Claudia Peralta Vázquez
Cinthya Patricia Ibarra González, presidenta del Consejo Mexicano para la Acreditación de Enfermería, A.C. (Comace), afirmó que existe un déficit de personal de enfermería especializado para las áreas de oncología, geriatría y nefrología, por lo cual es necesario concienciar a los estudiantes sobre la importancia en la atención de estos grupos vulnerables.
Al dictar la ponencia “Calidad en la formación profesional de enfermería”, dentro del IV Congreso Nacional de Estudiantes de Posgrado en Enfermería, Ibarra González resaltó que el organismo que preside trabaja en la acreditación y evaluación de programas de estudio impartidos en instituciones públicas y privadas de México, a fin de elevar la profesionalización y la especialización del gremio.
Sin embargo, consideró preocupante la inclinación de gran parte de los egresados por cursar posgrados en las áreas de pediatría, quirúrgica y cuidados intensivos, cuando hay un déficit de personal para la atención de pacientes oncológicos, de la tercera edad y con daños renales.
Aseveró que cada día se eleva más el porcentaje de la población que enfrenta estas problemáticas, incluso hay más adultos mayores que niños sin personal calificado que cubra sus necesidades.
En cuanto a la responsabilidad del Comace, destacó que elevar la calidad de la educación en enfermería, así como la acreditación, son temas fundamentales para este organismo. Por lo anterior, se evalúa cada uno de los programas impartidos a estudiantes y profesionales, para garantizar que sean flexibles e innovadores.
Cinthya Ibarra, quien además es docente de tiempo completo en la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, dio a conocer que en México existen 723 escuelas de enfermería, clasificadas en públicas y privadas. De éstas, 135 corresponden al grado de licenciatura y 588 al nivel medio superior.
En el caso de las instituciones de nivel superior, informó que el 50 por ciento han sido acreditadas por Comace. Señaló que las instancias involucradas seguirán pugnando porque todas la escuelas de enfermería se acrediten.
Puntualizó que las que no cuentan con la acreditación de sus planes y programas de estudio, simplemente no tienen autorización para realizar sus prácticas en campos clínicos de dependencias de salud pública, ni tampoco pueden acceder al servicio social.
Durante su charla, la especialista contempló necesaria la heterogeneidad de los programas educativos de las licenciaturas de enfermería, toda vez que en los procesos de evaluación se han percatado de la falta de similitud, situación que no ayuda en generar la calidad y conocimiento que se busca en el personal.
Otro aspecto es la carencia en infraestructura para la formación de estudiantes en las diversas instituciones que ofertan la licenciatura, concluyó.