Rosario Hernández Medel lleva dos décadas estudiando las propiedades bioactivas de algunas especies
David Sandoval Rodríguez
La investigación de plantas medicinales tiene un gran potencial de desarrollo en la región, por lo cual es necesario apoyar los trabajos que ya se realizan en este tema, planteó Rosario Hernández Medel, académica adscrita al Instituto de Ciencias Básicas (ICB), quien lleva dos décadas estudiando las propiedades bioactivas de algunas especies.
Su línea de investigación está vinculada con los productos naturales y actualmente su proyecto está enfocado a las plantas conocidas como picramnias, explicó.
“Este proyecto está tratando de abarcar las picramnias que tengo a la mano, que no son muchas pero con una es suficiente; hemos aislado los compuestos que tienen actividad anticancerígena, antronas y oxantronas, compuestos que en varios casos hemos nombrado porque fueron analizados por primera vez por nosotros y de ahí han derivado otros que nos han brindado el crédito”.
Asimismo ha iniciado investigación con kalanchoe, una planta que es utilizada como panacea. “Hemos encontrado que tiene actividad anticonvulsionante pero no hemos llegado al compuesto o compuestos activos, por ahí hay mucho campo para continuar investigación”.
Por otro lado, la planta picramnia antidesma Swartz, conocida como cáscara amarga o como chilillo, ha sido utilizada desde la época virreinal en Europa para atender las enfermedades de transmisión sexual.
Al día de hoy, la investigadora ha estudiado otras variedades como la picramnia neisseria pero señaló que no se cuenta con la infraestructura para continuar investigaciones de este tipo en el ICB; “lo que nos limita es la falta de infraestructura y de apoyo porque uno como investigador sí trabaja en laboratorio, pero el trabajo de escritorio quita muchísimo tiempo”.
Comentó que pudieron recolectar picramnia en el área que hoy ocupa el fraccionamiento Las Fuentes, “pero esa zona ya la arrasaron, ya fraccionaron y seguramente ya no hay, pero es una planta que estaba por aquí”.
Otros de sus trabajos los ha desarrollado con la especie picramnia xalapensis que es de la región y cuyos especímenes habían sido recolectados en Banderilla, “pero posiblemente no exista ya”; asimismo, a la escasez de lugares se suma el problema de la inseguridad que impacta a diversas localidades del estado. “Yo no iría ya a recolectar, porque es muy solitario y peligroso, incluso hemos ido a Actopan, pero hay poca gente, aunque algunos son muy amables y nos brindan toda la ayuda posible, hay otros que no”.
Hernández Medel detalló que la relación con las distintas localidades proviene del interés que manifiestan ciertos estudiantes en las experiencias educativas que imparte en la Facultad de Química Farmacéutica Biológica, algunos provienen de tales comunidades y le comentan acerca de plantas que pueden ser de interés para analizarlas.
Gran variedad de especies medicinales
La búsqueda de compuestos activos en las plantas, el simple hecho de conocer qué tipo de metabolitos o compuestos tienen, es más que suficiente para hacer un estudio, sobre todo con las plantas que no han sido analizadas, afirmó.
“Hay muchísimas plantas, sobre todo medicinales; algunos investigadores hacen todo lo posible por analizar los compuestos bioactivos, con la finalidad de asegurar –desde el punto de vista científico– que la actividad se debe a determinado metabolito y que no sea un simple placebo, porque hay muchas plantas que, por ejemplo, se utilizan para desinflamar pero no tienen ningún efecto, como se comprueba al hacer experimentos con ellas.”
Recalcó que hay muchas plantas que se utilizan de esta manera pero no se detectan compuestos bioactivos, por ello se hace necesario justificar la presencia de determinado metabolito en tal o cual planta.
Otra finalidad de su investigación es el conocimiento del tipo de compuestos que poseen, “tal vez no tengan ninguna actividad desde el punto de vista biológico pero pueden tener aplicaciones en la industria, como colorantes, y en determinado momento podría encontrarse una utilidad, el simple hecho de saber qué contienen”.
