Jorge Vázquez Pacheco
Para Antonio Delgado y Francisco Aragón algo de lo más importante en su desempeño artístico es que como egresados de la Facultad de Música, son portadores de la escuela de Alfonso Moreno, de muchas formas enlazada con el arte de Francisco Tárrega.
Los integrantes del Dúo Delgado-Aragón se han propuesto cultivar un estilo que apunta hacia la música popular, aunque enfocada desde la perspectiva de
la escuela concertística.
“No es una reivindicación, aunque sí es llevarla a un nicho que no existía al menos en nuestro entorno. Desde luego que hay excelentes guitarristas aquí, comenzando por el Ensamble Clásico de Guitarras y el numeroso grupo de descendientes directos de Moreno, de modo que nos hemos propuesto hacer algo distinto a ellos y con la música popular del mundo”, indicó Aragón.
Antonio Delgado dijo que este ensamble es la continuidad de Guitarra Xalapeña, dúo de recia estirpe que él mismo fundó en 1978 al lado de Miguel Ángel Gómez Díez, quien se vio en la necesidad de retirarse por motivos de salud.
“La guitarra es el instrumento más interpretado en el mundo, y eso hay que decirlo fuerte. En la misma se combinan las técnicas académicas con las populares y hasta callejeras, que también son valiosas. Podemos interpretar un bolero con ciertos bajeos y ornamentaciones armónicas que enriquecen el tema. Con lo mismo hemos sido capaces de crear un estilo que nos identifica.”
Estos instrumentistas son representativos de dos generaciones. Delgado parte de la época de Roberto Bravo Garzón como rector y Aragón es de cuño más reciente. Sus estilos son un complemento que beneficia a las formas propias de la música popular y que reitera una máxima por demás enunciada: ya no existe música popular, semiclásica o clásica. Aquellas barreras se han difuminado y ahora simplemente hablamos de buena y mala música.
“Hemos diseñado un programa que se denomina Los setenta cumplen cuarenta”, añadió Aragón. “En la década de 1970 hubo música de muy buena factura que aún cuenta con una gran audiencia. Con ese programa hemos tenido una excelente aceptación en diversas audiciones, pero también ha sido una grata sorpresa que, cuando tocamos en diversas facultades de la UV, los jóvenes la aceptan sin miramientos.
”Es música que ellos no conocieron de primera instancia, pero está muy bien hecha, hablamos de grupos como The Beatles y Kansas, de gentes como Carole King, Eric Clapton y demás. Hemos roto con el esquema de que eso sólo se debía tocar con amplificadores, distorsionadores y demás recursos electrónicos. A cambio de ello empleamos algunos trémolos, arpegios, compases compuestos, armónicos y detalles que nos han permitido armar arreglos muy exitosos.”
El repertorio del Dúo Delgado-Aragón es muy amplio y va desde las tonadas vernáculas mexicanas y las formas de la música española, hasta bossa nova y diversos temas sudamericanos que incluyen compositores argentinos como Piazzolla, Troilo y Salgan. Un paréntesis importante es la música de Manuel M. Ponce, el prolífico compositor mexicano de quien han tomado diversos temas.
“Nuestra música es versátil y es producto de un eterno picar piedra, pues sólo de esa forma puede sobrevivir un dúo como el nuestro. La gente se pone de pie al final de nuestras audiciones y nos solicita encores. Estamos convencidos de que el rumbo que hemos escogido es por el cual debemos transitar; la guitarra tradicional cuenta con muchísimas e inagotables posibilidades”, indicaron los entrevistados.
Antonio Delgado y Francisco Aragón proponen y el público se encarga de dar su aprobación a la entrega. Esto tiene mucho que ver con un código sentimental, indicó Francisco, y éste es el que procede de la música que cada quien abreva desde su infancia.
“La gente nos escucha, se identifica con una creatividad que ya no es reciente y además es interpretada de forma poco usual. Recientemente tocamos en Orizaba e interpretamos Un viejo amor, tema de Alfonso Esparza Oteo, compositor fallecido en 1950 y quien dio a conocer esta tonada en 1920. Los asistentes comenzaron a cantarla durante la interpretación, aunque no todos eran personas mayores. Vuelve aquí el asunto que hemos comentado, el código sentimental impreso en cada uno de nosotros.”
Ambos artistas manifestaron su profundo agradecimiento a la Universidad, en específico a la Dirección General de Difusión Cultural, desde la cual se les ha invitado a participar al lado de otros grupos universitarios, así como en renglones distintos.
“Todo eso refresca nuestras posibilidades y se crea una sinergia interesante”, concluyeron.