David Sandoval Rodríguez
Integrantes de la comunidad académica y estudiantil realizan diversos proyectos en el Parque Nacional Cofre de Perote que involucran la participación, compromiso e ideas de los habitantes de diversas localidades ubicadas en los alrededores y al interior del Área Natural Protegida (ANP).
Héctor Narave Flores, académico de la Facultad de Biología, presentó la ponencia «Aspectos socio-ambientales del Parque Nacional Cofre de Perote desde la perspectiva de sus habitantes», en la cual destacó la incidencia de los pobladores en dos consultas realizadas en 2008 y 2011 tendientes a reformar el marco legal que protege el ANP.
«Si queremos realmente una buena conservación debemos dar una verdadera participación a los habitantes», comentó al observar que los principales problemas referidos por ellos son de índole social como el desempleo, la marginación, la pobreza y la migración; en cuanto a los aspectos ambientales, la tala clandestina es la problemática más común.
A continuación, María del Rosario Pineda López, investigadora del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca), presentó «Opciones de participación de género para la protección de bosques en el Parque Nacional Cofre de Perote: productos forestales no maderables y podas».
Hizo referencia al proyecto que 60 mujeres de la comunidad El Conejo han puesto en marcha, realizando coronas navideñas y actualmente otros productos.
Dicha labor fue reconocida con el Premio Estatal al Mérito Forestal en 2014 y ha permitido la participación no sólo de las mujeres sino también de sus familias. «En Latinoamérica existen pocas experiencias en el ámbito de manejo y conservación de bosques en donde participan las mujeres, ésta es una de ellas», planteó.
Este proyecto ha sido aceptado por autoridades y pobladores de la región, «adoptado por un sector marginal de la población que son las mujeres. Esta actividad ha fortalecido la autoestima de las mujeres y han integrado la perspectiva de género en la conservación», relató.
Después, María Luisa León, representante del Programa de Compensación por Servicios Ambientales de la Cuenca del río Pixquiac, presentó «Gestión compartida de la subcuenca del río Pixquiac», y señaló que 40 por ciento del agua que abastece a Xalapa proviene de este afluente.
El proyecto de cogestión integral de cuenca surgió hace 10 años a raíz de la construcción de un libramiento carretero, al cual fue posible detener y al lograr resultados continuaron trabajando con los habitantes de la región.
Finalmente, Alejandro Negrete Ramirez e Hilario Cruz, integrantes de SENDAS, A.C., presentaron «Experiencias en la construcción de un mecanismo de compensación por servicios ambientales en la subcuenca del río Pixquiac y el inicio de una nueva experiencia en los ríos Huehueyapan y Texolo».
Negrete Ramírez explicó que la vocación ganadera ha provocado la escasez de zonas boscosas, además del crecimiento urbano; sin embargo planteó que la integralidad es un elemento que se debe considerar, incluyendo los recursos naturales, las personas y el territorio. «Todo ello conforma un patrimonio, una herencia biocultural, un ente único que interactúa y tiene una red donde todo está interconectado».
El proyecto recién ha iniciado y tiene como objetivo promover una gestión participativa e integral por parte de todos los actores que tienen influencia sobre dicho territorio.