Paola Cortés Pérez
El Centro Químico Biológico de Investigación y Servicios (CQBIS), de la Facultad de Ingeniería Química Farmacéutica Biológica (QFB), comprobó que es posible obtener recursos financieros de la iniciativa privada y la federación, tras demostrar que sus proyectos son viables.
María Rita Virginia Saavedra Vélez, coordinadora del centro y académica de tiempo completo adscrita al Instituto de Neuroetología, recordó que una de las recomendaciones de los organismos acreditadores fue impulsar el quehacer científico entre los estudiantes.
El primer paso que dieron los profesores que laboraban en los institutos, narró, fue involucrar a los estudiantes en trabajos experimentales con animales, los cuales se hacían en el bioterio, que poco a poco se acondicionó para el área de investigación y alojar a los animales.
Dos años más tarde los profesores, en coordinación con la Dirección de la Facultad, acordaron impulsar un proyecto piloto que incluyera a los estudiantes en actividades de investigación, desde su ingreso hasta que concluyeran sus estudios profesionales, fue así que nació el Grupo Lumo.
«Creemos que a través de estas experiencias los muchachos adquieren muchas competencias, afortunadamente varios estudiantes tomaron la decisión de incorporarse, pero la limitante era el espacio.»
En la búsqueda de un espacio, relató Saavedra Vélez que durante un recorrido por las instalaciones de QFB encontraron una bodega que estaba subutilizada, se trataba del almacén general. «Solicitamos a los directivos de la Facultad que nos permitiera usarlo, con el compromiso de que nosotros acondicionaríamos el espacio.
«Una fortaleza que siempre ha tenido la Facultad de QFB es que un gran número de investigadores imparten clases, esto propicia que los estudiantes tengan un abanico muy grande de posibilidades para insertarse en el campo de la investigación.»
Grupo Lumo
Surgió para apoyar las actividades educativas de la Facultad, así que cada año participa en el programa «Conoce tu Universidad» para organizar una bienvenida, plática y recorrido para los alumnos de nuevo ingreso.
«La idea es lograr que los estudiantes se interesen en la investigación, aunque sabemos que no todos ejercerán este campo, sabemos que pueden adquirir competencias que les facilitará su desempeño no sólo en términos académicos sino profesionalmente.»
En la actualidad, abundó, alrededor de 25 alumnos participan en el grupo, por ello la necesidad de contar con un espacio donde no sólo pasen sus tiempos muertos sino que también aprendan.
«Tenemos alumnos de todos los periodos, aquí han encontrado la confianza para realizar sus tareas, reciben asesoría para algunas experiencias educativas –ya sea de sus propios compañeros o de otros profesores–, además se involucran en las actividades de investigación que se hacen en este espacio.»
En el CQBIS participan los docentes Gabriel Arturo Soto Ojeda, Gabriela Alcántara López, Mauro Antonio Villanueva Lendechy, María Rita Virginia Saavedra Vélez, y algunos otros de manera esporádica.
Hace tres años se autorizó que profesores y estudiantes integrantes del Grupo Lumo usaran el espacio que ocupaba el almacén general, para realizar sus actividades y prácticas académicas, recordó María Rita.
Al asumir la responsabilidad de acondicionar el espacio, contó que se dieron a la tarea de buscar donaciones en la iniciativa privada o gubernamental, ya sea al participar en convocatorias o al presentar proyectos de investigación.
«El último año y medio ha sido muy fructífero, obtuvimos un donativo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de tres millones y medio de pesos, nos sirvieron para adquirir equipo de laboratorio y otros materiales.»
Por otro lado, mencionó, uno de los académicos gestionó donativos en la empresa BMW Internacional, y obtuvo seis millones 250 mil pesos en especie.
«Solicitamos materiales que pudieran proporcionarnos: equipo de protección, de seguridad, cristalería, algunos reactivos, insumos en general, que fueron distribuidos a todos los laboratorios de la Facultad y para CQBIS.
«Con esto hemos trabajado, poco a poco hemos avanzado con las adecuaciones para instalar los equipos y estar en condiciones de concluir el proyecto.»
Al respecto, Jorge Manuel Vásquez Pérez, estudiante e integrante del Grupo Lumo, dijo que el CQBIS es una muestra de que al interior de la UV es posible crear espacios innovadores que permitan a los alumnos y profesores desarrollar proyectos científicos.
«Creamos el binomio profesor-estudiante que permita sacar provecho académico, crear proyectos que beneficien directamente a la Universidad y dejarle algo por todo lo que nos brinda, porque nos da la oportunidad de participar en experiencias que no obtenemos en un salón de clase y que son importantes para nuestra formación como profesionista.»
Investigación
En CQBIS tanto los profesores como los estudiantes trabajan principalmente en dos líneas de investigación: el estudio de las propiedades farmacológicas de algunas plantas y la elaboración de productos a partir de plantas con propiedades medicinales y alimentarias.
Respecto de la primera, Saavedra Vélez explicó que buscan validar su eficacia y establecer su seguridad, ya que se conoce que algunas plantas tienen propiedades ansiolíticas y depresivas, para regular los niveles de glucosa, anticonvulsivantes y para contrarrestar el veneno de serpiente.
La segunda línea de investigación les ha permitido colaborar con otras facultades de la UV en proyectos de fabricación de pomadas, ungüentos, gel, entre otros productos a base de plantas medicinales.
«La idea es rescatar tradiciones, dar certeza en el uso de estas plantas y acercarlas a la sociedad; el objetivo es dar un servicio y elaborar productos más accesibles y seguros.»
Señaló que una de las plantas con la que más se ha trabajado en el centro es verbesina persicifolia o huichín, al encontrarle diversas propiedades medicinales: reduce los niveles de glucosa en la sangre, acelera la cicatrización, es bactericida y fungicida.
Sin embargo, advirtió que el huichín está en peligro de desaparecer, las personas la derriban porque la consideran una hierba.
«Nos ha dado más satisfacciones en términos académicos, por ejemplo con el proyecto de sus propiedades bactericidas los estudiantes Jorge Vázquez y Jahaziel Jiménez ganaron el segundo lugar en ExpoCiencias Nacional 2013.»
Vinculación
En cuanto a la vinculación con otras entidades académicas de la Universidad, instituciones y organizaciones sociales, Saavedra Vélez dijo que ha sido posible gracias a la participación activa de los estudiantes, a través del Grupo Lumo.
A nivel medio superior, comentó que han acudido a instituciones del nivel medio superior a impartir pláticas y talleres, con la finalidad de interesar y desarrollar la vocación por la investigación desde una edad temprana.
«Ha llegado gente externa a la UV a solicitar asesorías. También hemos trabajado con las facultades de Contaduría, Medicina, Biología y algunos institutos de investigación de la misma Universidad.»
Mencionó que después de la participación en ExpoCiencias 2013, los tecnológicos de Misantla, Coatzacoalcos y Alvarado les solicitaron asesoría y actualmente realizan investigación a distancia.
«Quisiéramos tener mayor impacto, pero nos limita porque sabemos que requerimos más tiempo para asegurarnos que esto se dé, sin embargo el objetivo principal es llegar a todos los sectores de la población.»
Saavedra Vélez expuso que el ideal es tener en CQBIS un laboratorio totalmente equipado, pero el verdadero reto es enseñar a los estudiantes que se puede construir un espacio de primer nivel desde cero.
«La investigación de punta no existe, existe una investigación bien hecha o mal hecha, sólo se necesita voluntad y creatividad, eso es algo fundamental que nos llevamos todos los que hemos crecido con CQBIS», finalizó.