Este año participaron alrededor de 90 universitarios, entre profesores investigadores y estudiantes
«Quienes tienen esa aptitud siempre están en una búsqueda más allá de una calificación»: Jesús García Guzmán
Paola Cortés y Karina de la Paz Reyes
En la tercera edición del Programa de Estancias Intersemestrales de Investigación Científica, organizada por la Dirección General de Investigaciones (DGI) de la Universidad Veracruzana (UV) y que se desarrolló del 15 de junio
a 3 de julio, participaron 51 alumnos y 40 profesores investigadores de los cinco campus, quienes trabajaron en novedosos proyectos científicos y ampliaron su horizonte académico.
De acuerdo con la DGI, la intención de este programa es fomentar el interés de los estudiantes de licenciatura por la investigación científica, promover la movilidad estudiantil al interior de la institución, contribuir con la formación académica de los estudiantes mediante la expansión de sus conocimientos disciplinares y ampliar sus opciones de formación profesional futura.
Se trata de una actividad que cuenta con las becas del Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas de la Secretaría de Educación Pública. Además, todos los estudiantes recibieron 10 créditos en el Área de Formación de Elección Libre al concluir la estancia satisfactoriamente.
Cifras oficiales de la DGI precisan que los profesores investigadores anfitriones albergaron en sus respectivas entidades académicas (21 institutos, centros y facultades ubicadas en la capital del estado) a los estudiantes universitarios: 13 de Veracruz-Boca del Río; 13 de Poza Rica-Tuxpan y la Universidad Veracruzana Intercultural; 12 de Orizaba-Córdoba; ocho de Xalapa y cinco de Coatzacoalcos-Minatitlán.
Prototipos para cosechar energía
Estudiantes de los campus Xalapa y Orizaba-Córdoba desarrollaron dos prototipos para capturar en pilas la energía mecánica que se genera al momento de pulsar un teclado inalámbrico de computadora o un control remoto de videojuego.
Ambos proyectos estuvieron bajo la dirección de Jesús García Guzmán, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), campus Xalapa, cuya premisa de trabajo es: «Los estudiantes son la fuerza motriz, la razón principal de la Universidad Veracruzana».
En entrevista para Universo, García Guzmán comentó que para participar en este programa los estudiantes debieron cumplir una serie de requisitos, entre ellos un promedio mínimo, no obstante éste no es representativo de las personas que gustan de la investigación. Quienes tienen esa aptitud siempre están en una búsqueda más allá de una calificación.
En la estancia, el profesor investigador dedicó la primera semana a integrar el equipo; que los estudiantes decidieran en qué proyecto trabajarían; los acercó a bibliografía digital especializada que al estar contratada por la Dirección General de Bibliotecas no implica costo, en particular IEEE Xplore Digital Library y Science Direct, donde se encuentran artículos novedosos, especializados y de alto impacto, además les enseñó a citar textos científicos de manera correcta. En la segunda y tercera semanas se dedicaron a desarrollar los proyectos elegidos.
Ambos proyectos están centrados en la cosecha de energía que generalmente se desperdicia (proceso conocido como energy harvesting) y concentrarla en pilas. Todo ello, bajo el fundamento de que las pilas se han convertido en un grave problema ecológico.
El primer prototipo es un teclado inalámbrico de una computadora y el segundo un control remoto de videojuego. En ambos objetos se genera energía mecánica cada vez que se presionan las teclas y botones, respectivamente. La propuesta de los chicos fue capturar esa energía y trasladarla a las pilas que el aparato en sí requiere para su funcionamiento.
«El proyecto tiene la parte química que es la energía en las baterías, y la eléctrica, que es la captura de energía. La interacción en el equipo ha hecho que todos se enteren de ambas temáticas. Ahora entre todos saben muchas cosas y veo a los estudiantes de química hablando de electrónica y viceversa. Además, yo les digo que en cualquier lugar al que se acude a trabajar uno no encuentra sólo gente de su misma área. Siempre tenemos que trabajar con personas de otras disciplinas, y en muchas ocasiones en equipo.
