Steve Turre, Horacio “El Negro” Hernández y Martin Nevin compartieron experiencias y conocimientos
José Agustín Castellanos
Steve Turre, Horacio “El Negro” Hernández y Martin Nevin presentaron sendas clases maestras en el 7º Festival Internacional Jazzuv, el viernes 23 de octubre, en la Casa del Lago de la Universidad Veracruzana (UV), ante un público ávido de escucharlos, compuesto principalmente por estudiantes del Centro de Estudios de Jazz (Jazzuv).
Turre, nacido en La Paz, Bolivia, pero de nacionalidad estadounidense, compartió sus experiencias en la ejecución del trombón en distintos ritmos contemporáneos, a través del tiempo. “Conocí y estuve cerca de muchos músicos que nutrieron mi formación musical”, expresó.
Inició el recorrido histórico con la orquesta del trombonista Al Grey, de quien adoptó el uso del plunger, “herramienta que se puede construir con un destapa caños”, expresó y compartió múltiples ejercicios a partir del swing. “No se trata de los tonos sino del sentido colectivo del ritmo, del groove”, agregó, pues en cada región la gente tiene sentidos distintos del ritmo y de la música.
Como sus influencias musicales mencionó a la orquesta de Edward Kennedy “Duke” Ellington, de quien adoptó el uso del pixie, una herramienta que se ha perfeccionado en la actualidad.
“En sus inicios estas herramientas se construían a partir de objetos rígidos y poco prácticos, pero con el tiempo se han desarrollado especialmente para los trombonistas”. La siguiente fase fue el bebop con Charlie Parker: “Así, a través de orquestas la música se iba desarrollando; la armonía, la técnica y las frases se han sofisticado. El objetivo es no sólo leer las notas de las páginas sino aportar una interpretación personal, la música sigue avanzando, desarrollándose, y cada vez es más sofisticada”.
En tanto, Horacio “El Negro” Hernández compartió con un multitudinario público su desarrollo musical como baterista: “Desde temprana edad me incliné por la batería, pero no es que nos convirtamos en percusionistas; sin embargo, es muy importante que conozcamos todos los instrumentos y sus tesituras, entender la conversación que se da entre ellos”.
Sólo existe una manera de aprender esto, expresó: “Se trata de conocer ritmos que nos han dejado todos los grandes maestros; no debemos encerrarnos en el estudio, debemos escuchar música, estudiar la historia, cómo tocó el primer baterista y cómo ha ido evolucionando hasta lo que conocemos en la actualidad”.
Enseguida, comentó que el estudio de la batería tiene dos factores fundamentales: la técnica y la precisión; “es nuestra labor tocar con exactitud y con adecuada precisión.” Dijo que en una agrupación todos los músicos –sin importar instrumento– deben tener la misma exactitud rítmica que tiene un baterista.
“Los bateristas no somos ni tenemos que ser responsables de que el tiempo de un grupo sea bueno; si nuestro tiempo es bueno pero el de los demás es malo, se crea un desastre”.
Por último, expresó que la música salvó su vida: “Me alejó de estar en la esquina perdiendo el tiempo, me salvó de la cárcel, y me ha llevado a lugares maravillosos, como estar aquí”. Por su parte, Martin Nevin valoró el trabajo del Jazz House Collective, integrado por alumnos y egresados del Jazzuv.
El colectivo salió avante ante la opinión del destacado bajista norteamericano. Nevin reconoció la interpretación del grupo y celebró los arreglos hechos por David Barrera Osornio, estudiante del Jazzuv. Entre las observaciones que el maestro dirigió al Jazz House Collective, dijo que el objetivo de la sección de los alientos es encontrar un sonido lineal, “todos están tocando las mismas notas pero parece que la articulación y el fraseo son un poco diferentes. Poniendo atención a estos detalles lograrán que la calidad de la banda suba”.
Reconoció el trabajo del guitarrista y pianista del colectivo y sugirió experimentar nuevas formas de tocar juntos para lograr un sonido más ligero.
“Deben hablar de acompañamiento”. También sugirió mejoras en las texturas y propuso nuevas acciones en las que intercambien roles: “Pueden ser mucho mejores si observan su pieza como una melodía y no sólo copian las líneas de otros instrumentista, deben tocar lo que la música dice”.
El arreglista David Barrera expresó: “Decidimos hacer un colectivo entre amigos, somos instrumentistas y arreglistas. No todos los arreglos son míos, también participan los demás compañeros”.
Respecto a las clases maestras, David expresó su interés por los artistas convocados: “Vienen músicos extranjeros que nos comparten diversos conocimientos; el Festival es muy bueno para nosotros y para el jazz en general, para su difusión más allá de las grandes capitales”.
El 7º Festival Internacional Jazzuv concluyó el domingo 25 de octubre y se caracterizó por la asistencia e intervención de estudiantes y público en general dentro de un ambiente de éxito, en el que destacaron las clases maestras y los conciertos.