Karina de la Paz Reyes
Uno de los problemas que México enfrenta para ser innovador tiene su origen en la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, ciencia que no debería impartirse mediante memorización, sino a partir de su aplicación en la vida cotidiana, opinó Alejandro Gómez Aguirre, matemático y coordinador del programa Aprendizaje Basado en Problemas (ABP).
Gómez Aguirre, con 43 años de experiencia en la enseñanza de las matemáticas en diferentes niveles educativos, tiene claro que en México los índices de reprobación en esa materia son muy altos y que la situación difiere respecto de los países desarrollados «como Finlandia», según lo confirman mediciones como el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).
Pero en aquellos países «no tiene sentido aprender matemáticas si no se aplican. Para qué saber álgebra, cálculo, geometría analítica, si esto no se lleva a una aplicación en la vida diaria y profesional. Se debe hacer una reingeniería de la metodología de la enseñanza de las matemáticas en la educación superior», subrayó en entrevista.
Con esa intención, el Consejo Universitario General, realizado en marzo de 2013, aprobó la creación de la Coordinación del Programa de Aprendizaje Basado en Problemas, que a la fecha está adscrita a la Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa (https://www.uv.mx/abp).
La metodología del ABP, comentó Gómez Aguirre, está basado en un método reflexivo de aprendizaje y no en uno memorista y para su aplicación es fundamental el apoyo de los académicos.
«Nosotros buscamos que el estudiante aprenda estrategias que lo lleven a resolver problemas. Esas estrategias se enseñan resolviendo problemas», explicó; «hemos diseñado cursos para algunas experiencias educativas que permitan a los estudiantes adquirir conocimientos, aplicarlos y desarrollar habilidades que les faciliten la resolución de problemas».
A la fecha han elaborado el material didáctico para las experiencias educativas (EE): Matemáticas Administrativas y Estadística Descriptiva «una más, Estadística Inferencial, está en proceso», además del Primer Curso de Cálculo.
Tan sólo la EE Estadística Descriptiva fue diseñada para los siete programas educativos del Área Académica de Ciencias de la Salud, precisó el funcionario-académico.
Para conocer los resultados que a la fecha ha tenido la Coordinación, se aplicó una evaluación a dos grupos de estudiantes universitarios «cada uno integrado con 43 personas» de las facultades de Contaduría y Administración, campus Ixtaczoquitlán y Coatzacoalcos.
Por experiencias de los profesores que imparten el curso en ambos campus, se sabe que el índice de reprobación en la enseñanza tradicional es del 50 por ciento o más. Después de impartir el curso a través de la resolución de problemas, se tuvieron los siguientes resultados: en Ixtaczoquitlán se disminuyó a 10 por ciento el índice de reprobación; en Coatzacoalcos a 35 por ciento, «esta diferencia no fue grande pero sí significativa».
Precisamente, apuntó, una de las intenciones de la Coordinación es bajar los niveles de reprobación y de deserción escolar de manera relevante en las EE de las áreas cuantitativas y cualitativas.
Los logros son favorables y tangibles pero lentos, y una de las razones es que en la UV por muchos años se privilegió el conocimiento del maestro y no las habilidades del alumno por aprender, subrayó el entrevistado.
El método basado en la resolución de problemas consta de cinco principios fundamentales: intervención del profesor, exposiciones de los estudiantes, trabajo en equipo, trabajo individual y discusión general.
«El alumno es el protagonista y con rapidez nos pone en jaque, porque escoge métodos diferentes para resolver problemas. Se trata de que las cosas vayan evolucionando y la única forma es que ellos planteen sus soluciones, no que yo les diga cómo.»