El científico integró un grupo con ocho estudiantes universitarios: Edén Sebastián Leonardo Rivera, Gisell Celis Ronzón, Khemisset Marcos Escobar y Liliana Pérez Martínez, de Ingeniería Eléctrica de la FIME; Javier García Castañeda, Paola Michelle Montalvo Hernández, Sandra Ivette Dolores Xochicale y María Soledad Díaz Sánchez, de la Facultad de Ciencias Químicas, campus Orizaba-Córdoba.
Edén Sebastián compartió que la estancia fue un acontecimiento nuevo en su vida, sobre todo el hecho de trabajar en equipo con personas que nunca antes había tratado y que son de otras disciplinas académicas.
«Aparte de poder convivir, aprendí. Por ejemplo, a mí me gustaría terminar la carrera de Ingeniería Eléctrica y después estudiar la de Química. Es algo que había pensado y ahora que estoy aquí, con ellos (estudiantes de Química), sé que se puede hacer algo mayor teniendo esas dos disciplinas», dijo emocionado.
Gisell Celis celebró que en la estancia académica hayan puesto en práctica lo aprendido de su disciplina y que el profesor investigador Jesús García les haya enseñado a usar el software LabVIEW (Laboratory Virtual Instrumentation Engineering Workbench), plataforma que permite diseñar instrumentos virtuales para monitorear y controlar procesos, en este caso el teclado y el control remoto con su pila capturadora de energía mecánica.
«Lo que me sorprende es que se nos haga muy fácil usar el software LabVIEW, pero es porque previamente nos dieron las bases para entenderlo», expresó Gisell. De paso, admitió que con esta estancia académica los conceptos innovar y aportar fueron ideas que le atrajeron en demasía, por eso se pronunció en el sentido de que se apoye la investigación científica, «es la base para todo y los jóvenes tenemos que seguir aportando».
Khemisset Marcos comentó que en su primer año en la UV entendió que las puertas no siempre estarán abiertas, en muchas ocasiones cada persona debe abrirse su propio camino. El mejor ejemplo para ella es que a pesar de que no reunía los requisitos para ser parte de la estancia académica, insistió y logró un lugar.
«Hay que ser positivo y saber administrar el tiempo. Para todo hay tiempo, para la investigación, salir con los amigos, hacer ejercicio. Todo se puede. El asunto es no decaer en los ánimos», expresó a manera de mensaje para la comunidad estudiantil.
Liliana Pérez dijo también estar fascinada con el software LabVIEW y, en general, con todo: la convivencia, los proyectos que desarrollaron y los nuevos conocimientos adquiridos. De paso, relató una escena de la lluvia de ideas que experimentaron: «Yo, en realidad, no sabía qué proyecto elegir. A mí se me ocurrió la de los teclados, pensé generar energía cuando pulsamos los botones, tal vez sí funcione, les comenté y otros compañeros dijeron que en los controles para videojuego también se podría generar energía. Y así, cada quien puso de su parte».
Javier García, de Ingeniería en Biotecnología, del campus Orizaba-Córdoba, comentó que está en búsqueda de un tema para su trabajo recepcional, de ahí nació su interés por participar en la estancia. Estoy probando las diferentes áreas, para ver qué es realmente lo que me apasiona y poder trabajar sobre eso, justificó.
Paola Michelle Montalvo, egresada de Ingeniería Química, del campus Orizaba-Córdoba, compartió su interés por estudiar la Maestría en Ingeniería Energética. Según ella, ese posgrado no tiene nada que ver con el programa de estudios que recién concluyó, «pero me arriesgué y vi esta estancia como una oportunidad para acercarme a lo que me interesa. Llegué y sí me está gustando más. También me sirvió para confirmar que es bueno saber de todo, ir más allá siempre».
Sandra Ivette, también recién egresada de Ingeniería Química, comentó lo enriquecedor que en general le resultaron estos días en el campus Xalapa, pero lo que más le llamó la atención es la simulación de procesos precisamente; ella tiene la intención de estudiar la Maestría en Ingeniería de Procesos, cuya sede es el campus Coatzacoalcos-Minatitlán.
Finalmente para María Soledad Díaz, de Ingeniería en Biotecnología, campus Orizaba-Córdoba, la estancia significó muchos retos: no defraudar a los investigadores que confiaron en ella y le permitieron asistir, aprender, y sobre todo, ampliar la visión académica.
