Edna Patricia San Martín Sicre
El Departamento de Vinculación con el Sector Público de la Dirección General de Vinculación presentó la ponencia «Cómo potenciar el impacto de la educación continua en las instituciones del sector público», en el Congreso Internacional Sistemas de Gestión de Actividades de la Tercera Misión celebrado en octubre.
Plantear propuestas de gestión para que la Universidad, desde la óptica de la educación permanente, contribuya a robustecer la actuación del capital humano en el sector público, constituyó la parte medular de la ponencia.
Se partió de dimensionar los atributos de la educación continua como importante área de oportunidad, y de las instituciones del sector público como organismos cuya finalidad es el bienestar colectivo y el desarrollo del país.
La importancia de las instituciones del sector público federal, estatal y municipal, se encuentra planteada de manera amplia en la literatura y constatada día a día por la ciudadanía, cuya vivencia en la esfera pública es cotidiana.
En síntesis, la acción del sector público es indispensable para el desarrollo del estado de bienestar; por lo tanto, la aspiración es generar altos niveles de satisfacción en la ciudadanía. No se persigue afán de lucro y sus servicios se ofrecen para mejorar la salud, la educación, la seguridad, el medio ambiente, las comunicaciones y transportes, entre otros.
En este ideal del bien común, el sector público encuentra comprometida su razón de ser, actuar y lograr, disponiendo para ello de los recursos que recauda, de las leyes que decreta y de las instituciones que integra (poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial).
Friedmann (2003) plantea que los tiempos actuales significan nuevos retos para el sector público, menciona que para adecuarse se requiere cambiar su mentalidad, su funcionamiento y sus estructuras, sumándose a la revolución que experimenta actualmente el ámbito de la gestión.
En relación con los imperativos de la educación continua, puede observarse que en el abordaje del discurso educativo, una constante significativa es la permanencia de alusiones que enfatizan de manera convincente la necesidad de la educación para toda la vida (Faure, 1972, Escotet 1992, Trilla Bernet l993, Delors 2000, Hopenhayn, 2002).
Como puede apreciarse y de acuerdo a Tunnerman (2000), el desafío no radica en la justificación que pueda tener este tipo de educación, ya que la necesidad de su existencia presenta múltiples razones y argumentos, sino en las estrategias que han utilizado las instituciones de educación superior para aterrizar este cúmulo de ventajas a situaciones reales de la sociedad, y convertirlas en una fortaleza institucional que fomente el valor de este discurso en posibilidades concretas de acción en beneficio de la humanidad.
Considerando que el objetivo del Congreso Internacional fue, entre otras cosas, identificar, promover y difundir prácticas exitosas de educación continua, se presentaron como principales factores inherentes a una buena práctica, el conocer las propias fortalezas en materia de formación, profesionalizar el conocimiento del mercado o del sector a través de la identificación sistemática de necesidades y el impulso de espacios de encuentro para la construcción de soluciones conjuntas a las problemáticas detectadas.
La Universidad insistirá siempre en la necesidad del aprendizaje a lo largo de la vida, como una opción viable para acortar las distancias, abatir las brechas, reducir las desigualdades en materia de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.
Como menciona Krischna (1997), no es posible el surgimiento de una transformación fundamental en una sociedad, a menos que el individuo se transforme. Por tanto, el verdadero cambio social es la responsabilidad principal de la educación.