Carlos Hugo Hermida Rosales
Omar Gasca Córdoba, catedrático de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV), aseguró que el estudiante de arte debe empezar a ser curador de sus obras y, antes de ello, de sus intenciones; tanto él como el artista profesional sabrán elaborar discursos curatoriales, presentar sus ideas en forma oral y escrita.
El académico ofreció la ponencia “Procesos curatoriales, enseñanza y práctica de las artes”, el 5 de mayo en la galería de esta institución, como parte del Segundo Encuentro Interuniversitario de Estudiantes de Artes UV-Uaemex.
Gasca Córdoba abordó la importancia de la curaduría de arte –ejercicio del conjunto de saberes que posibilitan la exposición, valoración, manejo, preservación y administración de sienes artísticos– a través del tiempo.
Declaró que si bien el término “curaduría” es de reciente creación, lo que ésta maneja siempre ha estado presente a lo largo de la historia: “Akenatón fue un gran curador al promover un estilo artístico y una revolución estética e ideológica durante su reinado en Egipto, y el Barroco fue una de las mejores y eficaces expresiones de la curaduría, ya que se utilizó como medio propagandístico de la doctrina de la contrarreforma en el siglo XVI”.
El profesor explicó también la forma en que ésta ha sido usada como medio de manipulación de masas: “Mao Tse Tung fue un gran curador, empeñado en que el arte y la literatura armonizaran con la revolución y se convirtieran en un arma para unir y educar al pueblo; dentro de nuestro país, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha sido curadora al elegir las imágenes de los libros de texto de los estudiantes y con ellos formar interpretaciones, percepciones y valoraciones”.
El también Doctor en Ciencias Humanas manifestó que pese a que en un sentido amplio el curador se concibe como un profesional, este oficio carece todavía de una estructura que permita considerarlo como disciplina.
Omar Gasca relató que así como existen artistas que detestan a los curadores, hay otros que los aman, ya que mientras los primeros los consideran oportunistas o teóricos frustrados, los segundos se sienten atraídos por el trabajo que realizan.
“La actividad curatorial artística requiere experiencia, cultura general y artística, imaginación, ideas, intenciones, audacia, un ojo entrenado y sentido común, por lo que un trabajo así jamás estará exento de polémica”, concluyó.