Única entidad universitaria con acervo de colecciones científicas debidamente registradas y técnicamente manejadas
«El reto es el diseño de un posgrado que ingrese al Programa Nacional de Posgrados de Calidad»: Alvar González Christen
David Sandoval Rodríguez
El Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) fue la primera entidad académica de investigación del Área Académica Biológico-Agropecuaria; a 35 años de su fundación busca fortalecer su presencia con la creación de un posgrado y fomentar la colaboración a nivel de redes de colaboración multi y transdisciplinaria, al interior de la Universidad y con otras instituciones.
El IIB, fundado en 1980, tiene como objetivos fundamentales la investigación y la formación de recursos humanos en diferentes disciplinas de la biología, dicho trabajo se articula en siete áreas de investigación: Biología de la conservación; Biología molecular; Biología vegetal; Biología y salud integral; Comportamiento y filosofía de la biología; Microbiología; y Zoología, explicó Alvar González Christen, director del instituto.
Mencionó que al día de hoy las fortalezas de dicha entidad académica son varias, «es un instituto bastante dinámico que tiene tres grandes áreas de investigación, la biología orientada a la salud, la biología molecular y la biología en el sentido clásico del término».
Señaló que aunque es el primer instituto que se formó en el Área Académica Biológico-Agropecuaria, es el único que no tiene un posgrado establecido.
En ese sentido, explicó que el IIB ha tenido una dinámica de crecimiento particular porque comenzó como un proyecto de investigación que dio origen a un centro, y posteriormente se convirtió en instituto.
Desde su creación, numerosos especialistas han formado parte del mismo, apuntó, ya que en su momento tuvieron líneas de investigación particulares que después se han separado del instituto por el crecimiento natural de
sus proyectos. Algunos se han cambiado al Departamento de Inteligencia Artificial, otros fueron al Instituto de Neuroetología y de ahí fundaron el Centro de Investigaciones Tropicales, otros investigadores crearon el Centro de Investigaciones Biomédicas y otro grupo fundó el Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes.
«La mayoría de los fundadores no nos iniciamos propiamente como investigadores, no tuvimos una formación para la investigación, en cambio tenemos una nueva generación de investigadores que viene con esa dinámica y le está dando un nuevo aliento al instituto», comentó.
Actualmente el IIB cuenta con casi 50 por ciento de jóvenes investigadores que tienen doctorados y forman parte del Sistema Nacional de Investigadores, seis en total; otros seis académicos están registrados dentro del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep), por lo que «están inyectando una nueva dinámica al trabajo».
A enero de 2015 forman parte del IIB 31 colaboradores, esto incluye a 16 académicos de tiempo completo y 15 integrantes del personal administrativo; por su formación profesional, nueve cuentan con el grado académico de doctorado (conformando 56 por ciento), cinco tienen grado de maestría en ciencias (representan 31 por ciento), uno con grado de especialidad y uno con grado de licenciatura; además cuenta con dos técnicos académicos de base, ambos con un nivel de formación de licenciatura.
Retos, reorganización y recursos
González Christen planteó que «en este momento se están reorientando los esfuerzos y las actividades en la búsqueda de reorganización y la consolidación de los grupos de investigación; por otro lado, el esquema de trabajo de la organización interna del instituto tiene 20 años.
«Cuando se diseñó era adecuado y en este momento comienza a estar desarmonizado con los requerimientos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de la misma Universidad, entonces necesitamos ajustar la organización para hacer más eficiente la investigación.»
Explicó que el principal problema que enfrenta actualmente el IIB es, por un lado, la necesidad de ampliar la planta académica con gente joven para consolidar grupos al interior del instituto. «Tenemos varias áreas de investigación que están conformadas por un solo investigador y eso es una debilidad, por tal motivo se requieren más investigadores para consolidar las líneas».
Afirmó que cada día se exige más el trabajo en redes, el trabajo colaborativo, interdisciplinario y transdisciplinar, por lo cual se necesitan grupos más amplios e investigadores con el dinamismo que da la juventud.
