El libro “es un punzón hacia la lectura”, coincidieron especialistas en la obra del Premio Cervantes de Literatura 2005
El Departamento de Publicaciones y Bibliotecas del Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec) presentó El mago de Viena, de Sergio Pitol, coeditado con Ediciones Era y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
La actividad se realizó el 20 de agosto en el marco del programa “Jueves de libros”, en la Galería de Arte Contemporáneo de Xalapa, y fue atestiguada por el propio autor, Premio Cervantes de Literatura 2005.
En la presentación participó la titular del departamento en mención, Claudia Domínguez, en calidad de moderadora; el joven escritor cubano, Christian Frías, y su contemporáneo mexicano, Roberto Culebro, ambos especialistas en la obra de Sergio Pitol, integrante del claustro de la UV.
El mago de Viena forma parte del “tríptico de la memoria”, en conjunto con El arte de la fuga y El viaje, obras en las que el ensayo se construye a partir de las lecturas y la biografía del autor.
“Este libro se puede ver como una novela o como un ensayo, como pequeños fragmentos narrativos hilados entre sí y que tienen conexiones con toda la obra de Pitol”, expresó Culebro; “me parece que El mago de Viena es ante todo un ejercicio narrativo de la lectura y de la experiencia del escritor.
A grandes rasgos podría leerse como la narración, la educación sentimental de un escritor”, añadió. Además, Culebro le puso los siguientes calificativos a El mago de Viena: una lectura maravillosa, una biblioteca universal, una escuela, un punzón hacia la lectura.
En tanto, Christian Frías comentó que se trata de una excentricidad más dentro de la obra de Pitol. “¿Qué es para mí El mago de Viena? Es la tradición, la manera de entender y a su vez de no creer que entiendo completamente qué soy o qué es la literatura”.
La obra es abierta, generosa, porque contrario a otros escritores que tratan de ocultar sus influencias, Pitol las exhibe. “No importa que uno no conozca a un Henry James, porque uno entra a esas lecturas a través de la propia experiencia de Pitol.
Esa narración que nos entrega, relacionada con un texto de James, es una vía maravillosa para entrar a la lectura. Es ante todo un especie de punzón hacia la lectura, muy fuerte, porque un hombre se pone frente a ti y te dice ‘ésta es la lectura, ésta es mi vida’”, expuso Culebro.
Frías coincidió en que no se trata de un texto complicado: “Uno puede leer un texto de Conrad como un cuento y para nada tiene que saber que se trata de un escritor que escribió tal y tal novela, porque la manera de contar es absolutamente narrativa. No te impone un juicio sobre un autor o una literatura, simplemente te invita a leer a un autor o una historia”.