Alumnas de Biología, asesoradas por Rafael Flores Peredo, realizan trabajos de tesis innovadores en su área
Carlos Hugo Hermida Rosales
El Instituto de Investigaciones Forestales (Inifor) acoge proyectos de tesis de estudiantes que manejan temas de vanguardia, ya sea porque no existen estudios similares en la región en que se llevan a cabo, o porque desarrollan nuevas metodologías.
Esta entidad académica, creada en noviembre de 2009 y ubicada al interior del Parque Ecológico El Haya en Xalapa, alberga los trabajos recepcionales de dos estudiantes de la Licenciatura en Biología: María del Coral Rosas Ronzón, quien desarrolla la investigación “Abundancia, uso de hábitat y éxito de captura de Marmosa mexicana en un parque periurbano de Xalapa, Veracruz, México”; y Xóchitl Zárate Tirado, quien trabaja el proyecto “Composición de los nidos de aves silvestres en parques urbanos y periurbanos de Xalapa, Veracruz, México”.
Marmosa Mexicana, marsupial desconocido en México
Los marsupiales son una supraclase de mamíferos terios, que se caracterizan por un corto desarrollo en el útero materno y completar gran parte del crecimiento agarrados a las glándulas mamarias del interior de la bolsa marsupial o marsupio. Existen unas 270 especies conocidas, de las cuales aproximadamente 200 se encuentran en Australia y las restantes en América.
Aunque se cree que el tlacuache común (Didelphis marsupialis) es el único marsupial en México, en realidad existen ocho especies distintas en el país, entre ellas el tlacuache ratón mexicano cuyo nombre científico es Marmosa mexicana, el cual habita en el sur y en las naciones centroamericanas.
La tesis de María del Coral Rosas tiene la finalidad de evaluar la abundancia de este marsupial en el Parque Ecológico El Haya y mostrar que un protocolo de trampeo con metodología de captura y uso de cebos distintos a los tradicionales, puede influir en la mayor eficiencia de captura de este espécimen para realizar estudios con él.
La joven se interesó en la Marmosa mexicana debido a que dentro de su formación universitaria estudió a los marsupiales australianos, y desde allí quiso saber qué especies de esta infraclase de mamíferos habitan en México, ya que existe poca información al respecto.
Los trabajos consisten en un muestreo de 18 días mensuales durante el periodo comprendido entre enero y agosto de 2017; a los ejemplares capturados se les toman medidas morfométricas y se les realiza una pequeña marca en la cola para posteriormente liberarlos.
Las capturas se llevan a cabo con trampas Sherman, en las cuales se introducen cuatro cebos de diferente composición: papaya con elote, manzana con arándanos, carne molida con plátano y grillos, así como el usado tradicionalmente, que se encuentra formado por avena con mantequilla de maní.
El objetivo de este estudio es crear una metodología de trampeo eficiente, que ayude a realizar estudios para conocer más aspectos de la biología de la Marmosa mexicana, así como determinar si este espécimen prefiere un hábitat específico.
Las trampas han sido colocadas en el suelo y sobre árboles, a tres o cuatro metros de altura, en dos hábitats distintos: acahual, en el que sobresalen arbustos y árboles pequeños, y bosque maduro, donde los árboles son de mayor tamaño y diámetro.
“El cebo que hasta ahora ha tenido mayor éxito ha sido el de papaya con elote, ya que mediante el uso de esta combinación se ha capturado el 50 por ciento de un total de 30 ejemplares; la diferencia entre los animales capturados en acahual o bosque maduro no ha sido significativa”, compartió la universitaria.
Agregó que es de suma importancia que la sociedad sepa de la existencia de este espécimen, el cual es prácticamente desconocido en el país, ya que es difícil avistarlo en su hábitat natural, dadas sus costumbres arborícolas.
María del Coral espera que el resultado de su trabajo de investigación sirva de base para futuros proyectos en torno a esta especie.
Supervivencia de aves, bajo amenaza por basura
La presencia de basura en nidos de aves es un problema que ya ha sido reportado en diversas investigaciones alrededor del mundo. Un estudio de la Universidad de Saint Andrews, cuyos resultados fueron publicados en 2012 en la revista Biology Letters de la Academia de Ciencias Británica, muestra que en la Ciudad de México algunas especies como el pinzón y el gorrión usan colillas de cigarro para construir sus nidos.
