Claudia Peralta Vázquez
Enrique Juárez Aguilar, investigador del Instituto de Ciencias de la Salud (ICS), comentó que con base en estudios realizados por esta entidad académica, la hormona del crecimiento podría jugar un papel importante como agente protector ante daños cerebrales.
Juárez Aguilar detalló que hay trabajos adicionales que sugieren que la hormona podría detener procesos neurodegenerativos como Alzheimer, Parkinson, incluso embolias o derrames cerebrales.
Pese a que actualmente se difunde el conocimiento en el sentido de que puede ser utilizada como un tratamiento para ese tipo de accidentes vasculares en el cerebro, éste se encuentra en una fase preclínica y aún no es aceptado ampliamente.
“Sabemos que la hormona del crecimiento está relacionada con el crecimiento corporal, pero actualmente existe mucha información sobre su presencia en otros sistemas, no solamente en la glándula hipófisis, que es donde normalmente se produce.
”Ahora sabemos que hay una producción local en diferentes tejidos, y uno de los que llama la atención es el nervioso. Nos hemos preguntado si la hormona del crecimiento tiene un papel en el funcionamiento del sistema nervioso central desde el desarrollo embrionario hasta la etapa adulta.”
Por tanto, se presentó un estudio acerca del efecto de la hormona sobre una población específica, que se llama células troncales neurales, que dan lugar a las neuronas en el cerebro desarrollado.
Lo que es claro es que no se requiere de la glándula hipófisis para la producción de la hormona del crecimiento, sino que ésta comienza desde el principio del desarrollo.
Los investigadores se preguntaron qué pasaba si agregaban hormona del crecimiento a un cultivo de células troncales embrionarias. Fue así que aislaron células troncales en embriones de ratón de 14 días de desarrollo.
Lo que se observó es que aumenta el número de colonias que se forman en el cultivo y con base en otros experimentos, se encontró que la hormona no tiene un efecto sobre la proliferación celular. La otra alternativa del estudio era ver si la hormona mejoraba la supervivencia de las células.
Los investigadores observaron que cuando la hormona está presente hay una disminución de muerte celular. Esto significa que la hormona puede tener un papel en la sobrevivencia o supervivencia de las células que dan lugar a las neuronas en el sistema adulto ya desarrollado.
Asimismo, surgió la pregunta de si en un cerebro adulto la hormona también favorecería la supervivencia de una población que se encuentra en el hipocampo.
De acuerdo a experimento, se observó que la hormona aumenta la supervivencia de esta población precursora en el cerebro adulto.
Otra pregunta fue que si ante un daño al cerebro, la hormona podría proteger, pues está reportado que cuando hay una privación prolongada de sueño esa neurogénesis disminuye drásticamente.
“Inyectamos hormona de crecimiento a ratas. Cuando el animal es privado del sueño sin la hormona del crecimiento se observa la disminución en el número de neuronas. Pero si se le agrega ya no se observa la disminución de las neuronas.”
Esto quiere decir que la hormona puede jugar un papel como un agente protector ante daños cerebrales.