Al respecto, destacó que ha habido una pérdida de especies en la región y por tal motivo se busca analizar distintas plantas, “yo trabajo con plantas medicinales tratando de encontrar metabolitos que tengan alguna actividad”.
En algunas especies han detectado compuestos anticancerígenos, que en determinado momento podrían ser útiles pero hace falta mayor investigación, “en eso estamos”, afirmó; “actualmente tres estudiantes de posgrado en Neuroetología trabajan aislando metabolitos con actividad ansiolítica, hemos tenido resultados alentadores, satisfactorios, que nos pueden dar indicios de que sí existe dicha actividad”.
Al analizar algunas plantas que se utilizan para determinada enfermedad se ha comprobado que no tienen efectividad; “la gente se siente bien, pero no sabemos si realmente funcionó”.
Se debe considerar también que muchas plantas, por el tipo de suelo en que crecen, tienen diferentes concentraciones de metabolitos, así como por el momento en el que se colectan.
Explicó que la mayoría de los mexicanos no cuenta con los recursos para adquirir medicamentos, entonces siguen usando tés o extractos “y no necesariamente todo es benéfico”, comentó. “Hay algunas cosas que sí pueden perjudicar, la cuestión es que vienen en cantidades muy pequeñas y no lo resiente uno”.
Planteó que “cuando era joven y estudiante sí pensaba que todo lo natural no hacía daño, pero no es cierto, también hay compuestos que dañan, por ejemplo los alcaloides que pueden llegar a afectar de manera permanente al cerebro, por eso todo tiene que tomarse con medida”.
Potencial para desarrollar investigación
Señaló que para poder asegurar las propiedades de un extracto bioactivo es necesario hacer pruebas biológicas, líneas celulares, extractos y compuestos, pruebas de toxicidad con Artemia salina, que requieren de tiempo y dedicación.
“Cuando yo inicié hace 20 años, la idea era que si tienes una planta con actividad y se pueden aislar los activos, puedes hacer que la gente se incorpore a hacer una asociación para cultivarla y eso mismo se puede llevar a la industria; obviamente es necesario en primer lugar un estudio de suelos y de factibilidad para poderlo industrializar, y de esta manera abaratar los costos y la medicina.”
Este tipo de proyectos debe contemplarse a largo plazo para comenzar a ver resultados, apuntó.
Hernández Medel detalló que una de las plantas con mucho potencial es la picramnia antidesma porque es fácil de cultivar y el suelo permite su crecimiento, no obstante se requiere de una inversión no sólo de capital sino de tiempo, quizá una década.
Sin embargo observó que a lo largo de estos años las condiciones han cambiado, “me gusta la investigación, me gusta el laboratorio y trabajar con los extractos, la cromatografía, la dilucidación estructural, este cariño que uno tiene lo trata de transmitir a los chicos pero ya no hay tanto compromiso, vienen, cumplen con lo que tienen que hacer, porque tampoco hay posibilidades que uno les diga si se les podrá apoyar económicamente y ése es un grave problema que siempre he tratado de expresar”.
Posgrado en química beneficiaría al ICB
Se ha contemplado la posibilidad de armar un posgrado al interior del ICB enfocado en química, relacionado con síntesis y con productos naturales, comentó la investigadora; sin embargo hay dificultades que es necesario atender en primera instancia.
“Muchos chicos tienen la intención pero el problema que tenemos con el Modelo Educativo Integral y Flexible es que en lugar de favorecernos nos perjudicó; al estar tan lejos los chicos tienen poco tiempo, no tienen un horario corrido, ahora una o dos horas que tienen libres no las pueden dedicar porque se tardan una hora en llegar y otra en volver, no tienen tiempo y no vienen a apoyarnos.”
El hecho de abrir este posgrado y registrarlo dentro del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología haría posible brindar un apoyo económico por medio de una beca a sus estudiantes, con lo que se incidiría en la formación de recursos humanos en un área con un importante crecimiento a nivel mundial.
Señaló que existen las condiciones para hacer investigación destacable, en primer lugar por las condiciones de la región, y en segundo lugar se fomentaría el uso y el conocimiento de la medicina tradicional, además de la posibilidad de aislar compuestos que puedan tener utilidad en la industria farmacéutica.