Coincidieron profesionales de Artes Plásticas, Danza y Teatro
Adriana Vivanco
La formación profesional de los egresados de programas educativos adscritos al Área Académica de Artes es esencial para conseguir un empleo remunerado, sin embargo la constancia, disciplina, el autoaprendizaje y las experiencias que ellos mismos se proveen durante y después de la licenciatura, juegan un papel determinante para tener éxito en el ámbito laboral y forjar una trayectoria artística de calidad.
En ello coincidieron más de 20 ex alumnos de Artes Plásticas, Danza y Teatro de esta casa de estudios, quienes compartieron con Universo su experiencia en diversos proyectos de trascendencia a nivel local, nacional e internacional, de los cuales compartimos algunos testimonios.
Martha Hickman Iglesias, egresada de la Facultad de Danza, afirmó que al concluir tuvo que enfrentar varios retos, entre ellos el desconocimiento de la sociedad acerca de lo que es la danza contemporánea; sin embargo pronto encontró trabajo en la Universidad de Guadalajara gracias a que realizó sus estudios en la Veracruzana, eso le abrió las puertas laborales.
“En Danza adquirí los conocimientos, habilidades y filosofía que me formaron como artista del movimiento. Gracias a eso y al ejemplo de mis maestros pude desarrollar mi carrera. Mi formación fue completa como intérprete, coreógrafa y docente. Aunque he continuado estudiando, esa base sólida fue la que me hizo construir mi camino”, agregó.
Al compartir su experiencia como bailarina y sus satisfacciones profesionales, dijo sentirse muy orgullosa de poder vivir de y para la danza, tener siempre oportunidades abiertas y “estar constantemente en cartelera, los logros que he tenido en la formación de bailarines. Mi día a día es mi mayor satisfacción. Soy maestra de la Licenciatura en Artes Escénicas para la Expresión Dancística de la Universidad de Guadalajara desde hace 17 años, también soy la Presidenta de la Academia de Danza Contemporánea del Departamento de Artes Escénicas en la misma universidad y dirijo al grupo Transmutación Danza Contemporánea”, apuntó.
Refirió que con el tiempo y su experiencia tanto en escena como en la docencia ha aprendido que para lograr mantenerse del arte es necesario estudiar y prepararse mucho para poder generar sus propios proyectos. “Añadir pasión, vocación, disciplina y amor por lo que haces es el mejor secreto para el éxito en cualquier disciplina”, enfatizó.
En tanto Edgar Cano López, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) del Fonca y egresado de la Facultad de Artes Plásticas (AP), opinó: “Maestros como Manuel Velázquez, Per Anderson y Salvador López, entre otros, me ayudaron a crecer en mis capacidades, en mi confianza, en formular de una manera óptima y eficiente lo que creí posible cuando ingresé a la Universidad: hacer arte.
”Ahí aprendí a apelar al ojo de la institución para obtener becas, en muchos casos logré aciertos, pero hubo muchas negativas, y decidí que aún sin becas o apoyos debía llevarlo a cabo y mantenerme en constantes foros sin importar que se gane o se pierda, pues hay siempre difusión y proyección por mínima que sea, aunado a la posibilidad de darle luz y cabida a la creación de obras nuevas.”
Añadió que el trabajo en el taller le ha permitido mantener la disciplina que lo ha llevado al éxito: “Definitivamente trabajar, dibujar sobre papel y sobre piedras, pintar y proyectar ideas a futuro, llevar a cabo cada propuesta que surge, es lo que me ha ayudado. En el camino hay coincidencias, acercamientos a colegas, críticos, curadores y galeristas, pero se ajustan más mientras tu ritmo y disposición sean activos. Ya lo decía Omar Gasca en sus constantes pláticas donde hablaba de la sinergia, es un concepto con resultados si te mantienes activo, de lo contrario no pasa mucho”.
Destacó que aunque muchos consideran que es difícil insertarse en el mundo laboral, el trabajo y la confianza en lo que se hace es la clave para posicionarse: “Hay que confiar en el trabajo que uno hace, cuesta mucho tiempo y esfuerzo que los demás crean que lo que tú haces es auténtico, hay que imponerse retos, cada que superas uno te superas a ti mismo”, puntualizó.
Edgar Cano recién inició el proyecto “El centro único. Variaciones lúgubres de un paisaje moderno”, con el que fue distinguido como miembro del SNCA del Fonca.
“El proyecto está basado en la elaboración de más de 20 óleos sobre lino, de mediano a gran formato, donde se pretende la realización de un paisaje que no existe, un paisaje inventado donde suceden situaciones ficticias e irónicas de la realidad, de mi realidad dentro del contexto que me rodea.
En cada obra pretendo crear microficciones donde se vinculen una a otra a través del discurso corporal de los modelos que intervienen, será una suerte de cuadros con tintes de dramaturgia, un remix visual entre mis lienzos y las obras paisajísticas del siglo decimonónico en México.”
