Claudia Peralta Vázquez
Alejandro Zúñiga Bolívar, investigador en la Corporación Universitaria de Ciencia y Tecnología de Colombia, afirmó que para considerar y ampliar el concepto de seguridad ciudadana y defenderlo como un bien público, debe redefinirse el rol de la sociedad, sólo de esta forma se entenderá que los procesos de construcción y realidad ciudadana pueden surgir y ser liderados desde la sociedad civil.
El investigador colombiano impartió la ponencia «Plaza de Mercado del Barrio Bolívar: una tensión entre la seguridad ciudadana y la reivindicación del mercado popular», en el Simposio Internacional sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, celebrado el pasado 20 y 21 de enero en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa.
«Cuando hablamos de seguridad ciudadana no podemos limitarnos a la lucha contra la delincuencia, sino que estamos hablando de cómo crear un ambiente propicio y adecuado para la convivencia pacífica de las personas», expresó.
El especialista en economía con énfasis en políticas públicas, lamentó que haya desinterés en la construcción de la solución y agregó que el Estado cuenta con todos los recursos e infraestructura para emprender políticas públicas en materia de seguridad ciudadana.
Por ello, el enfoque no debe situarse únicamente en la prevención del delito (lo cual es obligación del Estado), sino en cómo construir condiciones de convivencia pacífica. «En ese aspecto sí podemos tener una sociedad civil con iniciativa y liderazgo».
Alejandro Zúñiga, autor de diversos libros y ponente de seminarios, cursos y diplomados, reiteró que la seguridad es un bien público que se produce con la participación de la sociedad civil y responsabilidad de los actores.
Por regla general, la garantía, protección y respeto a los derechos humanos está únicamente en la cabeza del Estado, enfatizó. En este sentido, el hecho de externar propuestas sirve para defender un bien, a pesar de todas las limitaciones que para el Estado significa lograr transformaciones sociales.
Durante su exposición, se refirió a la problemática que imperaba en el municipio de Popayán, capital del Departamento del Cauca, en Colombia, específicamente en la Plaza del Mercado, donde se asentaba la criminalidad y bandas delincuenciales.
Gracias a la participación de la sociedad civil y autoridades, se diseñó un pacto ciudadano para rehabilitar el lugar, conformado por 257 mil habitantes, y cuyo potencial gastronómico ha sido reconocido mundialmente.
En la actualidad, se puede decir que con la aportación ciudadana y de los grupos policiacos mejoró la condición del municipio, ya que todo el territorio fue saneado de armas blancas, de fuego, explosivos y puntos de acopio.
Por lo anterior, se requiere de discreción, compromiso y seguridad para construir la seguridad ciudadana como un bien público.