«La inversión privada se orienta a los programas educativos que requieren la menor inversión»
Con la firma del TLCAN se facilitó la inversión privada, incluso extranjera, en el sector educativo
David Sandoval Rodríguez
Para Guadalupe Olivier Téllez, socióloga y doctora en Pedagogía, académica de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el incremento de universidades privadas ha ocurrido desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pero se ha vuelto evidente con las limitaciones presupuestales a las universidades públicas.
Previo a la conferencia que impartió en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), titulada «Reflexiones en torno al debate de la privatización en la educación superior», la investigadora, cuyas líneas de investigación son «privatización y resistencias en educación» y «movimientos sociales y educación», conversó acerca de la Reforma Educativa, la privatización y la calidad de las universidades públicas y privadas.
¿Por qué debe debatirse la noción de privatización educativa?
Porque tanto en el medio académico como en la esfera de la política pública se debate si los procesos de cambio que están sufriendo las políticas educativas, reorientando a la educación en México, son una privatización. Lo cierto es que la emergencia de instituciones de tipo privado en todos los sectores educativos ha sido un proceso creciente y constante, eso es indudable. Su mayor fuerza se observó en la década de los noventa del siglo pasado, en especial en el sistema de educación superior.
Actualmente se discute si en los contenidos de la Reforma Educativa propuesta por el gobierno en turno subyace una intencionalidad implícita de privatizar el sector educativo, o si los procesos de reorganización del sistema en su conjunto establecen una prebenda sobre el control laboral del magisterio
¿Afecta a la universidad pública el incremento de universidades privadas?
En el contexto actual se da lugar a dos fuerzas. Al mismo tiempo que se restringe y se limita el financiamiento a la universidad pública, por otro lado se da la apertura a la inversión de particulares, no solamente a nivel de inversiones nacionales sino también a la inversión extranjera, porque está firmado desde el TLCAN que se puede invertir en educación en este país. Esto es un cambio radical en la historia de la educación en México.
Tenemos la inversión extranjera, por ejemplo en la Universidad del Valle de México que pertenece al consorcio «Laureate» de Estados Unidos, con numerosas universidades en toda América Latina bajo este esquema; otras universidades como «Tec Milenio» tienen coinversión extranjera y nacional.
¿Esto qué trastoca? La misión de una universidad con sentido colectivo, con sentido social. Si nos damos cuenta tiene que ver con el tipo de ofertas educativas que se dan en estas instituciones, por ejemplo carreras como Mercadotecnia, Publicidad, Derecho y habría que ver el derecho con orientación hacia qué. Algo que vemos de manera recurrente en México son las especialidades orientadas a la medicina, ¿en qué se están especializando los médicos en estas instituciones? ¿En cirugías plásticas? El fin social ya está en vinculación con un deseo de ganancia, más que por ayudar a resolver los problemas de salud.
Vemos que el modelo cambia, las incentivaciones al estudio cambian, es más bien por un deseo individual y personal de obtener dinero, hacerse rico, más que proporcionar un bienestar a la gente, ello se relaciona con los propósitos de una universidad, eso es la privatización: lo mío, lo que a mí me interesa.
¿Qué impactos tendrá la Reforma Educativa en la educación superior?
La Reforma Educativa tiene mayores impactos en la educación básica y tiene que ver con procesos de contratación; impacta directamente en las formas de trabajo, pero en el terreno de la educación superior no podemos cantar victoria porque ya hay transformaciones en el Artículo 3º Constitucional y en leyes secundarias que podrían reformularse y aplicarse en la educación superior, no tendría por qué no aplicarlo el Estado, con fundamentos directos en la educación superior que pueden poner en tela de juicio las plazas de base y podría colocarnos en una nueva evaluación para saber si los profesores son pertinentes o no.
¿Cómo han crecido las universidades privadas?
Hubo una expansión a finales de la década de los noventa, aproximadamente de 1998 a 2001; lo he investigado y veo que es el pico de expansión más alta de la educación superior privada y se ha expandido en diferentes entidades, sobre todo la expansión más grande –en términos de la celeridad– ha sido en las entidades. Tengo un dato: Veracruz está entre el cuarto y quinto lugar de presencia de inversión privada con una acelerada expansión durante estos años, lo que podemos ver es que, de continuar esta tendencia, la entidad estaría en los primeros lugares en materia de inversión privada.
