En los posgrados que ofrece al gremio y estudiantado de esta disciplina se desarrolla investigación científica para intervenir en problemas cotidianos
Cecilia Escribano, Alma Celia San Martín, Susana Castillo y Alma Martínez
La discusión respecto a si el Reglamento de Profesionalización para la Enfermería, de Trabajo Social y de Terapia Física y Rehabilitación se opone a la propuesta hecha el 8 de enero de 2014 por el gobierno de Enrique Peña Nieto, motiva una serie de contradicciones que han llegado a la protesta social por parte de las enfermeras y los enfermeros que aseguran estar perdiendo los derechos obtenidos en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Las directoras de las Facultades de Enfermería de los cinco campus dieron su opinión sobre este tema.
Leticia Cortaza Ramírez, del campus Minatitlán, señaló que la profesionalización de la enfermería es un factor decisivo para lograr transformaciones y cambios de paradigmas en los procesos de atención al cuidado de la salud de los individuos y en la organización de las instituciones de salud, ya que coadyuvan a la mejora de la población en general.
Y, además, aseguró que “la profesionalización no depende de personas externas a la enfermería, es la misma enfermera quien lo decide y no va a parar porque actualmente ya existe un reconocimiento social del quehacer enfermero.”
Cortaza Ramírez enfatizó que la profesionalización de los enfermeros no nace en 2014, si no que ésta se da a través de un proceso histórico de cambios que inició en México en 1907 con la creación de la primera escuela de enfermería, para profesionalizar a las enfermeras empíricas ‘auxiliares’ como enfermeras técnicas, y fueron los propios médicos quienes se percataron de esta necesidad, y es ahí donde se delimita el campo de conocimiento.
Con esto, señaló, se prueba que la enfermería es una profesión y lo seguirá siendo a través de la historia, “muchas enfermeras han logrado incursionar en diferentes ámbitos como la investigación; actualmente hay por lo menos 20 enfermeras en el Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, lo que hace 10 años era impensable; esto habla de que los enfermeros somos profesionales en nuestro campo de acción, que es el cuidado de la persona enferma para ayudarla a recuperar su salud o colaborar con las personas sanas para prevenir enfermedades”.
En el caso de la Facultad de Enfermería campus Minatitlán, informó que está acreditada por el Consejo Mexicano para la Acreditación de Enfermería, A.C., lo cual significa calidad, prestigio y reconocimiento. Se habla de una Facultad comprometida con la calidad de sus procesos académicos, administrativos y de investigación, mismos que fueron evaluados y lograron acreditar los más altos estándares de calidad del país.
La profesión de la enfermería es vital
Para Erika Mayte del Ángel Salazar, directora de la Facultad de Enfermería en el campus Poza Rica-Tuxpan, la lucha por el reconocimiento de la profesión de la enfermería es vital pues actualmente el gremio corre también riesgo en el ámbito contractual porque perderán las categorías y, por ende, los salarios disminuirán si ésta es considerada como un oficio.
“No tenemos nada en contra de los artesanos, pero nosotras nos preparamos, hemos egresado de universidades, en este caso de la Veracruzana, en donde se cuenta con programas de estudio elaborados desde una perspectiva académica y científica, estamos preparadas para asumir los retos que nos corresponden como profesionales.”
Otro asunto no menos importante es la tabulación de los salarios, porque no se reconoce la Licenciatura en Enfermería como una profesión; “no hemos sido reconocidas como licenciadas porque en el sector salud hayun profesiograma donde incluyen categorías para asignar salarios y funciones a todos los profesionales de enfermería, con menoscabo en el pago de salarios y ahora en la profesionalización de los servicios”.
Como profesionales reúnen los perfiles y tienen la capacidad para atender a toda población que les demanda, y como formadores de recursos humanos tienen capacidad de responder a las demandas de la sociedad, por
eso es importante que se les reconozca y pague lo justo en su profesión, explicó.
Si bien es cierto que cuando ingresan al sector salud lo hacen como enfermeras generales, quienes cuentan con una licenciatura y una especialidad aspiran a un mejor nivel de escalafón y salario.
Del Ángel Salazar comentó que de bajarse a oficio se corre el riesgo que disminuya la matrícula de estudiantes de Enfermería, porque no será atractiva como licenciatura.
“La lucha es porque se respete la profesión, que se otorgue un salario digno de acuerdo a los profesionales, que en muchas de las ocasiones trabajan dobles jornadas con muchas carencias para atender los pacientes.”
Desde su punto de vista hace falta una alianza gremial, pero con comunicación asertiva que transmita lo que está sucediendo en el movimiento a nivel nacional.
Hay colegios de enfermeras desiertos, cuando se debería escuchar la voz desde estos organismos, los cuales también deben integrarse a esta lucha por lograr políticas equitativas para el gremio.
Llamó a la unidad del gremio, porque ésta será la punta de lanza que les permitirá obtener los beneficios por los cuales está luchando.
Mejor salario a los profesionales
Ernestina Quintero Espinoza, directora de la Facultad de Enfermería del campus Orizaba-Córdoba, aseguró que el reconocimiento de la preparación académica de las enfermeras y los enfermeros es importante y debe reflejarse tanto en el código funcional como en su percepción económica.
