Claudia Peralta Vázquez
México y Perú comparten preocupaciones centrales sobre la educación, como una vía de construir una nueva nación, destacó Moisés Ornelas de Hernández, catedrático de la Universidad Autónoma de México, durante la presentación de la Colección Pensamiento Educativo Peruano (CPEP), edición de 15 volúmenes, desde el periodo incaico hasta la actualidad.
Dentro de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2015, Ornelas de Hernández hizo un análisis y un balance de los proyectos educativos entre ambas naciones, a partir de dos íconos, José Vasconcelos y José Antonio Encinas.
El primero de ellos, bajo el régimen de Álvaro Obregón, ocupó la titularidad de la cúspide del proyecto nacionalista: la Secretaría de Educación Pública. En esa instancia logró fundar todo un sistema educativo del cual existen muchos referentes, sobre todo las campañas de alfabetización.
Por su parte, José Antonio Encinas también recurre a éstas como una necesidad fundamental para transformar a una sociedad con un tipo de población principalmente indígena. Encinas, durante su trayectoria, se mantuvo preocupado por resolver los problemas de educación pública de Perú.
Pero Vasconcelos, como hombre de acción, cayó en la tentación de la política, al querer ocupar la silla presidencial. Añadió que uno de los elementos que son una constante en la historia educativa del Perú, es la marcada diferencia entre los individuos que componen una sociedad por motivos étnicos.
El elemento clave de esta incorporación de indígenas recayó con frecuencia en la enseñanza del castellano y la alfabetización en este idioma. Mientras que entre los más destacados indigenistas prevaleció la idea de que el proceso debía iniciar por la alfabetización en la lengua materna del indígena y después proceder a la enseñanza del castellano.
En su análisis sobre el Tomo 5 de esta colección, enfocado en la “Educación del ciudadano y disciplina social” (1827-1860), Anne Staples Dean, del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, precisó que las autoras Magdalena Chocano y María Emma Mannarelli documentan algo parecido a lo que sucede en México.
En dicho volumen se examinan las propuestas educativas y el debate sobre la educación que surgió tras la crisis de Independencia.
Al referirse al Tomo 9, “Las mujeres y sus propuestas educativas”, de María Emma Mannarelli, demostró que hubo mujeres muy valientes en Perú porque protestaron contra una educación cuya meta era la sumisión y obediencia.
Manuel Burga Díaz, del Comité Editor de la CPEP, dijo que la historia de México y Perú pasó por etapas semejantes. México se llamaba Nueva España, y Perú, Nueva Castilla, y eran los virreinatos más importantes.
El nacimiento de la república en ambos países es diferente, hay algo que diferencia a la Colonia y a la república: el legado prehispánico e indígena, el legado de los incas es diferentes al de los aztecas. Opinó que el liberalismo fue de otra manera en el Perú, ya que no hubo la Revolución de 1910 que cambió a México.
El Presidente de Derrama Magisterial, Pablo Helí Ocaña Alejo, resaltó el pasado común entre México y Perú, con culturas milenarias y desarrollo importante hasta el siglo XV, momento en que se produce una gran ruptura de la riqueza histórica para dar paso a una nueva época colonial.
Destacó que esta colección es el mayor proyecto editorial realizado por Derrama Económica desde su creación. Los 15 volúmenes estudian tres grandes periodos de la historia peruana: en el primero, predomina una instrucción para formar súbditos en la época colonial; en el segundo, una educación para formar ciudadanos criollos en el siglo XIX, en una patria muy chica y condenada al fracaso.
En el tercero, en pleno siglo XX, prospera una educación en la que se busca integrar la diversidad de género, étnica y cultural dentro de una sola colectividad con lugar para todos: culturas y personas diferentes que habitan el territorio.