Esto se vuelve interesante si lo visualizamos frente a la contención de recursos públicos a la universidad pública y analizar qué relación hay entre ellos; si el estudiantado no encuentra un espacio en la educación pública, trata de buscar otras alternativas y es lo que se ha definido como «nuevos nichos de mercado»; ojo, no «nuevos nichos educativos». El término hace referencia al mercado, como cuando se encuentra un lugar donde poner una tortillería para ser más exitosos, así un empresario busca un espacio donde pueda desarrollar sus inversiones con éxito y ¿dónde lo está encontrando? En la educación superior, porque no hay lugar para todos, entonces se está rompiendo un principio que es el derecho a la educación: sólo va a la escuela quien la puede pagar, ese es un cambio histórico en nuestro país.
¿La universidad privada supera a la pública en calidad?
Ese es precisamente el tema más ríspido. Hay un polo de tensión: mientras a las universidades públicas se les exige muchísimo más control en sus recursos, en sus procesos de supervisión, en la asignación de plazas con ciertos requisitos, cuando por un lado hay mayor control y regulación, las universidades privadas están completamente desreguladas, el tratamiento que se les da es como si fueran empresas, pero con la salvedad que están inscritas dentro del ámbito educativo, entonces tienen ciertas concesiones en términos de recaudación fiscal e impuestos.
¿Qué pasa entonces? Que es más redituable poner una escuela que otro tipo de negocio en términos de impuestos, pero redunda en la calidad porque no hay una supervisión en el terreno académico de una manera profunda y exigente, lo que se ve es que estructuralmente puedan dar clases y podemos observar a simple vista casas que han sido convertidas en escuelas, donde las recámaras se convirtieron en salones de clase, colocaron un montón de mesa-bancos y pizarrones, ¿cuáles son las carreras que ofrecen?
Observamos que la inversión privada se orienta a los programas educativos que requieren la menor inversión, carreras como Derecho, Pedagogía, por ejemplo, donde lo único necesario son mesa-bancos, pizarrón y el profesor. ¿Por qué no hay inversiones en carreras como Filosofía o Química? Claro, éstas siguen siendo sostenidas por la universidad pública porque requieren una mayor inversión que el sector privado no está dispuesto a gastar, por eso decimos que hay un sentido mercantilista en todo el contexto que impacta en la calidad educativa.
¿Puede aumentar la cantidad de universidades privadas?
Pienso que esto va a depender de otros factores. En términos del proyecto educativo desde el ámbito gubernamental, sería lo deseable porque esto le restaría al sector público una presión de invertir, pero por otro lado lo que estamos presenciando es una fuerte crisis económica en donde la población no puede acceder a una educación privada que no puede pagar, independientemente de la calidad.
Hay esquemas de becas pero son mínimos, además puedo decir que es como desperdiciar tu dinero porque tampoco tienes un parámetro de calidad. Si nos damos cuenta, las universidades públicas siguen siendo las de mayor demanda y esto no es solamente por su carácter gratuito sino también porque poseen otros elementos de despliegue.
Por ejemplo, en la Universidad Veracruzana es posible tener acceso a un posgrado y después obtener una beca del Conacyt para hacer un doctorado en el extranjero. Por otro lado, en las universidades privadas estas posibilidades son muy limitadas porque sus parámetros de calidad son totalmente restringidos.
Entonces es cierto que habrá una ampliación en ciertos factores, además no tenemos una población informada que esté discutiendo este tema, los papás simplemente quieren que sus hijos estudien.
Esta idea que nos venden en algunas instituciones privadas: para que sean alguien en la vida, como si uno fuera nadie si no va a la escuela, genera un nivel de impacto en el imaginario y el sistema de publicidad en las universidades privadas es muy impresionante.
Sólo quisiera advertir que no podemos hablar de ellas de manera homogénea, hay instituciones privadas de larga data y de muy alta calidad, el problema es que la inmensa mayoría de las instituciones no lo son y algunos colegas las han definido como «universidades garaje», «universidades patito».
Les podemos dar el nombre que sea pero podemos decir que son instituciones que no responden a estándares adecuados de formación.