Señaló su Director
Karina de la Paz Reyes
El Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV), fundado en 1971, trabaja en reimpulsar los estudios de literatura hispanoamericana y consolidar los de literatura mexicana, informó su director Ángel José Fernández Arriola.
“Nos va a llevar muchos años volver a tomar el ritmo que en los setenta y ochenta tuvo la literatura hispanoamericana dentro de lo que era el centro y hoy es el instituto, pero estamos en ese interés. Y desde luego seguimos consolidando los estudios de literatura mexicana que son reputados dentro y fuera de la Universidad”, destacó.
En 1971 iniciaron los trabajos del Centro de Investigaciones Literarias, que posteriormente fue el Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias y en los años ochenta adquirió la categoría de instituto, cuyo fundador y primer director fue el argentino Mario Usabiaga.
“El instituto tiene casi 50 años. Desde 1971 se desligó de la Facultad de Letras un grupo de profesores que se convirtieron en investigadores, había también alumnos que todavía estaban estudiando la Licenciatura en Letras y algunos invitados como el maestro Mario Usabiaga, que fundó de manera oficial el Centro de Investigaciones Literarias como se llamaba entonces.”
En su inicio, el foco de interés de esta entidad académica era trabajar dos áreas básicas: la literatura mexicana y la literatura hispanoamericana. En esos años estaba el boom latinoamericano y comenzaban a ser leídos los escritores de esta región (incluso en Europa y Estados Unidos).
“Digamos que el principal foco de atención, desde el punto de vista de la investigación, fue para la literatura latinoamericana y después se añadió la teoría literaria. Ahora tenemos una mayor fuerza en la literatura mexicana, porque el trabajo de nuestros colegas investigadores está enfocado en gran parte al estudio de ésta.
”Pero desde que evolucionó en el posgrado de la Maestría en Literatura Mexicana hacia el programa terminal del Doctorado en Literatura Hispanoamericana (con las opciones para estudiar literatura o teoría literaria), hemos tratado de impulsar la literatura latinoamericana”, detalló.
Fernández Arriola remarcó que están en una reapertura de los estudios latinoamericanos porque es una exigencia de los mercados académicos dentro del programa de internacionalización de la UV. “Es más fácil que estudiantes extranjeros vengan a estudiar literatura hispanoamericana que mexicana”.
Valiosa labor editorial El IIL-L está integrado por 30 investigadores y técnicos-académicos, que sumados con becarios, personal de apoyo y administrativos suman 48 personas, que a su vez están distribuidos en cuatro cuerpos académicos: Problemas de Teoría Literaria, Poética Literaria Hispanoamericana, Estudio Filológico de la Poesía y Novela Mexicanas, y Diálogos Interdisciplinarios en la Literatura Hispanoamericana.
El funcionario y académico detalló que hay varios enfoques para los estudios y cada investigador tiene absoluta libertad para ejercer su método.
Por ello desarrollan desde teoría literaria, estudio de obras y de autores, hasta la fijación filológica de las ediciones críticas. También está la divulgación, a través de sus dos revistas Semiosis y Texto Crítico, y la edición de algunos textos en sus colecciones Cuadernos, Rescate, Clásicos Mexicanos y Manantial en la Arena.
De acuerdo con el portal del IIL-L (www.uv.mx/inslit), Semiosis “es una publicación seriada que aparece cada seis meses, y privilegia las aportaciones, los planteamientos, los debates y las reflexiones de carácter teórico en las disciplinas de la literatura, la filosofía, la lingüística, la historia y la antropología. Asimismo, se interesa por las interpretaciones y los análisis fundamentados en un marco teórico y conceptual riguroso”.
La revista Texto Crítico “es la precursora de las numerosas publicaciones del IIL-L y desde hace casi tres décadas ha dado a conocer las aportaciones del instituto acerca de las letras de América Latina, prestando especial atención a la literatura mexicana, lo cual le ha permitido constituirse en uno de los más importantes espacios para la crítica literaria, pues sus páginas presentan novedosas rutas para el ejercicio de la literatura comparada; asimismo, la filosofía, la sociología y la antropología y otras disciplinas enriquecen sus enfoques, haciendo posible así calar hondo en la lectura”.
Añade que Texto Crítico “ha alcanzado gran difusión en México, Estados Unidos, América del Sur y Europa, y dio origen a la Asociación Internacional de Revistas Literarias”.
Dicho portal institucional también indica que a partir de 1976 comienzan a publicarse los títulos de la Colección Cuadernos, “que está formada fundamentalmente por ensayos, tratados y teorías, análisis de obras específicas y estudios panorámicos o sistemáticos del cuento a la novela, la creación, la sociología y la semiótica del texto literario.
Nombres que hoy son ejemplares aparecen como autores de estos libros: Emir Rodríguez Monegal, César Rodríguez Chicharro, Francoise Perus y otros”. Añade que, como su nombre lo señala, la Colección Rescate “pretende recuperar textos difíciles de hallar y cuyo valor está fuera de toda sospecha.
En ella se privilegia la divulgación de obras de autores veracruzanos de fines del siglo XIX y principios del XX. Incluye cuento, poesía, novela, crónica, testimonios históricos. Muchos de los títulos son ediciones facsimilares. Cada volumen se acompaña de un prólogo escrito por un especialista, generalmente del instituto”.
Por su parte, la Colección Clásicos Mexicanos “ofrece obras de autores de gran importancia, tanto por su calidad como por los elementos que aportan a la literatura contemporánea de México. Presentadas con gran propiedad, en formato grande, con acompañamiento crítico fruto del trabajo acucioso de investigadores de primer nivel”.
Sobre Manantial en la Arena, indica que se trata de una “breve colección que incluye ensayo, poesía, traducciones griegas, latinas e italianas, estudios literarios y un rescate de tipo bastante curioso: dos obras del padre del poeta Salvador Díaz Mirón, don Manuel Díaz Mirón, cuya influencia en el bardo no debe soslayarse”.
Ángel José Fernández comentó que no hay dinero que alcance para los proyectos de carácter académico, por lo cual es difícil llevarlos a cabo. Sin embargo, cuentan con otras fuentes de financiamiento como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
También compartió que conforme ha ido creciendo la investigación, se le ha dado importancia a los posgrados, muestra de ello es que actualmente tanto la Maestría en Literatura Mexicana como el Doctorado en Literatura Hispanoamericana, creados en 1990 y 2011, respectivamente, forman parte del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Conacyt.