Investigadora de la ENAH presentó ponencia sobre expresiones juveniles en México y Chile
Carlos Hugo Hermida
Los universitarios de hoy en día pueden construir miradas diferentes a las generaciones anteriores, pues ninguna juventud es parecida a otra y la educación universitaria no se encuentra diseñada para repetirse, sino para evolucionar, sostuvo Maritza Urteaga, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), durante la octava edición de la Semana de la Sociología de la Universidad Veracruzana.
La investigadora presentó la ponencia “Expresiones juveniles contemporáneas en México y Chile”, durante la cual compartió las principales problemáticas que enfrentan los jóvenes en el campo laboral artístico.
Explicó, por ejemplo, que para sostenerse los músicos independientes deben realizar otras actividades y que la mayoría recurre a la docencia. Los artistas de este ramo no escamotean financiamiento alguno y muchas veces subsisten de becas y proyectos que en ocasiones son presentados en conjunto.
En el área de arte visual, agregó, existen jóvenes con gran capital cultural y educativo, sin embargo enfrentan una gran presión por sobrevivir artísticamente; esta rama del arte ha estado bastante subsidiada por el Estado, el cual determinó por mucho tiempo los patrones estéticos que debían exponerse.
En rechazo a esta política del gobierno, han surgido galerías privadas que subvencionan arte no oficial, pese a ello las nuevas generaciones de artistas visuales se enfrentan a un mercado fuertemente agresivo; los artistas emergentes se posicionan a precios bajos, y sus mentores los descalifican por crear obra intrascendente y vendible.
En cuanto al mercado editorial, los profesionales de este ramo necesitan mayor capital educativo que músicos y artistas visuales, pues requieren de gran experiencia en campos tan diversos como literatura o historia del arte.
Actualmente ya no se produce literatura, la comercialización está enfocada a best sellers, los editores independientes producen nichos para sectores del mercado no convencionales, pero que alientan la creatividad.
¿Qué nos toca como nuevas generaciones? Esa interrogante se debe construir. Las generaciones antiguas creían que se debía enseñar a los jóvenes, no obstante este rol ha cambiado, ahora debe existir un intercambio de conocimientos que amalgame la experiencia pasada y presente, para de esta forma seguir evolucionando culturalmente, concluyó.