Claudia Peralta, Karina de la Paz REYES y David Sandoval
Con la entrega de las Medallas al Mérito Universidad Veracruzana (UV), la máxima casa de estudios de la entidad tiende un puente más hacia y con la sociedad, un puente que habrá de traducirse en un paso más hacia la paz, aseguró la rectora Sara Ladrón de Guevara al inaugurar el Foro Académico «Diálogos por la paz» en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2016.
El 25 de abril en el Foro «Sergio Galindo», ante una nutrida asistencia, la Rectora entregó las Medallas al Mérito UV al obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, y al colectivo Las Patronas que brinda ayuda a los migrantes a su paso por Veracruz.
«En nombre de la comunidad universitaria les entrego la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana, institución que hoy lucha también por defender otros derechos humanos que habrán de contribuir en la edificación de la paz: los derechos de los jóvenes a una educación superior gratuita y de calidad.»
Sara Ladrón de Guevara recalcó que esta casa de estudios está empeñada en alcanzar la paz prácticamente desde el inicio de la actual administración, tendiendo puentes con personas que «aquí y allá empeñan su trabajo, su capacidad, su esfuerzo, su vida misma en la consecución de la paz».
Raúl Vera expresó que recibió el reconocimiento a nombre de muchas personas, y en primer lugar están las víctimas a quienes los defensores de derechos humanos «tenemos el gusto de servir y de compartir la vida. Así es como recibo este reconocimiento que ustedes le dan, en mi persona, a miles de víctimas, quienes están marcando ya un camino distinto a este país y al mundo entero».
Vera López expresó su beneplácito porque un centro académico como la UV señale que los derechos humanos tienen que ser defendidos, que las personas que padecen la ofensa tienen que seguir siendo protegidas.
Compartió que una de las mejores experiencias para un defensor de derechos humanos es ver que las personas, pese a ser revictimizadas por las autoridades ante quienes denuncian las injusticias, continúan su lucha.
Para él, es una gran satisfacción «estar del lado del que sufre» y ver la diferencia entre quien padece las injusticias y quien las comete.
«Qué dicha sería que viviéramos en un pueblo donde nadie tenga que sufrir y nadie tenga que ser defendido, donde la dignidad humana sea respetada de tal manera que todos nos preocupáramos en hacer lo que debemos y no tuviéramos que buscar a los desaparecidos, pedir justicia, defender el territorio y el derecho a vivir», concluyó.
La semblanza de fray Raúl Vera López fue leída por José Antonio Hernanz Moral, titular de la Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa y uno de los coordinadores del Foro Académico, quien llamó al condecorado «un dominico que predica con el ejemplo».
Vera López se graduó como ingeniero químico de la Universidad Nacional Autónoma de México e inició su formación religiosa en 1968. En 1987 fue nombrado obispo de Ciudad Altamirano, Guerrero; en 1995 tomó el cargo de obispo coadjutor de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y junto con el obispo Samuel Ruiz García trabajó en el proceso de paz tras el levantamiento zapatista de 1994.
A su vez, al recibir la Medalla al Mérito UV por su ejemplo y solidaridad con los migrantes, el colectivo de mujeres altruistas Las Patronas fue ovacionado de pie por los asistentes.
A nombre de las 14 integrantes de este grupo originario del municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, Guadalupe González Herrera dedicó la condecoración a todos los migrantes que en la búsqueda de una mejor calidad de vida intentan a diario cruzar hacia Estados Unidos, a costa del peligro y la violencia.
«Esto nos impulsa e incita a seguir adelante, a asumir una mayor responsabilidad y compromiso, porque todo lo hacemos con mucho amor para ellos, estamos conscientes de su sufrimiento», expresó.
Previo a la entrega del distintivo universitario, María Esther Hernández Palacios, directora general de Difusión Cultural, hizo un recuento de la labor que durante más de 20 años ha realizado este colectivo, sin intención de reconocimiento alguno pero que ha trascendido a nivel nacional e internacional.
«Vieron en seres sufrientes a sus propios hijos, hermanos, vecinos, y decidieron que valía más arriesgar su tranquilidad, olvidarse de sus propias necesidades personales para defender a un grupo que huía de la miseria, de la guerra y de la violencia en sus países.»
Actualmente no sólo brindan alimento y apoyo al necesitado, ya que también se esfuerzan por eliminar el estigma que llevan a cuesta los migrantes, asisten en la repatriación de quienes fallecen en Estados Unidos y están interesadas en el desarrollo de la comunidad en la que viven.
Atestiguaron la imposición de las medallas Leticia Rodríguez Audirac, secretaria Académica; Octavio Ochoa Contreras, secretario de la Rectoría; Edgar García Valencia, director de la Editorial, y Magali Velasco Vargas, coordinadora de la FILU, así como estudiantes y académicos de esta casa de estudios, alumnos de escuelas de educación básica ubicadas en Xalapa, y público en general.