Compartió que también se está reeditando Animalia, donde se incluyen nuevas ilustraciones y ensayos de Rafael Toriz.
El artista plástico Rabí Montoya Galán coincidió con Edgar Cano en elegir a la UV para estudiar, debido a su reputación en el área de artes; asimismo compartió que al egresar de la licenciatura las herramientas adquiridas le abrieron las puertas para crecer en el mundo del arte en México y en el extranjero, donde ambos han tenido una gran proyección.
“Cuando salí de la escuela me envolvió el pánico acerca de lo que seguía, pero tenía claro que no debía sentarme a esperar, sino seguir trabajando ahora con más ritmo que cuando era estudiante y enfocado a lo que más me interesaba, que era la cerámica. Mi primera experiencia fue la invitación de Elsa Naveda para asistir a Nina Hole en una pieza monumental, así que estaba comenzando con el pie derecho; después tuve muchas ofertas laborales y sobre todo aprendí a trabajar como creador independiente, lo que ha sido el mayor reto y compromiso que he encontrado en mi carrera profesional, y es lo que me ha dado mayores satisfacciones.”
Montoya Galán enfatizó que para cualquier artista la base del éxito se encuentra en el trabajo y en la constancia, “saber que cuando adquieres un compromiso es porque estás absolutamente convencido que vas a disfrutar ese proceso y sobre todo no dejar de trabajar. Pablo Picasso decía: ‘Las musas existen, pero te deben encontrar trabajando’. Para mí en lo laboral no hay excusas, si algo sale mal inmediatamente comienzo de nuevo sin dar tiempo a que el enojo me invada, trato de reflexionar sobre ese error y eso me convierte en alguien con mayor experiencia”.
Además puntualizó que la formación obtenida en la UV le ha permitido insertarse en campos laborales académicos o burocráticos, “tener esas herramientas de estructura es algo indispensable para este sistema competitivo”, añadió.
Actualmente Rabí realiza un proyecto de investigación curatorial acerca de la genealogía de la cerámica contemporánea en Veracruz –de la cual derivará una exposición, próxima a inaugurarse en junio–, a la par trabaja en su taller de manera independiente, y desarrolla el proyecto para participar en la tutoría que organiza el Centro de las Artes de Guanajuato acerca de vincular el grabado y la cerámica con la participación de varios artistas del país, también realiza un trabajo curatorial para una exposición colectiva en el marco del Festival Cervantino.
Jerónimo Morquecho Bonilla, también egresado de AP, puntualizó que temía tener dificultades para encontrar trabajo o autoemplearse, pero las estrategias obtenidas en la UV le ayudaron a abrirse camino.
“De antemano sabía que la mayoría de egresados no tienen campo laboral, la situación es compleja para todos los estudiantes, muchos tienen que buscar una alternativa, como por ejemplo la docencia, dar talleres, entre otros. Las becas que otorga el estado son principalmente la mejor opción para obtener un ingreso. Vivir de lo que haces principalmente está conectado con mucho trabajo y esfuerzo, en mi caso lo que me ayudó mucho es trabajar en un taller donde el oficio y el arte funcionan perfectamente”, explicó.
Finalmente señaló que para alcanzar el éxito en el arte, como en cualquier disciplina, es necesario un verdadero aprendizaje del oficio “el saber hacer es fundamental para cualquier disciplina, ya sea visual, poesía o arte-concepto. El camino de arrojarse de lleno a lo que te gusta, es uno que vale la pena caminar”.
Oscar Martínez López, egresado de AP, estudió muchos años pintura hasta decidir dedicarse a la fotografía, a través de la cual encontró su modo de expresión y de vida, pues en la actualidad es socio de la agencia AVC Noticias. Relató que antes de estudiar artes trabajó en varios periódicos y esa experiencia le sirvió durante su carrera para perfilar su formación académica.
“Cuando terminé la escuela no me costó trabajo ingresar en los medios de comunicación, además el trabajo te obliga a tomar fotos siempre y es así como tenía un equipo completo: cámara, lentes y película. Después de quedar desempleado de un periódico que exigía mucho y pagaba poco, decidí junto con Toño Villagrán y Milton Obed arrancar una agencia de noticias, primero regional, luego estatal y ya estamos metiendo ahora cosas nacionales.”
Martínez López hizo hincapié en que los logros que ahora cosecha se deben a la constancia y la convicción de hacer las cosas lo mejor posible, actitudes que lo han llevado a lograr corresponsalías con agencias como Reuters. “Estoy seguro que si haces las cosas bien, tarde o temprano van a reconocer tu trabajo, pero eso te obliga a hacer mejor las cosas. Existe el mito de que los egresados de artes no pueden vivir fácilmente de su trabajo, pero creo que quien vive haciendo lo que le gusta es una persona afortunada y yo me considero así”.