«Se requiere ampliar el presupuesto pero sabemos que estamos en una situación mundial de crisis, sabemos que no es por capricho que haya un presupuesto limitado»; asimismo reconoció que hasta hace un par de años los indicadores de producción de la dependencia habían sido bajos, «no obstante se está repuntando para demostrar que estamos haciendo bien las cosas, ya que en la medida en que se obtengan resultados habrá una mejoría en el presupuesto».
El directivo comentó que al no contar con un programa de posgrado, persiste un acceso limitado a los recursos que provengan de otras fuentes de financiamiento como el Conacyt. «El reto es el diseño de un posgrado que ingrese al Programa Nacional de Posgrados de Calidad para que podamos competir por más recursos, pero ello requiere de infraestructura».
Detalló que uno de los limitantes técnicos que existen es la infraestructura de Internet porque es lenta y requiere modernizarse, por lo que la calificó como «una insuficiente red de transmisión de datos, con poca velocidad y reducido ancho de banda, que afecta negativamente en el trabajo diario de consulta de información científica especializada y las comunicaciones electrónicas».
Docencia, productividad y vinculación
Alvar González destacó que el IIB es la única institución del Área Académica Biológico-Agropecuaria que cuenta con colecciones científicas debidamente registradas y técnicamente manejadas.
«Las colecciones científicas son espacios de investigación cuya meta es documentar la biodiversidad, para lo cual es necesario conservar técnicamente todos los ejemplares, preparados e identificados de manera correcta, tanto botánicos como zoológicos, que ingresan a las respectivas colecciones.»
Por otro lado, el instituto cuenta con seis laboratorios con técnicas específicas montadas y un laboratorio de comportamiento y filosofía de la biología.
En cuanto a las publicaciones realizadas por investigadores de la entidad, comentó que a partir de 2012 se ha logrado que 77 por ciento del total de artículos científicos elaborados por los académicos se publiquen en revistas con arbitraje internacional y registradas en el ISI Web of Knowledge, así como también en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Conacyt. «Esto confirma una tendencia favorable en la consolidación del instituto en material de producción científica».
Al interior del instituto el trabajo de investigación está planeando bajo la perspectiva de colaboración multi y transdisciplinaria a nivel de redes, tanto con pares académicos nacionales e internacionales ya que existe un mercado creciente de conocimiento científico en biología orientado a la atención de conflictos ambientales y de salud, en ese sentido se impulsa el trabajo de vinculación.
Con respecto a la labor de docencia, se participa en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado.
En licenciatura se imparten experiencias educativas (EE) en la Facultad de Biología, EE del Área de Formación de Elección Libre (AFEL) y a través del Diplomado Pedagogía Emocional para el Desarrollo Humano Saludable, registrado en el Departamento de Educación Continua.
Incluso algunos investigadores imparten EE en diversos posgrados y en la misma medida se dirigen y asesoran trabajos recepcionales, al igual que las tutorías de investigación y las prácticas de los estudiantes que realizan servicio social.
Un aspecto importante a destacar es la participación constante de los investigadores en talleres de divulgación y educación ambiental en espacios de educación no formal, manifestó; a ello se suma el trabajo que la investigadora Blanca Cortina Julio ha realizado por más de una década en la conservación del manatí, el sistema lagunar de Alvarado y el Centro Cultural Ecológico de Educación Ambiental, donde se trabaja con cooperativas integradas por los pescadores, las mujeres y sus familias.
Como lo expresa el plan de desarrollo de la entidad, el IIB ha presentado resultados de estudios en congresos locales, nacionales e internacionales; ha privilegiado la publicación del conocimiento en revistas nacionales indexadas y con factor de impacto, sin dejar de atender su compromiso social.
En el rubro de la vinculación con otras entidades educativas y de investigación, actualmente esta dependencia mantiene convenios, redes y acuerdos de colaboración académica con investigadores destacados de importantes instituciones de investigación y educación superior como el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional; el Colegio de la Frontera Sur; el Instituto de Ecología, A. C.; las universidades autónomas de Baja California, Metropolitana, de Querétaro; la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco; la Universidad Nacional Autónoma de México; la Universidad Científica del Sur de Perú; la Universidad de San Buenaventura de Bogotá, Colombia, y el Jardín Botánico de Nueva York.