Mesa de diálogo “La actividad política y la creación musical”
Carlos Hugo Hermida Rosales
Como parte del programa de las Jornadas Universitarias sobre Música y Política, organizadas por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), se llevaron a cabo las mesas de diálogo “La fuerza del público” y “La actualidad política y la creación musical”, el 17 de mayo.
En la primera de ellas participaron Homero Ávila Landa, investigador del CECC; César Moreno Zayas, doctorante de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, y Jorge Rosendo Negroe Álvarez, estudiante de la Maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación, bajo la moderación de Alfonso Colorado Hernández, coordinador del evento.
Jorge Negroe habló acerca de los seguidores de los equipos de futbol, quienes a través de cánticos expresan su identidad, arraigo y creencias colectivas.
“Mientras la lucha deportiva se desarrolla en la cancha, las porras mantienen su propia batalla, en la cual deben tener una victoria sonora”, explicó.
En la mesa “La actualidad política y la creación musical” participaron Miriam Vázquez Montano, académica de la Facultad de Música; Magdalena Cano Cabrera, egresada de la Facultad de Economía, y Homero Ávila como moderador.
Para Miriam Vázquez, la existencia de la música depende en gran medida de la relación entre quien la crea y la élite en el poder, pues los compositores necesitan apoyo de quienes ocupan las altas esferas políticas.
La catedrática enfatizó que pese a la escasez de recursos económicos y de programas educativos incluyentes, en las universidades hay condiciones para que los compositores expresen libremente sus ideas.
La universitaria comentó que pese a que existen recursos para apoyar a la producción artística, muchas veces éstos no llegan a las personas con talento, ya que terminan en manos de amigos de quienes administran los programas.
En su oportunidad, Magdalena Cano abordó el tema de la sátira política, expresión humorística y crítica que se vale de Internet y las redes sociales para llegar al público, pues son herramientas difíciles de silenciar y en las que existe libertad.