Claudia Peralta y David Sandoval
La Universidad Veracruzana celebró en noviembre de 2016 sus primeras dos décadas de autonomía, facultad que le ha permitido autogobernarse, rendir cuentas a la ciudadanía y preparar a los profesionales que habrán de construir una mejor sociedad.
Entrevistados al respecto, académicos de esta casa de estudio destacaron la participación de las autoridades y miembros de la comunidad universitaria en el ejercicio y defensa de la autonomía.
Una forma de vida: Ricardo Corzo
Ricardo Corzo Ramírez, integrante de la Junta de Gobierno (JG) de esta casa de estudio, señaló que la autonomía debe considerarse una forma de vida y un proceso institucional, ya que cada integrante de la comunidad académica es responsable de enseñar con libertad de cátedra y cada autoridad debe manejarse de acuerdo al interés de su comunidad. “En conjunto, ambos deben tener la capacidad de autogobernarse”.
Opinó que la JG está consolidada y los procesos de elección que dirige “respetan el valor y aquilatan el liderazgo de quien va a ser elegido, porque corresponde a este órgano designar al Rector, a los secretarios de Administración y Finanzas y Académico, así como al Contralor General”.
Recordó que antes de que la Universidad fuera autónoma, la elección del Rector dependía directamente del gobernador en turno.
Subrayó que la relación de la institución con el Ejecutivo del estado es de respeto; sin embargo, éste no puede tener injerencia en las decisiones de la Universidad.
“Que el poder político no intervenga en las cuestiones académicas, científicas, humanísticas y artísticas es una tendencia que nos distingue en América Latina”, destacó
Corzo Ramírez aseveró que dichas áreas necesitan tener independencia para ser creativas y logren formar profesionistas libres; en consecuencia, la institución no debe apegarse a ningún interés mercantil o religioso.
Universidad viva, participativa y crítica: Elena Rustrián
La ex presidenta de la JG, Elena Rustrián Portilla, puntualizó que es claro que la autonomía es un “parteaguas” en la historia universitaria.
Haberle otorgado autonomía a la máxima casa de estudio, le ha permitido actualizarse a los tiempos, evolucionar y recuperar su papel social, subrayó.
La institución cuenta con autonomía académica; sin embargo, la presupuestal y administrativa no se da y limita un poco el actuar universitario, pues de algún modo las estructuras que crea el Estado representan un mayor control de los recursos, opinó.
Enfatizó que la autonomía es “lo que nos permite tener una universidad viva, participativa y crítica”, y para fortalecerla debemos ser responsables, críticos y solidarios, aceptar la diversidad de pensamiento, tener capacidad de ir hacia delante.
Agregó que la autonomía es un proceso institucional “que permea en el pensar y en el actuar, así como en la toma de decisiones” y que la Universidad “no sólo es un ente formador de profesionistas, sino que tiene una visión más humanista y cercana a la realidad”.
Autonomía debe alcanzar a los Cuerpos Académicos: Ragueb Chaín
El profesor-investigador Ragueb Chaín Revuelta, señaló que la fuerza de la autonomía proviene de la comunidad universitaria, que puede tomar mejores decisiones de una forma más independiente.
Opinó que la autonomía debe consolidarse también en los Cuerpos Académicos (CA) y en los organismos institucionales que rigen la vida universitaria.
El investigador manifestó que la autonomía es un proceso institucional que debe ser cuidado, defendido y vigilado por las instancias y autoridades universitarias, en conjunto con los CA, Juntas Académicas y Consejos Técnicos que deben trabajar de manera responsable.
Para fortalecerla, expresó, no podemos depender de los recursos estatales, por el contrario, incrementarlos a partir del conocimiento y proyectos que sirvan a la sociedad.
Finalmente, consideró adecuadas las decisiones tomadas por la JG y agregó que sus integrantes, en un momento dado, determinarán si es necesario buscar nuevas formas de integrar la participación de la comunidad en las propuestas de candidatos a la Rectoría.
Ejercicio responsable: Adalberto Tejeda
El ex integrante de la JG y Premio al Decano en 2016, Adalberto Tejeda Martínez, reconoció que la institución ha ejercido su autonomía con responsabilidad en la elección de sus autoridades, el uso de recursos y la mejora en los niveles educativos.
“La Universidad ha sido ajena a presiones, no porque no lo hayan intentado agentes externos sino porque en términos generales, en un altísimo porcentaje, los integrantes de las distintas juntas de gobierno, desde la primera hasta ahora, han sido muy cuidadosos en este aspecto”, afirmó el académico.
No obstante, reconoció que la designación del Rector por parte de la JG es “muy polémica” y opinó que el gobierno universitario se debe fundar en tres pilares: “Hay una burocracia, no podemos omitirla, y es la que tiene la responsabilidad de la administración; el segundo, es que deberíamos aspirar a ser democráticos, y el tercero y quizás el más importante, es que también debe prevalecer un criterio de meritocracia académica.
”La única forma en que pueden combinarse estos tres componentes es mediante un colegio que se abra a la democracia pero que privilegie los méritos para nombrar a los burócratas, en el buen sentido del término.”
En su opinión, debe ser un colegio el responsable de dichas designaciones y planteó reflexionar acerca de la necesidad de transformar a la JG, en el sentido de hacerla más amplia para que todas las regiones universitarias estén representadas.
Tejeda Martínez mencionó que es posible aumentar el número de integrantes de la Junta, pero para ello se debe modificar la Ley Orgánica y ésta a su vez depende del Congreso del Estado: “Es un tema difícil, pero habría que intentarlo”.