José Luis Couttolenc Soto
La crisis que padece México y el mundo entero es producto de un sistemático deterioro de los valores éticos de la sociedad, lo cual lleva a una absoluta indiferencia hacia el prójimo, sostuvo el monje budista Theravada, Bhikkhu Nandisema, al participar como conferencista en el II Foro de Ética y Derechos Humanos que se desarrolló en la Unidad de Humanidades.
El 22 de marzo, ante un lleno absoluto del Auditorio “Jesús Morales Fernández”, el también representante de México en la Conferencia Mundial de Buddhismo (WBC) de Kobe, Japón, dijo que de acuerdo a los indicadores del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México existen poco más de cinco millones de personas en extrema pobreza.
Añadió que otros dos problemas que caracterizan al país son la corrupción y la impunidad, según datos de Transparencia Internacional, organización no gubernamental que promueve medidas contra crímenes corporativos y corrupción en el ámbito internacional, por lo que consideró que “la situación en México se ha deteriorado” de manera alarmante.
Bhikkhu Nandisema consideró que para encontrar una posible solución al problema de la crisis que se vive, es necesario que la sociedad supere tres obstáculos: su criterio, el intelectual o cultural que conlleva a la negación de la existencia de la crisis; la minimización de la seriedad del problema, que evita encontrar y plantear su probable solución; la negación de que la causa fundamental de la crisis se debe al deterioro de la ética.
Mencionó que en el camino de la solución del problema se debe considerar y escudriñar en las enseñanzas del budismo que habla de la existencia de dos componentes de la mente del ser humano: la vergüenza moral, que está basada en el respeto a uno mismo, y el miedo moral, que es el freno al castigo temporal. “Cuando ambas están presentes en la mente del individuo, actúan como un freno para no hacer daño al prójimo y se comporta de manera ética”.
Habló también del vertiginoso desarrollo tecnológico que junto con el cambio climático y la acelerada globalización, han contribuido a generar una crisis en el mundo al no poderse adaptar de manera rápida el ser humano a esos cambios que van marcando el rumbo de su vida.
Por último, señaló que para encontrar las soluciones a los problemas actuales, es necesario que tanto la sociedad como las instituciones “tengan un correcto entendimiento de los mismos, y una vez logrado eso se podrán hacer los planteamientos efectivos para cada problema del mundo moderno”.