La propuesta ganadora de las ConTex Collaborative Research Grants 2017 recibirá 100 mil dólares
Un proyecto del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice), centrado en el estudio de las alteraciones del cerebelo –una de las partes más importantes del cerebro– en sujetos con autismo, recibirá un financiamiento de 100 mil dólares al convertirse en una de las nueve propuestas ganadoras de las ConTex Collaborative Research Grants 2017, que otorgan el Sistema de la Universidad de Texas (UT) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La convocatoria para las Collaborative Research Grants se abrió por primera vez este año como parte del programa ConTex impulsado por el Sistema de la UT y el Conacyt, a fin de promover la educación de posgrado para estudiantes mexicanos, movilidad académica de investigadores y profesores posdoctorantes; estancias cortas en ambos países (Estados Unidos-México), y realización de proyectos de investigación conjunta.
Esta investigación es codirigida por Jorge Manzo Denes, coordinador del Cice, presentada en colaboración con Fidel Santamaría, investigador del Departamento de Biología de la UT-San Antonio.
El proyecto se centra en el estudio del cerebelo, una parte fundamental de la anatomía cerebral en la que se han especializado ambos investigadores desde diferentes perspectivas y que hoy los lleva a conjuntar esfuerzos para buscar respuestas en torno al autismo, un trastorno neurológico en el que esta parte del sistema nervioso tiene un papel muy importante.
Al respecto, Manzo Denes mencionó que existe evidencia de que, en sujetos humanos que sufren autismo, el cerebelo cambia radicalmente en su anatomía –es más pequeño–, lo cual resulta muy significativo ya que esta parte del cerebro realiza una labor esencial en funciones como la motricidad, el aprendizaje, la atención e incluso el lenguaje, capacidades que suelen verse afectadas en quienes sufren algún trastorno del espectro autista.
“Con este conocimiento previo, en nuestro laboratorio hemos trabajado con modelos animales a los que inducimos el autismo, para luego someterlos a un entrenamiento conductual. Así es como buscamos estrategias para lograr que, pese a sus alteraciones, el cerebelo funcione, haciendo uso de otra característica maravillosa del cerebro: la plasticidad, que se refiere a la capacidad para cambiar y adaptarse”, añadió el investigador.
Será al término de este proceso que el trabajo de investigación de Santamaría contribuirá de manera significativa a la valoración de los resultados de esta primera etapa de experimentación. Especializado en electrofisiología, el investigador cuenta –a decir de Jorge Manzo– con la experiencia y las herramientas computacionales y experimentales que asegurarán estudios a nivel celular de muy alta calidad.
Además del financiamiento mencionado, esta colaboración también supone movilidad estudiantil por parte de ambas instituciones, así como el fortalecimiento y creación de nuevas líneas de investigación.
“Es una forma de abrir las puertas para que otros investigadores –consolidados o aún en formación– de la UV concursen por fondos externos y establezcan relaciones de cooperación académica que permitan la investigación científica de alto nivel”, concluyó Manzo Denes.
Para más información, se sugiere consultar la página http://www.contex.utsystem.edu