David Sandoval Rodríguez
El Golfo de México y sus zonas costeras se encuentran expuestas a un grave peligro debido al uso de plaguicidas y al crecimiento urbano en los litorales, aseguraron investigadores que participaron en la XXII edición de la FILU, como parte de los festejos del 28 aniversario de la revista de divulgación científica La Ciencia y El Hombre.
Alma Delia Viveros Ruiz, química y académica de la Facultad de Bioanálisis de la Universidad Veracruzana (UV), y Alfonso Vázquez Botello, investigador y académico del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidieron en destacar la importancia de difundir los resultados científicos para la toma de decisiones
y la toma de conciencia de la sociedad.
En la charla “Los plaguicidas en los ecosistemas costeros del Golfo de México”, Viveros Ruiz puntualizó que la actividad agropecuaria es de las más importantes en la región, por lo que el uso de compuestos químicos para el control
de plagas es común y puede provocar contaminación en ambientes alejados; además, los organismos más afectados serán aquéllos en la base de la cadena trófica o alimentaria.
Los compuestos permanecen a lo largo de muchos años; por ejemplo, todavía se detecta presencia de DDT en diversos sustratos a pesar de tener décadas en desuso.
Una de las principales problemáticas que existe es la ausencia de datos certeros de las cantidades de plaguicidas utilizadas en México; por ejemplo, una organización civil calculó para 1995 más de 54 mil toneladas aplicadas, mientras que la dependencia oficial, la Semarnat, registra alrededor de 41 mil toneladas ese mismo año.
“Es importante hacer más estudios de ecotoxicología en el Golfo de México”, enfatizó, ya que con la llegada del maíz transgénico a México comienza a utilizarse un compuesto llamado glifosato, herbicida que comercializa la empresa Monsanto a la par de sus semillas.
A continuación, Vázquez Botello conversó acerca del libro Golfo de México. Contaminación e impacto ambiental: diagnóstico y tendencias, publicado por primera vez en 1996 por la Universidad de Campeche y donde colaboraron en 51 artículos más de 150 autores provenientes de 44 instituciones.
“Desde hace mucho tiempo se ha abusado de la región costera del Golfo de México”, afirmó el investigador, quien presentó imágenes de la zona turística de Cancún cuando viajó a hacer el primer estudio de impacto ambiental en 1978, y cómo a la fecha el incremento de hoteles ha erosionado la costa y desaparecido la vegetación en gran parte de la franja costera.
Mencionó también el impacto que han tenido los derrames de petróleo en la zona de Campeche y al norte del Golfo, a lo que se suman las actividades industriales que desechan compuestos peligrosos como metales al océano.
El último apartado del libro, que es también el más amplio, aborda el marco legal en materia de protección al ambiente, sin embargo el investigador recalcó que “México es el país más rico en leyes ambientales, desafortunadamente es donde menos se aplican, son letra muerta”.