Claudia Peralta Vázquez
A 23 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), signado entre Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), Canadá y México, en nuestro país no se han cumplido las expectativas planteadas en materia de pobreza, marginación, migración, salarios dignos, bienestar social y acceso a servicios de salud, entre otros temas.
Jorge Pérez Moreno, ex catedrático de la Universidad Veracruzan, planteó esta situación al intervenir en el panel “La negociación del TLC de América del Norte: ¿Hacia un TLCAN 2.0?”, foro que compartió con Daniel Arturo Romero León, coordinador del Programa de Estudios sobre América del Norte de la UV, y Darío Fabián Hernández González, director del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES).
En el marco de este evento, celebrado el 15 de septiembre en el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), el especialista en administración de empresas del comercio exterior admitió que sí ha habido una evolución en materia de exportación e inversiones extranjeras al amparo del TLCAN.
No obstante, aspectos como crecimiento económico, industria dinámica y eficiente con tecnología de punta no existen en México, se ha convertido en un país ensamblador y no tecnológico. “El TLCAN sí nos cambió la imagen, pero al interior el alma nos la dejó exactamente igual”, afirmó.
Mencionó que al igual que en el periodo de 1990 a 1994, en la actualidad México no tiene un proyecto integral para negociar que vaya de la mano con el crecimiento económico en el contexto de la globalización, a través del cual se logre abatir la pobreza, el desempleo, la marginación, salarios mínimos y todos aquellos problemas que ya no deben presentarse en un país que ocupa el tercer lugar de exportación en el mundo y en América Latina (AL).
En su oportunidad, Daniel Arturo Romero resaltó que el TLCAN es sólo un instrumento de política económica, específicamente comercial, que genera una relación de desgravación arancelaria entre México y EEUU; sin embargo, la falta de políticas industriales y regionales en nuestro país ha ocasionado que únicamente algunas entidades se vean favorecidas por la dinámica del TLCAN, sobre todo las del centro y norte, entre ellas Nuevo León.
Por ello, ante las ineficientes condiciones que prevalecen en el resto de las regiones, se requieren de nuevos mecanismos que les permitan consolidar estrategias y proyectos de infraestructura, así como de inversión productiva en beneficio del crecimiento y desarrollo económico.
Por su parte Darío Fabián Hernández puntualizó que el resultado de las negociaciones del TLCAN vislumbra una menor cooperación con el gobierno de EEUU y Canadá, un crecimiento económico de 1.8 por ciento para México, y para Veracruz de 0 por ciento para este año.
Incluso tasas negativas en comparación con entidades del centro y norte, como Sonora, Jalisco, Aguascalientes, Querétaro y Nuevo León.
El Doctor en Educación de la Economía por la Universidad La Salle, de San José de Costa Rica, señaló que el contexto nacional y estatal es adverso, por ello los índices de migración muestran que Veracruz es la tercera entidad expulsora de migrantes después de la Ciudad y el Estado de México.