Presentaron los libros Tlajpiajketl o La canción del maíz y Las horas perdidas
Karina de la Paz Reyes
Un viaje al México de la esperanza, así como la guerra que han sostenido los pueblos originarios de México por defender su cosmovisión, fueron los temas que reunieron al poeta Mardonio Carballo, el bajista Alonso Arreola y la también poeta Esther Hernández Palacios.
En el Foro “Sergio Galindo” del Complejo Deportivo Omega presentaron el libro Tlajpiajketl o La canción del maíz, de Carballo, con ilustraciones de Mauricio Gómez Marín, editado por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), que además contiene un CD con La canción del maíz, composición de Alonso Arreola.
También presentaron Las horas perdidas, producto del trabajo de dos músicos, José María y Alonso Arreola; un poeta, Mardonio Carballo; un videoasta, Rogelio Aguilar; y un productor, Gerardo Rosado. Por lo cual está integrado por un DVD, un CD y el libro en sí.
“Ésta es, en buena medida, la historia de cuando Arreola y Carballo visitaron a las indígenas tzotziles del Taller Leñateros en San Cristóbal de Las Casas; a la poeta zapoteca Irma Pineda en Juchitán; a la escritora Esther Hernández Palacios en Xalapa; a los activistas Marco Tafolla y Alma Benítez en el Centro Cultural Yankuik Kuikamatilistli de Xoxocotla; y a Lucina Jiménez en la Fábrica de Creación e Innovación ‘La Nana’ del Distrito Federal”, indica el propio Alonso Arreola en la presentación del libro Las horas perdidas.
Se dice que las obras trascendentales del arte tienen que estar unidas con el origen de la cultura occidental: La Iliada o La Odisea, ambas de Homero, apuntó Esther Hernández Palacios. Para ella, los dos objetos culturales ya citados “tienen todo que ver con estas dos rutas que inició Homero hace alrededor de mil 200 años”.
Explicó que Las horas perdidas es una bitácora de viaje, como La Odisea, y Tlajpiajketl o La canción del maíz narra el origen del hombre según la cosmogonía náhuatl; su relación con La Iliada es que se trata de un libro de guerra, la que los pueblos originarios han tenido que sostener desde que se vieron “avasallados” por la cultura dominante.
En su intervención, Mardonio Carballo hizo referencia a Las horas perdidas y sintetizó que ese proyecto tenía como corazón “llevarle serenata a la gente que nos da esperanza”. Para concluir, Alonso Arreola y Mardonio Carballo presentaron, a través de un performance, parte del material del libro.