Luis Enrique Romano Páez
Alberto Ken Oyama, director de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Morelia, aseguró que es necesario hacer biología de conservación a diferentes escalas y construir un macrosistema de investigación para preservar los bosques templados.
El también investigador participó en el V Simposio Ecología, Manejo y Conservación de los Ecosistemas de Montaña en México organizado por el Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca), realizado en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI).
El especialista en estudios geográficos, ecofisiológicos y genético-moleculares en la materia, dictó la conferencia “Conservación de los bosques templados de México”.
Abordó el tema de la ecología de los macrosistemas, con la intención de generar preguntas en torno a los procesos y patrones que interactúan en dichos organismos y tratar de dar respuesta a las preguntas planteadas a diferentes escalas, ya sean regionales o continentales.
La intención de la conferencia fue integrar información de diferentes campos del conocimiento, no solamente ecológicos y genéticos sino también geológicos, meteorológicos, entre otros, y generar una complementación informativa de los diferentes campos.
Oyama aseguró que los nuevos estudios ya no contemplan hipótesis clásicas llenas de supuestos, sino que con la gran cantidad de información existente es posible gestar nuevos recursos científicos que dejen de lado las respuestas lineales y se trate de estudios construidos de forma integral con base en una jerarquización informativa.
Añadió que la misión más complicada para los profesionales de esta área es recuperar y restaurar todos los procesos biológicos, todos esos fenómenos naturales que existieron hace millones de años.
La conferencia tuvo como tema central los modelos propuestos con base en diversos estudios acerca de los encinos a nivel macro y microevolutivos, tratando de entender los niveles de especiación y patrones de distribución, estructura genética, flujo génico, migración e hibridación, entre otras características.
Asimismo habló acerca de la diferenciación entre los encinos rojos como la base, los encinos blancos y los intermedios o dorados; además comentó que en México existen de 130 a 250 especies diferentes, por ello México es considerado un centro de diversificación de este género, situación que propicia la pregunta clave de la presentación: ¿cuáles son los procesos de especiación que ocurren en este género? A esta interrogante ha intentado dar respuesta mediante la complementación de una serie de estudios tanto de estudiantes como de profesionales en la materia.
El investigador concluyó su presentación aseverando que es necesario generar nuevos modelos integrales y hacer biología de conservación a diferentes escalas, construir un macrosistema de investigación para la conservación de los bosques templados pensando que los encinos son las especies claves no solamente por sus riquezas sino por todo lo que interactúan.
A su vez, agradeció la colaboración de los especialistas, estudiantes y a la red mundial de profesionales que hacen posible este trabajo de preservación.