Claudia Peralta y David Sandoval
Las universidades públicas enfrentan a nivel mundial diversas presiones gubernamentales y corporativas, por ello su comunidad debe reflexionar y manifestar una postura firme defendiendo el derecho a la educación, coincidieron especialistas que participaron en la celebración del vigésimo aniversario de la autonomía en la Universidad Veracruzana (UV), organizada por su Junta de Gobierno.
El 2 de diciembre, el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX) recibió a autoridades universitarias, encabezadas por la rectora Sara Ladrón de Guevara, y miembros de la Junta de Gobierno, a quienes se sumaron ex integrantes de la misma.
Elena Rustrián Portilla, presidenta de la Junta, enfatizó las presiones sobre la educación, en particular la educación superior y en específico, de la pública: “Son cada vez mayores, se imponen condiciones académicas para entregar recursos y determinar dónde aplicarlos, un de por sí ya insuficiente subsidio estatal bajo los criterios de pertinencia y excelencia”.
Señaló, además, que existe un creciente número de organismos suprauniversitarios que “no son instancias de coordinación sino instituciones que toman decisiones sobre las universidades al amparo de las leyes de educación, de ciencia y tecnología, que al final resultan ser altamente injerencistas y poco eficaces para allegar de recursos a las instituciones”, puntualizó.
Enseguida, Kishore Singh, relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación hasta julio de 2016, habló sobre la importancia del aprendizaje a lo largo de la vida y el papel que las instituciones de educación superior (IES) tienen en la impartición de una educación de excelencia.
Señaló que éstas no sólo son lugares de aprendizaje, son espacios comunitarios de la intelectualidad, que de manera autónoma inciden en el desarrollo de las naciones.
Empero, advirtió que el problema que enfrentan todas las universidades a nivel mundial es su función social, porque en varios países “están siendo sujetas a intereses corporativos y privados, y al mismo tiempo su impacto ha decrecido porque su autonomía es puesta en duda, lo que las ha hecho responsables por sí mismas de la obtención de recursos.
“Debemos tener en mente que la misión fundamental de las universidades es desarrollar la excelencia en el desempeño profesional de sus egresados de una manera objetiva, porque esto es la base del desarrollo de un país”, recalcó.
“Existen fuerzas negativas de privatización a nivel global, por ello la educación posee un interés social y público en su esencia, que está siendo minado, por ello las universidades tienen una gran responsabilidad: preservar su estatus”, agregó.
Posteriormente, John Ackerman, catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), columnista en varios medios de información y quien en 2013 recibió la Cátedra “Alfonso Reyes” de la Universidad de La Sorbona en Francia, solicitó un minuto de silencio en memoria de todos los estudiantes veracruzanos y nacionales victimizados desde el 1 de diciembre de 2012.
En su disertación, recordó que México resalta a nivel mundial por plasmar en su Constitución el derecho a la educación, a diferencia de naciones como Estados Unidos y Francia, “el Artículo 3º sigue siendo en su esencia un ejemplo a nivel internacional y en 1917 aún más, fuimos los primeros que pusimos el derecho a la educación”, recordó.
En México hay una tradición “larga y poderosa que pocos países tienen de defensa de la educación pública, gratuita y laica, de las universidades autónomas, críticas y humanistas”, afirmó.
Ante los ímpetus neoliberales y privatizadores que imperan a nivel nacional e internacional, señaló: “Lo que nos toca hacer es defender nuestras tradiciones y nuestras instituciones y universidades en general, así como la educación pública autónoma”.
Ackerman opinó que se debe recuperar la visión humanista y crítica; en ese sentido, las universidades públicas y autónomas “son las joyas que tenemos para defender a la humanidad, son el centro de la resistencia y la esperanza; tenemos que congratularnos por nuestra tradición en la materia, que en Veracruz es destacada”.
La universidad debe politizarse: Imanol Ordorika
La autonomía de las instituciones retomará una gran relevancia para la acción de defensa de la educación superior pública, pues no hay ningún compromiso que garantice la defensa de nuestras universidades, advirtió Imanol Ordorika Sacristán, académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
“No hay una relación de autonomía fija entre gobierno y universidades, por lo que debemos estar alerta en los próximos meses, ya que habrá cambios que apuntan a crear condiciones difíciles y de limitaciones entre esta relación”.
También hizo un llamado a politizar a la universidad, lo cual no consiste en orientarla hacia los procesos electorales o hacerla afín a un partido político, sino informar sobre todos los aspectos de la vida universitaria, de su interacción con lo que pasa afuera, incorporar a su participación a estudiantes y profesores de manera colegiada y darle verdaderas funciones a los órganos de representación y reestructurarlos.
Así también, consideró necesario democratizar las formas de designación de las autoridades, y dar un ejemplo desde la universidad de que la sociedad mexicana puede ser distinta.
De lo contrario, mencionó, esa realidad que parece ser más terrible, violenta, desigual, pobre y corrupta, permeará con más fuerza a las universidades.
“Antes de que cambie a un punto en el cual seamos irreconocibles, cambiemos nosotros para construir un nuevo paradigma que nos permita pensar a la universidad desde otra lógica, desde el interior de ella.”
Durante su ponencia denominada “Autonomía y política en la educación superior”, el Doctor en Ciencias Sociales en Educación por la Universidad de Stanford, llamó a defender a la universidad no por un mito histórico, sino por la profunda relación que existe con las comunidades a las que impacta, entre sus problemáticas y sus expectativas de futuro.
Señaló que si la universidad tiene fuerza y capacidad de aglutinar no sólo a su comunidad, sino a amplios sectores de la sociedad por su autoridad moral, por su incidencia en proyectos y problemas, entonces tendrá más capacidad en el ejercicio de su autonomía y en su defensa frente a una condición adversa.
Reconoció el esfuerzo de la rectora Sara Ladrón de Guevara, quien se ha encargado de hacer política, de aglutinar fuerzas para incorporarse a la defensa de la educación pública y darle una dimensión federal: “Haber dejado el conflicto entre la Veracruzana y el Gobierno del Estado en Veracruz, hubiera significado la destrucción de la universidad”.
Añadió que los integrantes de la Junta de Gobierno deben ser sensibles para romper con el paradigma histórico de erradicar la política en la universidad; además, criticó que las decisiones de una institución sean restringidas a un selecto grupo de amigos.