“Son recursos humanos para la salud que han cursado un programa educativo de calidad, reconocido por la Dirección General de Profesiones mediante un título y cédula profesional, lo cual sustenta su contratación como personal calificado.”
Agregó que los principales beneficiados de la profesionalización y especialización del gremio son, en primera instancia, la institución que los contrata, debido a que es un indicador que consideran los organismos que certifican la calidad de los servicios que prestan. Asimismo, los usuarios, en función de la calidad de atención que reciben por personal altamente competente.
La universitaria también opinó sobre los cambios en el Reglamento de Profesionalización propuestos por la Secretaría de Salud (Ssa), que afectarían sus condiciones contractuales pues aunque cuenten con licenciatura o posgrado los profesionistas del ramo serían considerados como técnicos y no podrían aspirar a un mejor puesto.
Al respecto expresó: “Tengo conocimiento de que esta situación está en proceso de revisión y análisis por las instancias correspondientes, entre ellas la Secretaría de Salud. Hasta donde sé ésta ha dado apertura para el reconocimiento de los códigos de la rama de enfermería para que aspiren al puesto de Enfermera General Titulada C,
entre otros”.
Al preguntarle si tales cambios a la Ley General de Salud afectarían a quienes ejercen la enfermería, comentó: “No puedo opinar al respecto porque sé que está en revisión, se están emitiendo oficios y demás para que esta situación no signifique un riesgo”.
Quintero Espinoza sostuvo que esta disciplina sí es socialmente valorada, pues “de manera gradual ha logrado el reconocimiento como profesión por parte de la sociedad”.
Agregó que dicha percepción podría ser fortalecida por las enfermeras y los enfermeros desde que están en formación, así como mediante el desempeño que tengan con los usuarios de los servicios de salud y con los empleadores.
“Tenemos que seguir pugnando por lograr la identidad que nos corresponde como profesionales de la salud”, concluyó.
Hospitales garantizan atención con profesionales
Contar con enfermeras y enfermeros que hayan cursado una licenciatura garantiza que la sociedad reciba atención de calidad, pues se trata de profesionales especializados que están al pendiente de los cuidados médicos, con conocimientos y certificados por instituciones de prestigio, afirmó María Elena Ruiz Montalvo, directora de la Facultad de Enfermería del campus Veracruz.
La académica subrayó que los hospitales, clínicas y servicios de salud, al tener personal certificado egresado de una institución educativa acreditada, garantizan una atención de calidad a sus pacientes en cualquier estado de salud o enfermedad.
“La sociedad podrá confiar en que no se presentarán negligencias o iatrogenias en el cuidado de la salud, debido a que las enfermeras son 100 por ciento profesionales y con valores, por ello recibirán un cuidado de calidad”, puntualizó.
Ruiz Montalvo mencionó que la preparación académica da las bases científicas de lo que significa atender a un individuo en las diferentes etapas de una enfermedad y, al mismo tiempo, enseña a prevenirlas, tomando en cuenta principios, reglas y normas éticas, legales y de salud que reconocen lo importante que es el cuidado humano integral de calidad. Señaló que de ello depende el desarrollo de una institución, una comunidad, la sociedad y el futuro del país.
Destacó que la enfermería requiere una gran vocación para el servicio, sensibilidad y empatía, así como un cúmulo de conocimientos en salud, los cuales son reforzados por la certificación académica al obtener un grado de licenciatura o maestría.
A través de su tránsito por una institución de educación superior conocen las bases fundamentales de las causas que originan la enfermedad y la interacción de diferentes factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, culturales y ecológicos, por ello reconocen las acciones que se deben llevar a cabo para prevenir enfermedades.
En la Facultad se les dan bases de anatomía, fisiología, farmacología y enfermería, en la atención del niño, el adulto, adulto mayor, atención a mujer embarazada durante todo el periodo hasta el puerperio, después del nacimiento del niño, atención comunitaria, manejo de biológicos (vacunas), cuidado en el hogar, en el hospital, en el pre, trans y
post-operatorio, cuidado en la terapia intensiva.
Todo este conocimiento les sirve para identificar problemas y complicaciones que se pudieran evitar; asimismo el desarrollo de habilidades cognitivas les permite una asertiva toma de decisiones.
Al profesionalizarse la enfermería se está seguro de un cuidado de calidad y libre de riesgos para el paciente, lo que beneficia a éste y enaltece a la institución de salud pues los libera de demandas o problemas legales; por lo tanto también exigirá un sueldo de nivel profesional, al igual que un médico, dentista, nutriólogo o psicólogo. “Debe haber correspondencia entre formación, ejercicio y salario”, enunció Ruiz Montalvo.
Al respecto sostuvo que “el profesional de la enfermería comprende que trabajar con seres humanos requiere de una preparación especial y competente porque no pueden cometer errores, ya que ellos son agentes de salud y están para dar cuidado”.
También explicó la relevancia de que el ámbito laboral contrate sólo profesionales de enfermería egresados de escuelas acreditadas, “de esta manera los servicios de salud serán siempre suficientes y de calidad, ya que su personal se distinguirá por ser resolutivo, independiente, autogestivo e innovador en la solución de problemas de salud”.