Autor de Autobiografía póstuma
Luis Zapata, reconocido escritor de la novela El vampiro de la Colonia Roma, se unió al catálogo de la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV) con su libro Autobiografía póstuma, que fue presentado en la XXXVI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM).
La historia se centra en el escritor marginal Zenobio Zamudio, quien abandona la limitada vida de su pueblo San Mateo del Río para irse a estudiar letras hispánicas en la Ciudad de México. Frágil, apasionado y enfermizo, fallece y desde la muerte narra su vida.
Marco Tulio Aguilera Garramuño, presentador de la Autobiografía póstuma, apuntó: “No hallo forma de clasificar esta obra. ¿Qué es? ¿Autobiografía soterrada? ¿Drama íntimo en tono de parodia? ¿Novela descarada? ¿Inventario de películas, de hombres desnudos, de libros leídos y escritos? ¿De éxitos y fracasos? ¿Balance de vida? ”La verdad que intentar clasificar esta obra es difícil y además ocioso.
Básicamente es una obra de lectura agradable en la que sigue la evolución de un escritor y la trayectoria íntima de un hombre al que le gustan los hombres.”
Comentó que el escritor Zenobio Zamudio, “ya muerto, relata de manera ligera, jocosa, nostálgica, episódica, melódica, cinematográfica, bucólica, escatológica y paradójica, perfectamente inocente y natural, la historia de su vida en la que el cine y la literatura jugaron un papel fundamental, así como los hombres”.
Por su parte, Sergio Téllez-Pon, escritor y seguidor de la obra de Luis Zapata, comentó que el libro llevó casi 12 años de elaboración y se armó con fragmentos publicados en las revistas Nexos y Luvina, y el suplemento cultural “Confabulario”.
Para Téllez-Pon, la novela se inscribe en la cultura póstuma como Memorias de ultratumba de Francoise de Chateaubriand, Las memorias póstumas de Brás Cubas, de Machado de Assis, o la película Belleza americana, de Sam Mendes.
Resaltó la notoria influencia del cine en Luis Zapata y recordó que a partir de enfermedades o accidentes, como la hepatitis o la caída de un árbol, le valieron para que no fuera inscrito en las carreras tradicionales como leyes o contaduría.
Y coincidió con Marco Tulio Aguilera en que la novela tiene siempre un estilo jocoso. Édgar García Valencia, director de la Editorial UV, fue el moderador.