La muestra plástica invita a observar el movimiento que se genera a partir de la vida líquida, aseguró José Springer
Adriana Vivanco
La galería mezzanine del Museo de Antropología de Xalapa (MAX) alberga la exposición Memorias del agua, de Renata Gerlero, la cual permanecerá hasta el 25 de octubre.
Respecto de la muestra, la artista compartió que “busca registrar algunas de las infinitas expresiones del agua y dejar que los procesos de transferencia y la química del grabado vayan haciendo sus transformaciones hasta el resultado final en el papel”.
Abundó al decir que a veces le gusta jugar al alquimista porque con estas imágenes puede convertir el agua en algo más: arena, lodo, tierra, viento; o como simple observadora, poder dejar en el papel de un sólo movimiento los múltiples estados químicos que preceden una etapa final.
Renata destacó que esta muestra es el resultado de dos años de trabajo en torno al tema del agua por estar relacionado con la naturaleza: “Me interesa trabajar un símbolo universal venerado como algo tan esencial del ser humano y que ha sido edificado en la gran mayoría de las culturas, incluso ha sido usado como ejemplo de conducta a seguir en sociedades orientales como la china y en la nuestra.
”En la cultura mesoamericana encontramos dos dioses del agua: Tláloc y su compañera Chalchiuhtlicue, ambos relacionados con la purificación y la creación, de ahí que resulte ser un tema importante en cualquier plano por su estética y su multiplicidad de formas.”
Por su parte, el especialista en artes plásticas José Springer resaltó que las obras de esta exposición dan cuenta de dos fenómenos, por un lado, la manera en la que Gerlero ocupa las técnicas de grabado para encontrar una expresión estética de las diversas formas acuáticas y, por otro, “dan cuenta de la impresión que logran transmitir el papel y las tintas y nos remiten al efecto estético del agua sobre nuestra percepción.