Crescencio García, investigador del Instituto de Antropología, habló del pensamiento mágico y religioso de esta cultura
Carlos Hugo Hermida Rosales
En la concepción totonaca, el Día de Muertos tiene un significado de renovación, aseguró Crescencio García Ramos, investigador del Instituto de Antropología durante la exposición “La tradición oral y las creencias de la muerte entre los totonacas”, realizada el 26 de octubre como parte de la jornada ¿A dónde iremos?: miradas sobre la muerte”.
García Ramos explicó que en las comunidades del Totonacapan se limpian y arreglan las casas antes de la festividad, para que reflejen armonía “y así las almas que las visitan no extrañen el mundo que dejaron”.
Agregó que los totonacas poseen un sistema de pensamiento mágico y religioso, el cual se encuentra sustentado en el trabajo colectivo.
Detalló que los ancianos totonacos organizan a la comunidad para recibir las almas de los difuntos: “Desde el día de San Lucas –18 de octubre–, los pobladores preparan la flor de cempasúchil, recolectan la hoja de plátano para hacer los tamales y desempolvan las herramientas que usarán para limpiar las sepulturas de sus familiares”.
Entre los elementos fundamentales del altar, abundó el académico, están 13 estrellas hechas con palma de coyol que representan escalones al cielo y a diferentes deidades de la tierra, las cuales vigilan el universo.
“El centro es el eje del universo, por ello el altar de Día de Muertos es colocado en esa posición.”
Otro elemento indispensable son los tamales, debido a que representan el sacrificio humano: “El chile representa la sangre; la masa, la carne y los huesos; al comerlo estamos consumiendo la riqueza humana representada en el altar”.
El investigador enfatizó que las festividades de Día de Muertos son una representación de que “nada se detiene, todo cambia y se transforma, y de que la muerte es necesaria para que la vida continúe.
”Esos días nos brindan la oportunidad de convivir y compartir alimentos entre amigos y familiares, además de sentir y disfrutar de la compañía de las almas de nuestros difuntos”, concluyó.