Concluyó el XXIV Festival de Teatro Universitario
Paola Cortés Pérez
Jóvenes universitarios entusiastas y creativos, llenos totales en todas las presentaciones y público ávido de presenciar cada una de las obras teatrales, fueron los ingredientes principales del XXIV Festival de Teatro Universitario, organizado por la Dirección General de Difusión Cultural.
A lo largo de seis días, del 19 al 24 de octubre, en la Sala “Dagoberto Guillaumin” del Teatro del Estado se presentaron 18 puestas en escena, en las que participaron más de 200 universitarios de diferentes áreas académicas.
Del total de obras, 11 fueron del campus Xalapa, de las facultades de Teatro, Arquitectura, Ingeniería Civil y Letras Españolas; las siete restantes fueron otras de las regiones de la Universidad.
Como cada año, destacó la participación de estudiantes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), principalmente de las sedes Grandes Montañas y Totonacapan, que participaron con las obras Akuayolt Emohkeh. Buscadores de corazones del agua y el bosque, y Volar con las alas rotas, presentadas en náhuatl y totonaca, traducidas simultáneamente al español.
Se presentaron tres obras por día. Las funciones iniciaban a las 19:00 horas, pero el público –en su mayoría estudiantes– hacía fila 45 minutos antes; todas las noches el lugar se llenó rápidamente e incluso resultó insuficiente ante el aforo registrado.
Así lo expresó Esther Hernández Palacios Mirón, titular de la Dirección General de Difusión Cultural, durante la inauguración: “La respuesta al Festival ha superado las expectativas, me recuerda a los festivales de hace más de 40 años, en los que participé en varias ocasiones”.
A decir de Arturo Meseguer Lima, director del Festival, gracias a la promoción a través de las redes sociales es que hubo una sobresaliente afluencia de público, “muchos se quedaron afuera y, más allá de darnos alegría, nos da mucha tristeza porque no pudieron disfrutar de las obras teatrales que presentaron los universitarios”.
Hernández Palacios y Meseguer Lima coincidieron en que se trata de un espacio donde los universitarios enfrentan el miedo con pasión y arte, de tal suerte que la cultura y el teatro se convierten en un arma y una herramienta para construir un nuevo país.
En el evento, apuntó Arturo Meseguer, se dieron cita cientos de universitarios con el propósito de hacer de la actividad teatral una meta para desarrollar una percepción más clara de la realidad humana, “fue un gran espejo donde se reflejaron todos”.
El Festival es una de las actividades más esperadas por estudiantes y académicos de diferentes facultades de todas las regiones de la Universidad, ya que les permite presentar en un escenario teatral las ideas que han desarrollado.
Así lo fue para Víctor Contreras, estudiante del último módulo de la Facultad de Teatro, quien dirigió la obra Amores imposibles, de Fernando Arrabal, la cual fue al mismo tiempo su proyecto de titulación.
Aunque ya había participado en ediciones anteriores, ésta fue la primera vez que dirigió una obra, por lo que consideró que “el Festival es la posibilidad de presentar al público el trabajo que hacemos, es una oportunidad para impulsar los proyectos que surgen al interior de la Facultad”.
Algunos de los chicos comentaron que aunque en años anteriores habían tenido la intención y ganas de participar, fue apenas en esta edición que se presentó la oportunidad. Tal fue el caso de la Compañía Teatral Luna, de la Facultad de Arquitectura, que se presentó con la obra Zilli, el Unicornio, adaptación del cuento de Luis Arturo Ramos, realizada por Magali Velasco.
Para Scarleth Alvarado y Adriana Rico, estudiantes de noveno módulo de la Licenciatura en Arquitectura, el gusto por el teatro es que les permite expresar una diversidad de posturas firmes sin necesidad de confrontarlas.
“Lo que más me gusta es que te da la oportunidad de interpretar a una persona que no eres, y tienes que convencer al público de que realmente eres ese personaje”, comentó Scarleth Alvarado.
Adriana Rico dijo que el teatro es una experiencia que le ha permitido desarrollar vínculos con sus compañeros y con ella misma, “he descubierto que puedo hacer cosas que pensé no sería capaz de hacer. Es como la canción de (Joaquín) Sabina La del pirata cojo ‘colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré’ ”.
Las chicas pertenecen a un proyecto de teatro que inició hace aproximadamente cuatro años al interior de la Facultad de Arquitectura, y en él participan alrededor de 22 jóvenes, todos estudiantes de esta entidad académica.
Entre los temas abordados en escena destacan: el amor, el desamor, los sueños por cumplir, la imaginación, la infancia, la soledad, la violencia, la interculturalidad, tradiciones.
Lo sobresaliente de las obras es que los universitarios resolvieron de manera creativa el tema del vestuario, la mayoría usó poca escenografía y mucho juego de luces; además, los actores mostraron entusiasmo y entrega en el escenario, fueron pocas las equivocaciones, o al menos las que fueron perceptibles. La constante en los seis días fue que las puestas en escena lograron involucrar y transmitir el mensaje a los espectadores.
Las actividades concluyeron el sábado 24 de octubre, con una ceremonia donde se dieron a conocer los ganadores del XXIV Festival de Teatro Universitario 2015.