidad, así como aquellas que intentaron convertirlo en un tema personal.
“No es un tema personal, político ni mediático. Es un tema financiero de la Universidad, de carácter público, que nos preocupa a todos”, añadió la Rectora y señaló, además, que esta nueva agenda de trabajo entre Sefiplan y la UV viene a fortalecer la colaboración que ya existe entre ambas y cuya frecuencia es tan constante que incluso ha llegado a celebrar dos jornadas de trabajo por semana.