David Sandoval Rodríguez
Para Carolina Alexandra Ochoa Delfín, capitana de la Selección Femenil de Voleibol, cada triunfo representa el momento más feliz y apoyar a sus compañeras incondicionalmente es su principal responsabilidad como integrante de Halcones.
La capitana del equipo, quien tiene 20 años de edad, compartió que su prioridad es concluir su carrera de Cirujano Dentista. “Entreno desde los 11 años, mis papás también jugaban voleibol, gracias a ellos comencé a practicar y le tomé el gusto; además desde pequeña he entrenado con algunas de mis compañeras actuales de equipo”, dijo. Durante su primer año en la Universidad se integró a los Halcones, después se ausentó por un tiempo para reintegrarse el semestre pasado, compartió.
En ese lapso ocurrieron muchos cambios favorables para la formación del seleccionado universitario: “Tenemos un preparador físico, Juan Carlos García Mesa, que antes no existía; además, hemos implementado trabajo en alberca, en cancha, con pesas, eso me agradó mucho. Nuestro trabajo ha mejorado y eso es muy satisfactorio. Todas nos llevamos muy bien, hay mucha convivencia durante los partidos y fuera de los entrenamientos, lo cual es muy agradable”.
La relación con sus compañeras de equipo no es reciente, recordó, se remonta a los tiempos de infancia: “Con varias de ellas he jugado desde pequeña, incluso he jugado contra compañeras que vienen de otros campus, nos conocíamos de vista pero en la selección hemos comenzado a convivir y la cercanía y la amistad han aumentado, eso es muy bueno para el equipo”.
Respecto a cómo logra combinar lo deportivo con la formación académica, Ochoa Delfín señaló que sus tiempos libres en la semana trata de aprovecharlos al máximo estudiando sus materias; asimismo, el hecho de tener una compañera de equipo que estudia la carrera de Medicina ha permitido que ambas se organicen para encontrar los mejores horarios en sus experiencias educativas.
“De hecho, en los entrenamientos y en competencias todas nos llevamos materiales para estudiar o hacer tareas, siempre tomamos como prioridad la escuela; a veces no podemos venir y el entrenador lo entiende, no hay ningún problema, sabemos que primero está la Universidad.”
El respaldo también ha venido de parte de sus compañeros de clase, pues le comparten las tareas y trabajos solicitados por sus profesores, quienes también le han apoyado: “Cuando entrego un justificante, mis maestros lo reciben con gusto; incluso, en fechas de exámenes nos los aplican con anticipación, también nos apoyan en la entrega de trabajos”.
Sus familiares le han brindado apoyo total en sus actividades deportivas, pero en primer lugar está la carrera, le advierten: “Me han dicho que le eche muchas ganas a la escuela y no por estar en la Selección de Voleibol descuide las clases”.
Sus padres le han aconsejado que muestre su apoyo a todas las compañeras de equipo, “porque si en cualquier momento algo se viene abajo, hay que tratar de hacer algo que nos fortalezca, lo que hace al equipo es el esfuerzo de todas”.
La responsabilidad de ser capitana ha recaído en dos ocasiones sobre sus hombros, primero cuando ingresó a la licenciatura y en la época actual en la que ha vuelto a ocupar el cargo. “Como capitana debo aprenderme el reglamento completo para poder aplicarlo durante el juego, si veo que alguna integrante del equipo contrario está cometiendo alguna falta, debo acercarme al árbitro para hacérselo saber”.
Los entrenamientos son de dos horas diarias durante toda la semana, inician con trabajo de pesas, dependiendo el plan que tenga el preparador físico; posteriormente trabajan en cancha el remate, voleo, recepción, servicio y en el verano pasado comenzaron con trabajo en la alberca universitaria.
Sus rutinas iniciaban con un momento de relajación y después realizaban trabajo de fuerza, al concluir iban al gimnasio y después a la cancha.
La universitaria recordó que el momento más difícil que le ha tocado superar como integrante de la Selección de Voleibol ocurrió cuando en el juego por el pase a la Universiada 2014 perdieron contra el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Puebla.
Respecto al momento más feliz que le haya traído el deporte, reconoció que no lo vivió con el equipo porque no estaba presente, “pero fue cuando obtuvieron el pase a la Universiada 2015 en Nuevo León, fue muy satisfactorio. De los momentos en los que yo haya estado, creo que todos cuentan, las salidas que hemos tenido, los resultados obtenidos hacen los momentos más felices”.