«Cuando uno está estudiando la carrera se va especializando en una cosa, pero cuando empiezas a interactuar con otros ves que puedes aplicar parte de lo tuyo, aprender de ellos y así se construye una idea en sí. Con este tipo de programas (académicos) se aprende, sobre todo, a desarrollar trabajo en equipo.»
Afianzar la formación profesional
Otros estudiantes que participaron en la tercera edición del Programa de Estancias Intersemestrales de Investigación Científica, coincidieron en que esta experiencia no sólo enriquece su formación profesional sino que les amplía los horizontes académicos y personales al permitirles conocer una dinámica social diferente.
Se trata de Diana Lizeth Rojas Ruiz, Claudia Tamara Troconi Vanvollenhoven y Norma León Licona, estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación campus Veracruz-Boca del Río, así como Jafet Arroyo Méndez, de la Facultad de Historia campus Xalapa, quienes realizaron su estancia en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC).
Jafet mencionó que «las tres semanas de la estancia fueron nuestro mini-verano de investigación entre compañeros y estudiantes de la Universidad, quienes pensamos diferente pero con la misma identidad de que todos somos UV».
Por su parte, Diana Lizeth externó que permite a los estudiantes conocer espacios diferentes, «podemos observar que la metodología de enseñanza en Veracruz y Xalapa no es la misma, pese a que somos de la misma Universidad te das cuenta que es otro contexto».
Para Claudia Tamara es importante que la UV promueva entre sus estudiantes la pasión por la investigación, ésta es una forma de empezar a meter esa espinita y que en un futuro puedan llegar a ser investigadores, periodistas o historiadores. Es una buena manera de aprender.
En el caso de Norma y Jafet, quienes están en el último año de sus respectivos programas educativos, participar en
la estancia trajo consigo un aprendizaje nuevo, especialmente el uso de nuevas herramientas al momento de desarrollar su proyecto de investigación.
Te das cuenta cómo se realiza la investigación, lo cual te ayuda a adquirir herramientas; son conocimientos que nos ayudarán a hacer nuestra tesis y sobre todo para continuar con nuestros estudios de posgrado, dijo Jafet.
En tanto Norma compartió: «Para los estudiantes es muy importante que la Universidad fomente esto; por ejemplo, en mi caso particular, estoy a días de hacer mi protocolo para titularme y me amplió mucho la manera y visión en que los investigadores ven lo que vivimos en el país».
Asimismo, apuntaron que esta breve estancia es una probadita de lo que significa realizar una movilidad, «porque te permite ir a otros lados, conoces e interactúas con jóvenes que piensan diferente a ti; podríamos decir que es el primer escalón antes de pensar hacer una movilidad nacional o internacional», opinó Jafet.
En relación con su interés de participar y conocer el proyecto de investigación desarrollado por Celia del Palacio, coordinadora e investigadora del CECC, consideraron que en primera instancia decidieron participar influidos por el programa educativo que cursan, también consideraron que era importante porque aborda temáticas que pocos académicos se atreven hacerlo, como el caso de la violencia en el periodismo.
Diana Lizeth y Jafet dijeron que enterarse y conocer que hay investigadores que se animan a investigar temas que para otros son tabúes como la violencia o el narcotráfico, es un incentivo que los impulsa a desarrollar investigaciones que ayuden a comprender la realidad actual del país.
«Veo con mucho agrado que la academia y los profesores no tengan miedo de hablar sobre el tema de la violencia en el periodismo y en el país, ya que es una temática difícil de tocar y sobre todo que quieran dirigir algún trabajo recepcional de este tipo», puntualizó Jafet.
Pese a ser un programa excelente, Claudia Tamara consideró que debe hacerse mayor promoción a este tipo de actividades académicas donde se adquiere conocimiento que será de gran ayuda para los estudiantes universitarios.
Norma agradeció a la UV la oportunidad de ofrecer estos programas a la comunidad estudiantil. «Me llevo una gran experiencia, aprendí mucho, que es lo más importante».
Celia del Palacio dijo estar contenta que esta casa de estudios, a través de la DGI, promueve el acercamiento entre los investigadores y los estudiantes. «Me dio mucho gusto que vinieran alumnos motivados por aprender sobre temas y herramientas específicas que los investigadores podemos enseñarles; que se dieran cuenta cómo es realmente la actividad de investigación, con todas las dificultades que implica, porque a veces está muy idealizado este trabajo», enfatizó.