«Hay que dejar de pensar que la historia va a modificarse porque de repente la gente se volverá razonable”
Adriana Vivanco
México, como otros países de América Latina, se encuentra en un momento marcado por la globalización y por la mundialización de la economía, por ello está obligado a emprender reformas difíciles, en Europa pasa lo mismo, habrá entonces forzosamente un momento difícil de atravesar en este país, detalló Gilles Lipovetsky en conversación con representantes de los medios de comunicación, durante la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2015.
Esta situación, dijo, está afectada por el narcotráfico, que plantea un problema adicional de violencia que amenaza el vínculo democrático. Las economías emergentes, además, deben enfrentar la competencia internacional con una limitación de formación muy importante de la población.
El filósofo y sociólogo francés ha destacado como figura importante del pensamiento contemporáneo por su obra La era del vacío, en la que habla sobre lo efímero y frívolo de las sociedades. Se diferencia de los filósofos tradicionales por su acercamiento a los intereses y cambios de la cultura de masas y promueve que quienes se forman en esta disciplina se acerquen al estudio de los fenómenos masivos de nuestra era.
Lipovetsky es autor de textos como El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas, Los tiempos hipermodernos, La tercera mujer y La estetización del mundo. Vivir en la época del capitalismo estético, este último lo presentó en la FILU 2015 junto con el comunicólogo mexicano Nicolás Alvarado. Como parte de su estancia en la UV también ofreció una conferencia magistral en la Unidad de Humanidades.
En lacharla que sostuvo con los medios explicó que en México actualmente se vive un tipo de economía que ya no es como la de antaño, “son economías que deben integrar la creatividad y la innovación y requieren formación; entonces, visto desde fuera, me parece que los países emergentes no deben limitarse a sus riquezas naturales como el gas y el petróleo, u otras materias primas. Pienso que deben proceder rápido al igual que ciertos países como Singapur y Corea del Sur, que han invertido muchísimo en materia educativa, capacitaciones, en la creación, y me parece que es de esta forma que podemos preparar el futuro”.
Enfatizó que de limitarse a las riquezas naturales, los países van a atrasarse mucho; dijo estar convencido que el futuro del siglo XXI será la inteligencia que va a traer las soluciones a los problemas tecnológicos y científicos, para esto es necesario que cada país haga un gran esfuerzo en materia de formación de sus poblaciones.
Otro de los temas que considera cruciales para nuestro país es la paz civil, en este sentido dijo: “No puede haber ninguna sociedad democrática moderna sin una paz civil, sin un combate real contra la violencia que es un problema enorme.
”Existen varios ejemplos en América del Norte y del Sur que demuestran que la violencia es una fatalidad superable.
Tomaré dos ejemplos, el de Norteamérica para el caso de Nueva York en los años ochenta y el caso de Colombia hace poco tiempo. Nueva York era ciudad de extrema violencia, 15 años después la ciudad se ha vuelto totalmente segura; es decir, el primer imperativo del Estado es garantizar la seguridad de los ciudadanos, es su responsabilidad fundamental no tolerar la violencia, que los ciudadanos confíen en su policía, que tengan confianza con el orden establecido. Eso es posible, pasó en Nueva York y será posible en México.
”Colombia, por otra parte, era uno de los países más violentos del mundo con los secuestros y está mucho mejor ahora. Estos ejemplos muestran que es un asunto de voluntad política y cuando ésta existe se tienen que encontrar soluciones, esta violencia dentro de los estados es algo insoportable que impide un verdadero desarrollo de la sociedad.”
Por otro lado, refirió que México es un país que a pesar de sus desigualdades se encuentra ya inmerso en la hipermodernidad; por ejemplo, la Ciudad de México es hipermoderna por su densidad poblacional y, resaltó, es la
ciudad mundo.
“Por supuesto que en México hay regiones con desarrollo desigual, el pasaje a la hipermodernidad en todas partes no se va a hacer de forma simultánea, habrá retrasos pero será más rápido de lo que creemos por causa del fenómeno central que es Internet, los nuevos medios de comunicación que hacen que hoy las regiones de los países no estén cerradas; antes el campo estaba aislado del resto del mundo, pero hoy con los medios de comunicación el mundo está conectado de modo que en los pueblos la gente está informada.”
