Carlos Hugo Hermida Rosales
Víctor Salazar Rojas, catedrático e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionó que uno de los principales problemas que actualmente enfrenta el cultivo de la vainilla es la pérdida de conocimiento local, ya que la mayoría de productores son de edad avanzada y los jóvenes prefieren migrar de la ciudad que dedicarse a esta actividad, hecho que interrumpe la cadena de conocimiento.
El investigador impartió la conferencia “Recursos genéticos en vainilla: el estudio de su variación infraespecífica”, el 5 de mayo en el Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca).
Salazar Rojas enfatizó que México posee una gran variación genética en sus cultivos de vainilla, y que incluso dentro del país se cuenta con aromas de esta especie que aún no se comercializan, lo cual le da ventaja a este cultivo en contraste con otras naciones.
Sin embargo, afirmó que esta variación enfrenta amenazas de conservación terribles, y que existen muchos elementos negativos críticos que no se pueden manipular pero necesitan ser reconocidos para integrarlos a la toma de decisiones y diseño de estrategias de conservación y aprovechamiento de esta especie.
“Existen muchos retos sociales y económicos que salen de la capacidad de acción de la academia, pero ésta debe incorporarlos a su trabajo para afrontar la problemática”, manifestó.
El académico comentó que la actividad humana ha favorecido el crecimiento en frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos que afectan la producción de vainilla, como cambios de temperatura bruscos, tormentas tropicales y huracanes.
Añadió que el comportamiento especulativo y caída de los precios internacionales de la vainilla ha desalentado a muchos productores de esta especie, quienes prefieren sembrar otros productos que les reditúen más ganancias económicas; agregó que políticas gubernamentales que apoyen estos cultivos son prácticamente inexistentes en el país.
Víctor Salazar declaró que el estudio de la variación en los recursos genéticos de México requiere del reconocimiento de su dimensión cultural, ya que al ser un país poseedor de una gran diversidad biocultural, es difícil emitir conclusiones a nivel de linaje sin reconocer este papel en la variación.
El investigador enunció que conocer la diversidad biocultural es fundamental para afrontar los nuevos retos ambientales y sociales que influyen en el aprovechamiento y conservación de los recursos genéticos.
“Al momento de trabajar en la problemática y retos que enfrentan los recursos genéticos, la toma de decisiones cada vez es más crítica y compleja, y dentro de ello es indispensable reconocer el papel de la diversidad biocultural”, detalló.
Explicó que la generación actual es la primera que entiende la amenaza a la biodiversidad, y, a la par, es la última que tiene la oportunidad de hacer algo para detener la pérdida de ésta.
“Nos encontramos en la etapa de generar datos y artículos, pero no debemos quedarnos allí ya que es urgente gestionarlos y transformarlos en soluciones y respuestas que puedan gestar verdaderos cambios positivos tanto en la conservación de recursos como en la calidad de vida de las personas”, concluyó.