Claudia Peralta Vázquez
Alumnos del décimo semestre de la Facultad de Medicina participan en un curso sobre reanimación neonatal, el cual tiene como objetivo incrementar las habilidades y estrategias en la atención del recién nacido, toda vez que la décima parte de ellos amerita apoyo adecuado para adaptarlo al medio externo y la mayoría sólo responde con ventilación pulmonar.
Mónica Sandoval García, instructora del curso y académica de la Facultad, subrayó la importancia de que los estudiantes próximos a cursar un año de internado en algún hospital del sector salud, tengan contacto directo con el paciente e identifiquen factores de riesgo para prevenir alguna complicación mayor en el infante.
Señaló que del 10 por ciento de bebés que nacen con alguna depresión respiratoria, solamente uno por ciento necesita de maniobras avanzadas, masaje cardiaco o uso de medicamentos.
Indicó que se trata de una etapa de urgencia, y depende de la evaluación y decisión del médico, que haya mejoría o deterioro en el diagnóstico de vida del paciente.
Sandoval García explicó que existen diversos factores de riesgo que pueden condicionar una afectación en el neonato, tales como el alto índice de partos en adolescentes o mamás con alguna enfermedad como infección en vías urinarias, aumento de presión arterial, obesidad, o cualquier otro padecimiento en la madre durante el embarazo.
Todo ello puede repercutir en un padecimiento propio del recién nacido, dijo, “de ahí la necesidad de unificar las estrategias de atención, de acuerdo a las condiciones con las que nazca, una intervención en tiempo oportuno y mejorar su adaptación a la vida externa”.
En este sentido, comentó que el curso avalado por la Asociación Americana del Corazón pretende que los estudiantes logren habilidades e identifiquen dichas complicaciones.
La especialista, quien es Jefa de Pediatría del Hospital Civil “Dr. Luis F. Nachón” e instructora de reanimación neonatal a nivel nacional, aseveró que la enseñanza consiste en repetir y analizar casos clínicos, cada vez con mayor grado de complejidad.
Es el caso de bebés que ameritan ventilación, masaje cardiaco, uso de medicamentos, o quienes incluso nacen con situaciones especiales como malformaciones agregadas.
Son diferentes estaciones de destreza, dijo, donde se estudian y practican los pasos iniciales de reanimación, ventilación con bolsa y mascarilla, intubación o masaje cardiaco, uso de medicamentos y situaciones específicas, o enfermedades propias del recién nacido.
El curso inició el 11 de mayo, tiene una duración de seis semanas y en él participan alrededor de 100 estudiantes de esta carrera del Área Académica de Ciencias de la Salud.
Alexis García Hernández, alumna de décimo semestre de Medicina, dijo que este curso será de gran utilidad para ella que está a punto de emprender el periodo de internado en uno de los hospitales de la Secretaría de Salud.
“Es un momento muy importante, ya que debemos brindar el apoyo correcto a los infantes en los primeros momentos de su vida; nosotros estamos tomando este curso porque vamos a iniciar otro periodo de nuestra carrera universitaria que es el internado.”
Señaló que como médico interno es necesario conocer muchas cosas que se emplean a nivel hospitalario y poder hacer bien el trabajo, “no tanto como médico al frente porque no lo eres, pero se tiene que hacer un buen desempeño ayudando al médico que está a cargo del paciente”.