El catedrático en el Conservatorio del Liceo de Barcelona lo considera un instrumento con inmensas posibilidades técnicas
Jorge Vázquez Pacheco
Albert Julià, quien el 29 de abril interpretó el Concierto para saxofón alto y orquesta como solista con la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), indicó que su interés por la obra de Paul Creston surgió porque fue escrita cuando muchos colegas de este compositor norteamericano se lanzaban a la búsqueda de opciones sobre la denominada música de vanguardia, con experimentación en atonalismos, técnicas dodecafónicas y demás.
El músico ha estado presente en Xalapa en diversas ocasiones desde hace seis años, vinculándose con las actividades de la Universidad Veracruzana, en foros de egresados de la Facultad de Música y en actuaciones con la Orquesta Universitaria de Música Popular.
Al comentar en torno del concierto que interpretó como solista con la OSX, dijo: “Se trata de un compositor autodidacta que se inició como músico de cine interpretando en piano y órgano. Para los intérpretes, muestra un lenguaje muy particular y con sonoridades interesantes destinadas al saxofón, instrumento que conocía muy bien”.
Julià anotó que, entre las obras de Paul Creston (1906-1985) que más se ejecutan, se cuenta la Sonata para saxofón y piano y, en menor medida, el Concierto para saxofón alto y orquesta. Son escasos los autores que han depositado su atención en este instrumento, y entre los mismos destacan el francés Jacques Ibert, el brasileño Heitor Villa-Lobos o el ruso Alexander Glazunov.
La explicación es simple, indicó Julià: se trata de un aparato inventado en 1842; con él nos encontramos el caso de un instrumento para el cual no había ejecutantes y los autores mencionados escribieron para los primeros que se destacaron como virtuosos del saxofón.
“Hoy las cosas son distintas. El sax es reconocido como eminentemente experimental y lo encontramos en todos los festivales de música contemporánea. En estas corrientes de avanzada estamos en la punta del iceberg, aunque también he abordado obras de Manuel de Falla o de Ástor Piazzolla; en ambos casos no se trata de partituras originales sino de arreglos y transcripciones.
”Pero es en la música actual en la que realmente el saxofón encuentra su rol de verdadera importancia, por sus numerosas posibilidades técnicas que
nos permite hacer mucho más que con una flauta o un clarinete. Eso es lo que enseño a mis alumnos en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona, y todo lo anterior explica por qué muchos compositores actuales dedican su talento a la voz de nuestro instrumento.”
Finalmente, comentó que se ha sentido sumamente cómodo como solista con la OSX. “Lo he reiterado en repetidas ocasiones: la Orquesta Sinfónica de Xalapa es de una calidad excelente, y no porque conozca a muchos de sus integrantes, dado los años que tengo de venir a esta ciudad. Es muy atractivo y fácil tocar con esta orquesta”.
Entre los proyectos futuros de Julià, luego de su actuación con la OSX, se cuentan el registro de un tercer disco y actuaciones en festivales de Portugal y España.