En este sentido, Lipovetsky señaló que una de las magnas revoluciones en el mundo es la revolución de lo numérico, la virtualización, los nuevos medios de comunicación, y México, al igual que los demás países, está ampliamente conectado.
De este modo, el filósofo francés consideró que el equipamiento tecnológico es importante pero no basta para lograr el desarrollo, apuntó que se necesita una gran inversión en el sistema escolar pues para elevar el nivel de información no bastará el Internet.
Reiteró que es normal que los países no evolucionen a la misma velocidad, y explicó: “En el caso de México, es un Estado democrático, es un país que ya tiene un buen desarrollo con una población numerosa; pienso que las élites, los partidos políticos, deben considerar el futuro del país a escala de la mundialización. México por su proximidad con Estados Unidos se encuentra en buena disposición para avanzar rápido en el mundo de la competencia. Finalmente, países como China fueron muy rápido, y no veo por qué México no pueda hacerlo, hay que ser optimistas”.
Gilles Lipovetsky refirió que se necesita alcanzar un sistema democrático de alternancia para acelerar las reformas y poner el país en estado de competencia internacional.
Voluntad política y educación, posibles soluciones para AL
Reconoció el rezago importante que sufre el campo de América Latina (AL) en temas de educación y mencionó que es un asunto de presupuesto, producto de una falta de voluntad política.
“Los estados de hoy deben invertir para una verdadera democracia, es decir, una sociedad en la cual haya oportunidades para las personas nacidas en medios desfavorecidos de tener estudios, porque aún hay muchas personas que nacen en entornos muy pobres y que no tienen el dinero ni el capital cultural para acceder a la educación de calidad.”
Por ello, puntualizó, el imperativo político y democrático debe ser un sistema de apoyo para las poblaciones más desprotegidas. Dijo que el asunto se resume en una readministración de los recursos, priorizando la educación y bajando los costos de las elecciones que calificó de obscenos.
“Los países que dedican cantidades considerables a las elecciones se basan en un sistema gitanesco de mercadotecnia, estos casos son terribles y creo que debería haber leyes que controlen los gastos realizados por los partidos en las campañas electorales, la democracia no necesita gastar tanto dinero para simplemente elegir a sus gobernantes; en este sentido, pienso que no está mal que haya ciertos controles porque es indignante que en campañas electorales movilicen cantidades gigantescas de dinero que podría invertirse en otros campos de desarrollo, hay que encontrar sistemas de regulación para evitar los extremos”, puntualizó.
Al respecto, dijo que generar estos sistemas de regulación promoverá sistemas electorales más alejados de la corrupción. “América Latina ha resuelto el problema de la alternancia en política, pero la corrupción no ha desaparecido y es una de las grandes prioridades que tienen estas naciones”.
La razón no puede detener las pasiones
El autor de La sociedad de la decepción hizo hincapié en que tanto en AL como en el resto del mundo uno de los grandes temas son los riesgos derivados del consumismo, mismos que seguirán adelante: “Hay mil millones y medio de personas en el planeta que tienen un sistema extremo de consumo, ¿realmente van a decidir apretarse el cinturón por el calentamiento global?, eso no va a pasar, van a seguir adelante.
”Estos miles de millones de individuos están esperando los beneficios del consumo: bienestar, salud, vida larga, placeres, viajes ¿por qué renunciarían?, no lo van a hacer. Hay que dejar de pensar que la historia va a modificarse porque de repente la gente se volverá razonable, la razón no puede detener las pasiones.”
Finalmente resaltó que otra estrategia a seguir es el ahorro energético, la llamada ecología de la industria, e invertir en la investigación y el desarrollo para tener sistemas más económicos: “No hay que romper el crecimiento como plantean los ecologistas radicales, pero lo que sí podemos hacer es ahorrar, encontrar sistemas experimentales que nos lleven hacia el futuro, ésa es la solución a nuestro problema, es la inteligencia humana aplicada a la evolución”.