Está integrado por Luis Castro, Benjamín González, Jorge Iduma y Fernando Escalante, alumnos en la Facultad de Música
Jorge Vázquez Pacheco
Cuatro estudiantes de guitarra, tres del ciclo preparatorio y uno del primer semestre en la Facultad de Música, integran el Cuarteto Entreacto y gracias a su entrega al instrumento y al trabajo en equipo obtuvieron distinciones considerables en el Concurso y Festival de Música Naolinco, así como en el certamen para ensambles convocado por la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.
En Naolinco, el Cuarteto Entreacto se adjudicó el segundo lugar, mientras que en Oaxaca se trajeron un honroso tercer sitio.
El asunto cobra especiales contornos cuando se toma en cuenta que en Naolinco el ganador fue el Cuarteto Chroma, integrado por maestros de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, todos profesionales, con estudios de posgrado y varios años trabajando en conjunto. En Oaxaca compitieron con ensambles también profesionales, en un desempeño que fue a todas luces satisfactorio.
En su corto paso por la institución, los jóvenes universitarios han tenido por maestros a talentos como Enrique Velasco, Raúl Reyes, Consuelo Bolio, David Ramírez, Luis Efrén García y Enrique Salmerón, entre otros, y ya están en planes para una grabación de estudio con una obra inédita: los Episodios súbitos de David Olivares, partitura que ellos se encargaron de estrenar y que consta de tres cuentos enunciados verbalmente y acompañados de piezas musicales.
Después de las experiencias en Naolinco (julio de este año) y Oaxaca (inicios de octubre), los estudiantes no piensan de momento en más concursos. Más bien, planean mantenerse en actividad juntos en la medida de lo posible, aunque cada uno contempla sus objetivos personales. Todos desean avanzar artísticamente, terminar la carrera y hacer estudios de posgrado en el extranjero, pero mientras eso llega les interesa dedicar tiempo al trabajo en conjunto y continuar creciendo.
Cuando consideran sus logros, no pierden de vista que todo se debe al enorme nivel musical que muestran sus maestros. “Nuestra Facultad no es cualquier escuela, los profesores cuentan con gran talento y, además, todos se mueven en un contexto en que no parecen existir las envidias. En otros lados es frecuente encontrar recelo por parte de los académicos, cuando un alumno ha tomado clases previamente con otro maestro”, explicaron.
Entre sus planes inmediatos se inscriben las transcripciones y ya hay un compañero que transcribe para ellos la Toccata de Prokofiev, obra de formidable dificultad sobre el piano pero que, al decir de ellos mismos, “está quedando bastante bien”, con lo que también indican que trabajan al lado del transcriptor.
¿Existe un modelo a seguir? Estos jóvenes no dudan un instante: Los Angeles Guitar Quartet, un ensamble de virtuosos capaces de abordar prácticamente todo y que se establece como un ejemplo. Pero, por lo pronto, todo debe apuntar a su desarrollo como músicos. Lo demás, el tiempo lo marcará.