José Luis Couttolenc Soto
Rubén Manuel Ladrón de Guevara Hernández, egresado de la Facultad de Medicina, recibió el 24 de octubre la Medalla “Dr. Pedro Rendón Domínguez”, que le fue entregada por el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, en el marco del Día del Médico.
Con especialidad en Pediatría Médica y subespecialidad en terapia intensiva pediátrica, Ladrón de Guevara Hernández consideró como “inmerecido” el reconocimiento que le fue otorgado, porque “en el medio en el que me desenvuelvo, encuentro compañeros que hacen lo mismo que yo, o quizá mucho más; éste es un reconocimiento al trabajo de los médicos en general, al que se está partiendo el alma en la sierra, en condiciones difíciles, pero también al que pone todo su empeño y profesionalismo en el medio urbano”.
Sin embargo, dijo que representa un gran compromiso para tratar de continuar haciendo bien las cosas y seguir superándose para cada día ser mejor.
Respecto a qué lo llevó a esta disciplina, el médico terapista explicó: “Cuando uno está estudiando no se tiene una visión clara de en qué consiste cada profesión, por lo que llaman la atención cuestiones aisladas. Entré a la Facultad de Teatro, pero también me llamaban la atención la química y la física, sin embargo la medicina siempre me atrajo más, especialmente la fisiología, entender cómo funcionan los organismos; ello fue lo que me inició en esto como una carrera de tiempo completo, porque la medicina no es posible compaginarla con ninguna otra actividad ajena a la disciplina”.
En 35 años de ejercer su profesión, Ladrón de Guevara Hernández ha tenido satisfacciones e insatisfacciones; de las primeras, dice, son íntimas como la adquisición de conocimientos no sólo de medicina, sino de cultura general y poderlos transmitir a las nuevas generaciones.
En cuanto a la formación del médico, reconoció que el avance de la tecnología va de la mano con el avance de la humanidad, y por lo tanto el ejercicio de la medicina no puede quedarse de lado ni ir atrás.
Aceptó que la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, ejemplo de ello son las cirugías de corazón, que se han convertido en algo rutinario, pues se llegan a hacer hasta dos en una misma semana: “En una cirugía se le detiene el corazón a una persona al 100 por ciento, se desvía toda la circulación hacia un aparato extracorpóreo, una bomba, abren el corazón, trabajan sobre él, reparan el daño, lo cierran, lo vuelven a conectar y lo echan a andar”.
Debido al uso de toda esta tecnología, el médico está obligado a actualizarse de manera constante, por ello se han creado las especialidades y las subespecialidades y eso hace de los médicos verdaderos expertos en áreas muy específicas.
Finalmente, Ladrón de Guevara envió un mensaje a todos los estudiantes universitarios, principalmente a los que cursan el Área de Ciencias de la Salud: “Es sumamente importante que cursen una especialidad, también cada vez se hace más necesario una subespecialidad. La recompensa y la satisfacción personal será el haber adquirido conocimientos que se pondrán al servicio de la población y de los pacientes, por lo que no debemos olvidar que si existimos como médicos, como grandes hospitales o como instituciones de salud, es porque hay pacientes que son a quienes nos debemos”.