Carlos Hugo Hermida
La mujer del puerto y Janitzio inauguraron tendencias en la musicalización de la industria cinematográfica mexicana de 1930, las cuales dominaron esa década y parte de la siguiente, afirmó Jaqueline Ávila, investigadora de la Universidad de Tennessee, al impartir la conferencia magistral “Musicalizar la muerte en el cine mexicano de 1930”.
Durante las V Jornadas Funerarias “La muerte en las letras y otros escenarios…”, Jaqueline Ávila destacó que México posee una tradición antiquísima de abrazar y celebrar a la muerte, por ello las representaciones de ésta son comunes en las artes visuales de inicios de siglo XX, como las catrinas de Posada, los murales de Diego Rivera e incluso filmaciones como las de Sergéi Eisenstein.
Las obras cinematográficas La mujer del puerto (dirigida por Arcady Boytler) y Janitzio (de Carlos Navarro) comparten finales trágicos, en los cuales la muerte redime a sus protagonistas femeninas, quienes son forzadas a entrar en circunstancias que comprometen su posición en sociedad.
La mujer del puerto, película estrenada en 1934, basada en un cuento de Guy de Maupassant, fue una obra controvertida por manejar temas prohibidos para la época, como el incesto y la prostitución, planteando una variedad de asuntos que revelan las inquietudes de la sociedad de la época, en la cual el Estado buscaba unir un pueblo fragmentado bajo el símbolo de la bandera.
La música dentro de esta obra juega un papel fundamental, ofreciendo escenas contrastantes; en una de ellas el ambiente carnavalesco se fusiona con un cortejo fúnebre creando un ambiente grotesco, contradiciendo el estado de ánimo de lo que se ofrece en la pantalla; mientras en otra, la protagonista entona la canción Vendo placer, la cual va acorde con el sentimiento expresado.
Dentro de la cinta Janitzio la música tiene un papel más preponderante aún, ya que al haber pocos diálogos el sonido es fundamental; la banda sonora toma el papel de diálogos ilimitados. Aquí las interpretaciones musicales van acorde con lo ocurrido en pantalla, llenando las escenas de pasión y dramatismo.
Es de suma importancia llevar a cabo este tipo de proyectos, finalizó Jaqueline Ávila, ya que en esa época las películas fueron de suma importancia para el crecimiento y posicionamiento de México como nación, tanto dentro como hacia el exterior, y la música de éstas jugó un papel fundamental en ello.