Colegas, lectores, amigos y familiares le rindieron homenaje en la FILU 2015
Karina de la Paz Reyes
Una de las primeras actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2015, fue la “Mesa in memoriam al poeta Ramón Rodríguez”. Ahí, Ángel José Fernández, Mario Muñoz y Marco Antúnez coincidieron, entre otras cosas, en la autonomía con que siempre se condujo el autor de Cuartel de invierno.
El también poeta y actual director del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, Ángel José Fernández, consideró que el autor de La navaja de Occam fue un hombre novísimo, “porque fue irreverente, no siguió las escuelas –salvo la suya– porque, aunque no lo queramos creer, era un hombre erudito, informado, sabía todo.
No era un improvisado”. Incluso “rompió con las estructuras poéticas, pero instauró otras, ahí radica –en mi opinión– su verdadero arte”. El editor Marco Antúnez comentó que muchos autores con los que se podría emparentar la escritura de Rodríguez –no de su generación–, suelen tener demasiada pirotécnica.
“En el caso de Ramón, lo que pesa es la necesidad de decir algo que sea tenso y esta tensión la vemos reflejada a través del sonido, de la caída de los acentos, y la forma en la que no toma en serio aquello de lo que está hablando”.
Mario Muñoz, director de la revista La Palabra y el Hombre, recordó que Ramón Rodríguez fue uno de los fundadores de ésta, sin embargo, no colaboró en sus páginas de manera sistemática, su presencia fue modesta.
“No fue de esos autores, afortunadamente, que se engolosinan con la publicación, que constantemente tratan de estar publicando todo lo que escriben.
Yo admiro mucho a este tipo de escritores que no son muy frecuentes en la literatura mexicana, pues publican esporádicamente, pero cuando lo hacen es de forma excelente.”
En la mesa abundaron en lo “reacio” que fue Ramón Rodríguez para publicar, muestra de ello es la escasa obra que dejó. Su primer libro fue Ser de lejanías (1960), que sus amigos Sergio Galindo y Francisco González enviaron al taller sin pedirle autorización ni permiso; 26 años después salió a la luz Cuartel de invierno.
También citaron La navaja de Occam (1998) y Desciendo al corazón de la noche. Obra reunida. La mesa se realizó en el Salón “Ramón Rodríguez” del Complejo Deportivo Omega, sede de la FILU, y fue moderada por Víctor Hugo Vásquez Rentería, quien también leyó poemas del homenajeado. Cabe recordar que Ramón Rodríguez nació en Córdoba, Veracruz, en 1928 y murió en diciembre de 2014, en la capital del estado.