En su trabajo, Xóchitl Zárate busca documentar la presencia de esta problemática en la ciudad de Xalapa y sus alrededores. Para ello delimitó los lugares de estudio: los parques urbanos “Cerro de las culebras”, ubicado en Coatepec; “Macuiltépetl” y el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte, de la ciudad de Xalapa; y los periurbanos “El Haya”, “Francisco Javier Clavijero” y “Natura”.
La metodología de trabajo consiste en realizar dos visitas por mes a cada parque –de marzo a julio de 2017– para observar si los nidos contienen material antrópico; los nidos elegidos para ser analizados están abandonados; es decir, sin huevos ni polluelos en su interior, ni actividad de hembras.
Xóchitl explicó que al no encontrar material de origen natural, las hembras construyen sus nidos con diversos elementos artificiales como corcholatas, tapas de plástico, colillas de cigarro, alambre, cartón e incluso residuos de pañales.
Ello genera una problemática debido a que cuando la madre va en busca de alimento para sus polluelos, éstos se quedan solos y si tienen hambre llegan a ingerir los desperdicios con los que está construido el nido, acción que puede ocasionarles la muerte.
“La mayoría de las aves sólo ponen tres huevos, de los cuales muchas veces eclosionan dos, si a esto le sumamos que las crías mueren por ingerir desperdicios, se pone en riesgo el repoblamiento natural de la especie.”
La universitaria compartió que en los resultados preliminares de su investigación se han encontrado nidos con material antrópico en los parques ubicados en las zonas urbanas, ya que las aves que habitan allí tienen mayor acceso a desperdicios humanos.
La joven espera que los resultados de este trabajo sirvan para iniciar una campaña de concienciación en las personas, en la que se muestre cómo un acto tan simple y común, como arrojar basura en la calle, puede llegar a matar a un ave, la cual juega un importante papel ecológico como dispersora de semillas y polinizadora, entre otras funciones.
“Los parques ecológicos son un reservorio natural para especies animales que escapan de la urbanización, y muchas veces por prácticas ambientales negativas generamos graves efectos que repercuten en éstas”, expresó.
Xóchitl Zárate desea que su trabajo sea la pauta para la creación de una cultura de educación ambiental que incluya otras políticas de manejo de residuos sólidos, reducción de tiraderos a cielo abierto, así como programas efectivos de reciclaje.
Conocimiento nuevo y aplicable
Rafael Flores Peredo, investigador del Inifor y asesor de ambos proyectos de investigación, destacó el hecho de que éstos aportan conocimiento nuevo y aplicable, ya que aunque existen estudios previos que dan soporte bibliográfico a estos temas, fueron realizados en otros sitios.
Flores Peredo destacó que el proyecto “Abundancia, uso de hábitat y éxito de captura de Marmosa mexicana en un parque periurbano de Xalapa, Veracruz, México”, innova en el ámbito de conservación y manejo de recursos naturales; mientras que la investigación “Composición de los nidos de aves silvestres en parque urbanos y periurbanos de Xalapa, Veracruz, México”, lo hace en el área de políticas públicas de conservación ambiental.
El investigador afirmó que los institutos de investigación de la Universidad siempre están abiertos a los estudiantes que tengan el deseo de incursionar en la generación de conocimiento científico. Añadió que los tiempos actuales exigen que de la investigación se pase a la acción, y que los trabajos no sólo se queden en una tesis.
“El conocimiento generado debe tener un efecto positivo en la sociedad, y en el caso de temas relacionados con el medioambiente, se debe mostrar el impacto que cada acción –por más insignificante que sea– causa en el medio”, concluyó.
El Inifor
El Inifor nació a finales de 2009 a partir de tres núcleos académicos que realizan investigación en las áreas de funcionamiento de los ecosistemas forestales, mejoramiento genético forestal y aplicación integral de la ecología al manejo de los recursos forestales.
Los objetivos de esta entidad académica son: generar, difundir y transferir conocimiento técnico y científico de excelencia para el manejo forestal sostenible con responsabilidad social; formar recursos humanos capaces de desarrollar y aplicar conocimientos para el manejo forestal sostenible con responsabilidad social; establecer convenios de colaboración con grupos de investigación afines y asociaciones de productores forestales.
El Inifor imparte la Maestría en Ciencias en Ecología Forestal, además de contar con los cuerpos académicos (CA) Ecología Aplicada al Manejo de Ecosistemas Forestales; Estructura y Funcionamiento de Ecosistemas Forestales; Recursos Genéticos Forestales; y Biotecnología, Biodiversidad y Manejo de los Recursos Naturales.