La muestra incluye piezas de pintura, fotografía, grabado e instalación
Adriana Vivanco
La Galería Universitaria “Ramón Alva de la Canal” (RAC) inauguró el 27 de febrero la exposición Sostener un diálogo: Colectiva de estudiantes, en la cual participan alumnos de la Facultad de Artes Plásticas (AP), quienes presentaron piezas de pintura, fotografía, grabado e instalación como estrategias de comunicación visual.
Entre los estudiantes que integran este colectivo resaltan Addy Daniela Vázquez, Adriana Gutiérrez, Cecilia Moreno Ruiz, Cristina Samadhi, Daniel Teodoro, Gerson García, Hugo Fiol, Indira Gabriela Cerón, Marlen Portilla, Miguel Beltrán y Sarai Ameca Servín.
“Esta exposición colectiva es la más reciente de una serie que viene de una larga tradición, del hábito y la costumbre de establecer y mantener la presencia del quehacer de los alumnos, situándolos en los espacios que corresponden con su función de productores en formación, sin postergar su inserción en eso que para muchos efectos puede llamarse ‘el mundo real’, o sea donde concurren los públicos iniciados y profanos con los que desde ya y en el futuro habrá que sostener un diálogo, deseablemente pertinente o impertinente pero eficaz”, señaló el académico Omar Gasca.
Destacó también que la exposición pretende ubicarse en el contexto del aprendizaje como un proceso de construcción: “En el terreno de la enseñanza de las artes visuales, el hecho de exponer es una necesidad, un problema y una oportunidad también para la discusión, pero sobre todo cimentación de conocimiento doble, porque está lo que se hace y lo que puede aprenderse de lo que otros dicen de ello”.
El académico enfatizó que se trata de una experiencia estrechamente vinculada con la idea de profesionalización del alumno de artes; puntualizó que es un ejercicio de fondo social y que se fundamenta en la intención de mejorar e incrementar la pericia, aptitud o competencia para ejercer la profesión o el oficio.
“Exponer es ponerse fuera y, si de estudiantes se trata, la exteriorización es de dos modos: uno que se relaciona con lo que aquéllos tienen qué decir, que pasa por la suma de experiencia, cultura, imaginación, ideas y actitud, lo que se materializa y muestra; otro, que representa la salida del aula como una práctica que refuerza la enseñanza a través de la puesta en juego de una obra que ahora será percibida y valorada entre miradas que no necesariamente son académicas y que, por lo tanto, no tienen por qué compartir las premisas del taller o del salón de clases”, concluyó.