Explicó que otro elemento para crecer en su trabajo siempre fue la humildad, el no sentirse artista y aprender a escuchar, observar su entorno para poder retratarlo y llegar al público que compra y ve las imágenes que él genera: “Tú ofreces propuestas diferentes para ilustrar un periódico y, aunque no es fácil, si insistes poco a poco las van publicando; la mayoría de nuestros clientes son periódicos y hemos logrado que confíen en nosotros”.
Calafia Piña Juárez, egresada de la Facultad de Teatro, explicó que en la UV encontró el espacio perfecto para desarrollar su lenguaje personal como actriz; destacó que aunque en la licenciatura adquirió las herramientas básicas de su disciplina, la vida fuera de las aulas le permitió explorar otros lenguajes para un crecimiento definitivo.
“Uno se va formando a los trancazos, yo creo que las escuelas son más que nada introducciones amplias, en el mejor de los casos. Luego te enfrentas al asunto de no esperar a que te llamen para un montaje y la necesidad de especializarte en algunas áreas que te son afines, procurar tus propios laboratorios, entrenamientos, búsquedas, fuentes, maestros.”
Piña Juárez aseguró que encontró la manera de abrirse camino en el mundo de las artes escénicas a través del trabajo constante y enfrentándose a nuevos retos como estructurar textos dramáticos, explorando en la dirección escénica y en todo lo referente a lo escenográfico. “Uno entiende que aunque tengas ciertos conocimientos al respecto o te los procures, es más saludable poder contar con un especialista en esas áreas y ello le da calidad a tu trabajo. Pero además, definir el tipo de teatro y artista que quiere uno ser y en esa medida encontrar las propias dinámicas laborales y espacios para desarrollarse”, ahondó.
La dramaturga originaria de La paz, Baja California Sur, compartió que el teatro le ha dado la oportunidad de viajar, vivir económicamente de él y “encontrar más preguntas que se vuelven respuestas, que reverberan de distinta forma cada vez y me enseñan a aprender a trabajar sin esperar; la fineza de lo rudimentario que puede resultar un acabado cálido y artesanal en las puestas en escena y que ello no demerita nada, es un acabado estético y de resistencia muy particular”.
Calafia Piña actualmente trabaja en la pieza Será que no me di cuenta otra vez, junto a sus colegas también egresadas de la UV, Kathleen Arce y Rielen Pineda.
Gabriela Núñez, también egresada de la Facultad de Teatro e integrante de la Compañía Nacional de Teatro desde 2008, comentó que su profesión le ha permitido alcanzar nuevas metas como la construcción, creación y perfeccionamiento de personajes, así como habitar universos nuevos en escena.
Destacó que el arte es como cualquier disciplina que requiere vocación y esfuerzo: “Creo que éste es un camino de placer pero es muy celoso, nos demanda estado de plenitud y un constante estudio de nosotros mismos, es un incesante mirar hacia dentro. Es muy agotador, desgastante y absorbente, pero es absolutamente placentero y aleccionador”.
Educación básica, otra posibilidad laboral
En el México actual las autoridades se cuestionan si el arte es verdaderamente útil para la sociedad, si tiene caso que las universidades sigan apostando a ello. Y aunque a nivel discurso se mantiene la idea de que éste es importante, no se asimila el alcance real que tendría que los artistas se insertaran en la educación básica, opinó Guadalupe Ruiz Pimentel, directora de la Facultad de Danza.
“Cuando evaluamos a quienes están a cargo de estas materias en la educación básica, encontramos que son maestros que toman algún curso de capacitación pero no están necesariamente vinculados al arte, no es la gente que lo ha vivido, que lo experimenta, que es artista y que puede transmitirlo mejor a los niños. Ahí es donde deberían estar los artistas, donde debe comenzar la labor, porque aunque se hacen muchos proyectos multidisciplinarios, no impactan al no haber entendimiento profundo del tema.”
Añadió que aunque el gobierno siempre destaca que las artes son importantes, cuando hay un recorte presupuestal éstas son siempre las primeras en sufrir.
Guadalupe Ruiz destacó que la realidad del arte actualmente se ha enfocado al virtuosismo generando competencia entre las mismas disciplinas y dejando de lado en muchos de los casos el espíritu crítico; por ejemplo, el ballet clásico tiene una posición a nivel social que sigue siendo demandada, en el caso de la danza contemporánea le cuesta trabajo ubicarse precisamente porque surge de los movimientos sociales.
“Lo que estamos generando en la UV son egresados versátiles con su trabajo, pero que tienen también una posición intelectual de autocríticos para con su trabajo y para lo que la sociedad les demande”, concluyó.
Cabe destacar que en agosto de 2014 se inscribieron 248 estudiantes a los ocho programas educativos de licenciatura que pertenecen al Área Académica de Artes.