Mario Saavedra invitó a apreciar el trabajo del escritor veracruzano
Claudia Peralta Vázquez
La Editorial de la Universidad Veracruzana (UV) reeditó el libro Rafael Solana: escribir o morir, autoría de Mario Saavedra, para conmemorar el centenario del natalicio del autor veracruzano, texto presentado en la Feria Internacional del Libro Universitario 2015.
Durante el acto, en el que estuvo el director de la Editorial UV, Edgar García Valencia, Saavedra invitó a las nuevas generaciones a apreciar y retomar las obras de este ilustre veracruzano, quien vio en la escritura una necesidad. “Cualquier vocación artística se manifiesta como una necesidad, quien no escribe se siente morir.”
Reconoció el trabajo de reedición logrado por la UV para recordar a uno de los clásicos de la literatura mexicana, a quien tuvo oportunidad de conocer por medio del cine y quien estaría en vísperas de cumplir 100 años, el 7 de agosto del presente año.
José Rivera Banuet, promotor de la Universidad en la capital del país y entusiasta de la obra de Rafael Solana, hizo una remembranza de la vida del artista nacido en el puerto de Veracruz, quien falleció a la edad de 77 años.
Ante el público reunido en el Salón “Emilio Carballido” del Complejo Deportivo Omega, dijo que nunca encasilló sus pensamientos e ideas en un solo género o expresión literaria, ya que siempre tuvo una visión renacentista que trasladó a la cobertura de otros espacios artísticos y culturales.
Desde los 14 años de edad, Solana inició su gusto por la escritura, se abocó a la creación de cuento, teatro, ensayo, crónica, poesía y otras dimensiones de la cultura y las artes. Comentó que también fue comentarista taurino, pues su padre, Rafael Solana Verduguillo, le inculcó este singular gusto.
También escribió en periódicos y revistas, incursionó como funcionario público y rector de una escuela de periodismo que formaba críticos.
Como dirigente gremial, el hombre de letras encabezó a organizaciones de críticos y autores, y se sumaba a los esfuerzos de colegas bajo la inquietud de dignificar la tarea del crítico. Dijo que manifestó siempre un gran amor por el teatro y su expresión era: “Quien no puede escribir y comunicarse, no tiene vida”.
Al detallar otras características de Rafael Solana, la editora e investigadora Raquel Huerta Nava, transmitió al público asistente otra etapa del autor de la novela Sol de octubre: su juventud.
También habló de la etapa durante la cual formó parte de la revista Taller, al lado de una generación de reconocidos escritores como Octavio Paz, Efraín Huerta, José Revueltas y Alberto Quintero Álvarez.
En ese entonces creó el libro La juventud de piedra, donde hablaba de los jóvenes que se quedan petrificados sin hacer nada, cuando deben participar en la formación del país.
Antes de concluir lamentó que en la actualidad se haya borrado a personalidades como Rafael Solana, quien además tenía una impresionante capacidad de profetizar con la palabra.