El investigador enfatizó la necesidad de aprovechar la red para difundir el trabajo de los universitarios
Adriana Vivanco
El mundo académico se ha transformado vertiginosamente, y ahora hay un sitio en la red –academia.edu – donde los investigadores pueden colgar sus artículos y libros para que los lean sus colegas y los estudiantes que buscan bibliografía o hemerografía para sus tareas,según Juan José Barrientos.
Se trata de captar lectores en esa forma y él mismo abrió una página en ese sitio y subió algunos de sus artículos, gracias a su asistente, Victoria, que creció en la era electrónica y es “una chica computarizada”. “Ya he tenido más de tres mil visitas”, dijo, “y estoy entre el uno por ciento de los investigadores más consultados”.“Me sorprende”, agregó, “que un artículo tenga más de mil 200 visitas y otros cinco o menos”.
Academia le permite además ver las páginas de sus colegas y así ha podido ver que “la de Ignacio Sánchez Prado tiene más de siete mil visitas, lo cual no es extraño porque seguramente tiene mucho más tiempo que yo en esto, y, en cambio, la página de Daniel Zavala, tiene 984 visitas”.
Academia le envía reportes diarios para informarle que alguien en Costa Rica o Argentina encontró alguno de sus artículos al hacer una búsqueda, lo cual resulta “muy estimulante”.
Explicó que él ya tenía unos 15 artículos en la red, debido a que las revistas donde se publicaron no sólo se imprimen sino que tienen una edición electrónica. Además, el Instituto Cervantes digitalizó las actas de algunos congresos de la Asociación Internacional de Hispanistas, en que participó. Sin embargo, no sabía si alguien los leía o al menos los encontraba.
Los investigadores que asistían a un congreso y cuya ponencia se publicaba en las actas correspondientes, recibían 20 o 40 separatas, es decir, textos impresos de su trabajo con la portada de las actas y las utilizaban para su promoción personal.
“Se los regalaban a otros colegas, a quienes podían interesarle, o los mandaban con su curriculum a las universidades donde había una plaza vacante”. Todo eso ahora parece rudimentario.
“Cuando yo hice mi tesis de doctorado, no había computadoras”, explicó, “y si uno quería intercalar un párrafo o unos renglones había que valerse de fotocopias, tijeras y pegamento; en cambio, ahora con una laptop y programas como Word, eso es pan comido”.
“Lauro Zavala me aconsejó que abriera una página en academia”, continúa, “ y él ya tiene más de 35 mil visitas en la suya… Por algo está enseñando en la New York University”. También nos dice que su asistente se encargó de poner su ficha en la Wikipedia.
Barrientos ya se encontraba en el catálogo de escritores del INBA, el Portal del Hispanismo y tenía una página en el sitio de la Universidad, pero le hacía falta una ficha en la Wikipedia, debido a que seguido participa en concursos.
“Me la paso concursando”, nos dice, “pues como un investigador siempre requiere apoyo para realizar sus proyectos”.
Los investigadores de la Universidad Veracruzana, no han aprovechado la red para divulgar su trabajo, lamenta, aunque hay algunas excepciones.
Los interesados pueden a su página pinchando la liga electrónica: https://uv.mx.academia.edu/JuanJos%C3%A9Barrientos