David Sandoval Rodríguez
El concepto de marea roja ha cambiado de significado conforme se avanza en los conocimientos acerca de sus causas y efectos en el medio ambiente. En la actualidad la comunidad científica se refiere cada vez más a un florecimiento algar nocivo (FAN), planteó José Antolín Aké Castillo, investigador del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías (ICMP) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1.
Con la conferencia “Mareas rojas en Veracruz” que impartió en el marco del foro académico “Hacia una Red de Investigación en Ciencias Biológicas” organizado por la Facultad de Biología, el investigador señaló que al día de hoy se desconocen la mayoría de las causas que provocan la toxicidad y, por consiguiente, los daños al ambiente ocasionados por el fenómeno.
«Se sabe que la marea roja causa daños a la salud y se caracteriza por una coloración en el agua del mar”, pero advirtió que este término ha ido cambiando por todas las implicaciones que tiene. “Actualmente en el ámbito científico, educativo e incluso gubernamental, usamos el término florecimiento algar nocivo”.
Las mareas rojas son proliferaciones de microorganismos que usualmente son planctónicos y fotosintéticos, por ello se sabe que son producidas por microalgas.
Se caracterizan por un cambio de coloración en el agua pero no es necesariamente rojo, puede ser amarillo, café o pardo, detalló José Antolín; sus efectos conllevan una gran mortandad de fauna marina, así como de aves que se alimentan de peces.
En cuanto a la entidad veracruzana, refirió que un grupo de investigadores, entre los que se encuentran varios pertenecientes al ICMP, ha publicado este año un artículo en el libro Golfo de México. Contaminación e impacto ambiental, donde registran todos los casos de marea roja reportados desde 1792.
“En el estado la información sobre los FAN es vasta porque ha habido históricamente un registro de estos eventos por la propia naturaleza del puerto de Veracruz.”
Sin embargo señaló que existe poca información disponible a la sociedad en el estado, particularmente respecto de los efectos que puede tener en la salud y cuya responsabilidad es del sector salud.
“En este capítulo presentamos una tabla donde se indica que el primer registro es de noviembre de 1792, con la especie Karenia brevis, un dinoflagelado que produce una toxina perjudicial para la salud.”
A partir de 2002 son otros organismos los que causan los FAN, principalmente la especie Peridinium quinquecorne, “que afortunadamente no es tóxico, es un dinoflagelado que causa una decoloración en el mar, no obstante tenemos un investigador adscrito al instituto que está haciendo experimentos específicos sobre la especie, porque sólo sabemos que causa florecimientos recurrentes en la zona costera de Veracruz y se han incrementado sus registros, incluso hay reportes en Campeche y la península de Yucatán”.
Aké Castillo comentó que en la zona norte del Golfo de México la especie Karenia brevis ha causado cierres de pesca y algunos efectos dañinos en las costas de Tamaulipas, “afortunadamente en Veracruz esta especie ha sido sustituida por Peridinium”.
Recalcó ante los estudiantes que “todavía queda mucho por hacer, hay que seguir investigando para saber si tenemos otras especies tóxicas que potencialmente puedan ser un peligro”.
Se sabe que los FAN están relacionados con las actividades humanas y la fuente de nutrientes es un factor importante para incrementar la presencia de estas especies, que está relacionada con la cantidad de fósforo en el agua marina.
Se cuenta con datos de la concentración de ortofosfatos de 2005 a 2011, y a partir de este análisis se ha detectado una tendencia que incrementa gradualmente dicha concentración, por lo que se puede generalizar que el efecto costero donde hay grandes ciudades es un incremento de ortofosfatos, hay una correlación entre esta tendencia y los FAN.
“¿Cuál es el panorama general en Veracruz? Afortunadamente ya hay grupos trabajando en ello, no es un tema olvidado sino de importancia, no obstante hay poca información del sector salud y de la Secretaría de Marina, que realiza un monitoreo”, precisó Aké Castillo.